Peña utilizará perredista en el DF
Planea expandir la política social del gobierno federal en la capital.
Adrián Rueda
Dicen que para que la cuña apriete ha
de ser del mismo palo… sobre todo si se trata de resentidos con el
partido que gobierna la ciudad, por eso el presidente Enrique Peña Nieto planea usar a estrategas del PRD para expandir la política social del gobierno federal en la capital.
En ese escenario, el nombre que surge como posible delegada de Sedesol en la capital es el de la ex jefa delegacional en Cuauhtémoc, Virginia Jaramillo, quien al no obtener espacios en el PRD se ha acercado al partido tricolor.
Jaramillo se ha acercado a Adrián Rubalcaba en la delegación Cuajimalpa, pero en realidad lo que busca es hacerse cargo de la aplicación de los programas sociales del gobierno federal con Rosario Robles, ex jefa de Gobierno del DF y actual secretaria del ramo.
Independientemente de la tajada política que se le puedan sacar a estos programas, se vislumbra una buena etapa para la ciudad, pues Robles es una gente muy cercana a Cuauhtémoc Cárdenas, quien está en el gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Si a esto se agrega que el ingeniero es también el tutor de la secretaria de Desarrollo Social en el DF, Rosa Icela Rodríguez, con quien tiene una excelente relación, se puede esperar que fluyan los apoyos a los capitalinos más desprotegidos.
Tan buena ha sido la relación entre Cárdenas y Rosario, que fue precisamente ella quien se quedó en la Jefatura de Gobierno cuando el michoacano buscó en 2000 por tercera ocasión la Presidencia de la República.
Y por el lado de Rosa Icela, nada más hay que ver el abrazo que ambos se dieron y las palabras que se dijeron cuando Cárdenas fue destapado en el Auditorio Nacional como coordinador de Asuntos Internacionales de Mancera.
Muchos podrían pensar que Rosario pudiera tener algún recelo con su colega en el DF, pero cuando ella era primero secretaria y luego jefa de Gobierno, Rosa Icela se desempeñaba como coordinadora de Comunicación Social en la Asamblea Legislativa.
Aunque Rodríguez trabajó después en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con el que hizo equipo, el pleito a muerte entre el tabasqueño y Robles no afectó ni para bien ni para mal la relación entre ambas, a las que sigue uniendo el afecto de Cuauhtémoc.
Por el momento no ha habido acercamiento entre las funcionarias porque prácticamente van llegando y conociendo sus oficinas, pero se espera que la primera reunión no tarde mucho.
Los recursos de Oportunidades —programa federal de combate a la pobreza— han sido motivo de grandes disputas entre grupos de perredistas, sobre todo jefes delegacionales y funcionarios del PAN; todos buscaron lucrar con la ayuda a los pobres a cambio de votos.
Esa guerra la ganó el PRD en la ciudad, pero el PRI no es el blanquiazul y ahora busca arrebatarle las banderas asistenciales al partido que hoy gobierna en la Ciudad de México; para hacerlo busca que sean precisamente perredistas resentidos quienes peleen el terreno.
CENTAVITOS… Ni una semana lleva en el GDF y Mancera ya desactivó algunos de los principales problemas que le heredó Marcelo Ebrard, como el paro en la Universidad de la Ciudad de México —que ya solucionó— y el tema de las detenciones arbitrarias del 1 de diciembre a raíz de los disturbios en la ciudad. La versión de que ese día estuvieron en el Centro de Mando de la SSP-DF Ebrard, Héctor Serrano —secretario de Gobierno— y Jesús Rodríguez Almeida —entonces procurador del DF— es tan cierta como la que dice que al ver el relajo a través de las cámaras se ordenó a la policía detener a todo el que se moviera en el Centro Histórico. Con esa acción, que hoy se sabe tuvo una alta dosis de arbitrariedad, Marcelo cerró su ciclo como Jefe de Gobierno y sumó su última mancha en materia de seguridad pública; a los linchamientos de policías en Tláhuac —en la administración de El Peje— se sumaron las 13 muertes del News Divine y el relajito del sábado negro, que lo exhibe como un inepto en seguridad, que es precisamente a lo que se quiere dedicar.
