El
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, finalmente ha roto su largo
silencio este jueves sobre el caso de la estrella de cine para adultos
que reveló que había recibido de él una cuantiosa suma de dinero para no
desvelar la relación que mantuvieron.Trump ha asegurado que no sabía que su abogado personal había pagado a la actriz Stormy Daniels 130 mil dólares días antes de las elecciones presidenciales de noviembre 2016 para que la joven no hablara sobre el caso.
Al ser consultado si había tenido conocimiento de los pagos a la actriz, el presidente se ha limitado a decir un tajante “no”, y ha agregado que las consultas sobre el caso del alegado romance con la estrella del cine pornográfico debían ser encaminadas a Michael Cohen. “Él es mi abogado”, señala.
La actriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, afirma que ese dinero fue pagado tras la firma de un contrato para que ella guarde silencio sobre la relación con Trump.
Cohen, el abogado de Trump, ha confirmado por su parte la existencia del contrato y por eso alega que Daniels violó el acuerdo de confidencialidad, pero los abogados de la actriz afirman que el contrato carece de validez porque Trump nunca lo firmó.
Estamos ansiosos por poner a prueba la veracidad de la afirmación del señor (Donald) Trump sobre su desconocimiento del pago de 130.000 dólares (...) como la historia nos enseña, una cosa es engañar a la prensa y otra, muy diferente, es hacerlo bajo juramento”, escribe Michael Avenatti, el abogado principal de la actriz porno Stormy Daniels.Al ser preguntado si conoce el origen del dinero pagado a Daniels, el presidente también ha dicho “no, no lo sé” mientras subía al avión presidencial Air Force One.
El abogado principal de Daniels, Michael Avenatti, no ha tardado en responder a las declaraciones del magnate republicano y ha utilizado la red de Twitter para publicar un mensaje.
“Estamos ansiosos por poner a prueba la veracidad de la afirmación del señor Trump sobre su desconocimiento del pago de 130.000 dólares (...) como la historia nos enseña, una cosa es engañar a la prensa y otra, muy diferente, es hacerlo bajo juramento”, escribe el abogado.
Daniels intenta invalidar el acuerdo de confidencialidad que firmó con Cohen para hacer públicos los detalles de su supuesta relación sexual con el mandatario estadounidense, que según ella comenzó en 2006 y continuó “hasta bien entrado el año 2007”, cuando ya estaba casado con su actual esposa, Melania Trump.
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