lunes, 19 de agosto de 2019

¿Por qué deja AMLO que funcionarios improvisados controlen los hidrocarburos de México?

¿Por qué deja AMLO que funcionarios improvisados controlen los hidrocarburos de México?


La jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, mueve sus piezas para volverse Presidente de la República en 2024.
El periódico Reforma publicó este lunes 5 de agosto que «El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y la directora del Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenegas), Elvira Daniel Kabbaz Zaga, omitieron declarar la existencia de empresas en las que la funcionaria y los hijos de ambos son socios».
La nota, firmada por el reportero Rolando Herrera, expuso que «De hecho, ambos servidores públicos estuvieron asociados directamente en una empresa desde 2012». (El 28 de abril de 2019 publicamos, en Sin Compromisos, que Octavio Romero Oropeza y Elvira Daniel Kabbaz Zaga mantienen una relación sentimental que data de la construcción del segundo piso del Periférico. Recordamos este hecho por sus repercusiones políticas).
El material publicado por Reforma exhibe un grave conflicto de interés que pone en duda —otra vez— la pretendida honestidad de la Cuarta Transformación presumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por órdenes de AMLO, en la construcción del segundo piso del Periférico se privilegió al grupo Danhos, cuyo propietario es Salvador Daniel Kabbaz Zaga —hermano de Elvira—. La encargada de supervisar las obras fue Claudia Sheinbaum en su carácter de secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Romero Oropeza fungía en ese tiempo como oficial mayor del gobierno capitalino y Elvira Daniel Kabbaz Zaga como funcionaria de la Secretaría de Transporte y Vialidad. (Primero, fue directora general de Regulación al Transporte y, después, directora general del Servicio de Transportes Eléctricos (o sea, de los trolebuses). López Obrador benefició a Danhos a pesar de que Elvira era hermana del dueño del grupo constructor.
¿Qué salió del segundo piso del Periférico? Además de la orden de mantener en secreto la información financiera, una sólida alianza que perdura hasta la fecha entre Claudia Sheinbaum y Elvira Daniel Kabbaz Zaga, cuya fortuna económica y política sube al parejo de la del grupo inmobiliario Danhos. Por alguna extraña razón, ninguna de las dos ha aclarado su presunta participación en la construcción de la exclusiva plaza Reforma 222, que fue ejecutada curiosamente por... ¡Grupo Danhos!
En cambio, tanto Claudia Sheinbaum, como Elvira Daniel (a quien sus cercanos conocen como Evelyn), maniobran para hacerse con la Presidencia de México en 2024, a cambio de impedir el rescate energético del país.
Para ello, cuentan con la complicidad de Octavio Romero Oropeza, actual director general de Petróleos Mexicanos y pareja sentimental de Elvira; de la propia Beatriz Gutiérrez Múller, esposa del presidente de la República; Paco Ignacio Taibo II, mandamás del Fondo de Cultura Económica, y Citlali Ibañez Camacho (conocida públicamente como Yeidckol Polevnsky Gurwitz), presidente nacional de Morena.
A la anterior lista se debe agregar al todavía presidente del Senado, Martí Batres Guadarrama, muy ligado al líder de la iglesia de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, quien es juzgado en California, Estados Unidos, por delitos sexuales. Cabe agregar que un video que circula en redes sociales muestra a Martí Batres cantando junto a Joaquín Aguilar Méndez, quien afirma haber sido violado por un sacerdote católico cuando era adolescente. Su acusación generó suspicacias. Batres quería colocarlo en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
El conflicto de interés revelado por Reforma exhibe, además, a un grupo que busca el poder para seguir lucrando a costa de México. Sus objetivos principales son:
  1. Beneficiar al cártel inmobiliario israelí —con el Grupo Danhos a la cabeza— que pretende controlar los recursos naturales que todavía le quedan a México (espacios urbanos, agua, playas, bosques, selvas, cenotes...) para erigir más «desarrollos de clase mundial».
  2. Privilegiar al cártel nuclear internacional con el pretexto de utilizar sólo energías limpias. Con este fin opera desde la UNAM otro personaje muy cercano a Claudia Sheinbaum: Alejandro Frank Hoeflich, quien oficialmente se ostenta como director del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3), pero que en realidad controla las facultades de Ciencias y de Ciencias Políticas y Sociales.
Este cártel político tiene el control, por el momento, de los hidrocarburos. Octavio Romero Oropeza es ingeniero agrónomo, pero está al frente de Pemex. Elvira Daniel Kabbaz Zaga, por su parte, es una abogada multiusos que lo mismo dirige la operación de trolebuses, que es diputada constituyente de la Ciudad de México o directora del Centro Nacional de Control del Gas Natural.
Dado que su fuerte es el tráfico de influencias, lo que menos quieren es que se concrete el rescate del sector petrolero mexicano. La modernización de las refinerías existentes les tiene sin cuidado; también, la construcción de la nueva, en Dos Bocas, Tabasco. Cuando López Obrador fue jefe de gobierno del Distrito Federal, se plegó a las decisiones de Sheinbaum Pardo y compañía. No vemos razón para que cambie de actitud conforme se aproxime la sucesión presidencial.
Es probable que dirigentes como Mario Delgado (actual coordinador de Morena en la Cámara de Diputados) y Ricardo Monreal (coordinador de los senadores morenistas) opten por cargarse al centro del espectro político para tratar de frenar las ambiciones del cártel conformado por Claudia Sheinbaum, Elvira Daniel Kabbaz Zaga, Octavio Romero Oropeza, Beatriz Gutiérrez Müller, Alejandro Frank Hoeflich, Yeidckol Polevsnky, Paco Ignacio Taibo II y Martí Batres Guadarrama.

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