2012-12-11 00:00:00
En ese escenario, el nombre que surge como posible delegada de Sedesol en la capital es el de la ex jefa delegacional en Cuauhtémoc, Virginia Jaramillo, quien al no obtener espacios en el PRD se ha acercado al partido tricolor.
Jaramillo se ha acercado a Adrián Rubalcaba en la delegación Cuajimalpa, pero en realidad lo que busca es hacerse cargo de la aplicación de los programas sociales del gobierno federal con Rosario Robles, ex jefa de Gobierno del DF y actual secretaria del ramo.
Independientemente de la tajada política que se le puedan sacar a estos programas, se vislumbra una buena etapa para la ciudad, pues Robles es una gente muy cercana a Cuauhtémoc Cárdenas, quien está en el gobierno de Miguel Ángel Mancera.
Si a esto se agrega que el ingeniero es también el tutor de la secretaria de Desarrollo Social en el DF, Rosa Icela Rodríguez, con quien tiene una excelente relación, se puede esperar que fluyan los apoyos a los capitalinos más desprotegidos.
Tan buena ha sido la relación entre Cárdenas y Rosario, que fue precisamente ella quien se quedó en la Jefatura de Gobierno cuando el michoacano buscó en 2000 por tercera ocasión la Presidencia de la República.
Y por el lado de Rosa Icela, nada más hay que ver el abrazo que ambos se dieron y las palabras que se dijeron cuando Cárdenas fue destapado en el Auditorio Nacional como coordinador de Asuntos Internacionales de Mancera.
Muchos podrían pensar que Rosario pudiera tener algún recelo con su colega en el DF, pero cuando ella era primero secretaria y luego jefa de Gobierno, Rosa Icela se desempeñaba como coordinadora de Comunicación Social en la Asamblea Legislativa.
Aunque Rodríguez trabajó después en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con el que hizo equipo, el pleito a muerte entre el tabasqueño y Robles no afectó ni para bien ni para mal la relación entre ambas, a las que sigue uniendo el afecto de Cuauhtémoc.
Por el momento no ha habido acercamiento entre las funcionarias porque prácticamente van llegando y conociendo sus oficinas, pero se espera que la primera reunión no tarde mucho.
Los recursos de Oportunidades —programa federal de combate a la pobreza— han sido motivo de grandes disputas entre grupos de perredistas, sobre todo jefes delegacionales y funcionarios del PAN; todos buscaron lucrar con la ayuda a los pobres a cambio de votos.
Esa guerra la ganó el PRD en la ciudad, pero el PRI no es el blanquiazul y ahora busca arrebatarle las banderas asistenciales al partido que hoy gobierna en la Ciudad de México; para hacerlo busca que sean precisamente perredistas resentidos quienes peleen el terreno.
CENTAVITOS… Ni una semana lleva en el GDF y Mancera ya desactivó algunos de los principales problemas que le heredó Marcelo Ebrard, como el paro en la Universidad de la Ciudad de México —que ya solucionó— y el tema de las detenciones arbitrarias del 1 de diciembre a raíz de los disturbios en la ciudad. La versión de que ese día estuvieron en el Centro de Mando de la SSP-DF Ebrard, Héctor Serrano —secretario de Gobierno— y Jesús Rodríguez Almeida —entonces procurador del DF— es tan cierta como la que dice que al ver el relajo a través de las cámaras se ordenó a la policía detener a todo el que se moviera en el Centro Histórico. Con esa acción, que hoy se sabe tuvo una alta dosis de arbitrariedad, Marcelo cerró su ciclo como Jefe de Gobierno y sumó su última mancha en materia de seguridad pública; a los linchamientos de policías en Tláhuac —en la administración de El Peje— se sumaron las 13 muertes del News Divine y el relajito del sábado negro, que lo exhibe como un inepto en seguridad, que es precisamente a lo que se quiere dedicar.
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