La cultura como componente del Estado
14.08.2019
Dice
el almirante José Luis Vergara Ibarra en su importante libro La
seguridad nacional en México, que es una visión integradora de la
logística país, que todos y cada uno de sus componentes estudiados son
objeto de defensa en aras más de mantener la soberanía, en la medida que
ésta sea la facultad del soberano de desplegar en el territorio del
Estado al Ejército y la Policía por situaciones de emergencia y por
seguridad soberana. Razón por la cual las fuerzas de orden público
conceptualizarán esta tarea como prioritaria sobre el dogma de la
seguridad nacional a secas, que es el alineamiento (ahora sabemos que es
forzoso) de contribuir a la seguridad de Estados Unidos.
Así, pues, la rehabilitación del Estado nacional
es una acción cultural que atrae para su reconstrucción después del duro
embate del principio de soberanía relativa que animaba a los países del
norte sobre los del sur, para que los valores culturales sean
rehabilitados para dar un nuevo curso a la sociedad. Las élites nacidas
del partido oficial y sus aliados oligarcas han demostrado su limitación
para conducir a buen puerto la sociedad con sus nuevas exigencias.
Incluso los partidos gobernantes en México y Brasil no se pueden fiar de
las viejas élites ni de quienes hoy aspiran a reemplazar a aquéllas
aunque aparezcan en sus propias filas.
En este marco de crisis, en la que los
equipos gobernantes carecen de los medios de llenar los agujeros negros
elitistas, hay interés de académicos, en particular los que se han
formado en cibernética y física, entre los cuales destacan José Luis
Gutiérrez y Javier Livas (autor del libro titulado El Estado
cibernético, editado por el Senado de la República).
El Estado cibernético
Lamenta Livas que a pesar de las nuevas técnicas
puestas al servicio de las naciones, pareciera que la revolución
cibernática ha dejado intocada la organización básica del Estado moderno
y en ese sentido, el libro sobre el Estado cibernético “aspira a
iluminar el camino que los ciudadanos de Occidente podrían tomar para
ponerse a la par con la valentía creativa de los Estados Unidos de
finales del siglo XVIII”.
En efecto, el surgimiento del Estado cibernético
es hoy “una verdadera posibilidad y muy probablemente resultará
inevitable en el futuro que se percibe tras la caída de la civilización
que vivimos. El Estado cibernético es por lo tanto un documento editado
para responder a las cuestiones que presenta la organización del Estado
por llegar si utilizara el conocimiento disponible sobre cibernética,
vista como ventana a la cultura de todos los tiempos y sus valores”.
En resumen, los sistemas como el estatal son
sistemas complejos adaptativos que eluden las explicaciones sencillas de
las relaciones causa – efecto. El Estado cibernético da como resultado
una forma posible de organización económica y financiera, jurídica y
política… La capacidad reguladora del Estado tiene por lo menos cinco
siglos de evolución y dado su aspecto autorganizado no es posible que se
autodestruya o desaparezca pronto.
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