Blog de Luis Cárdenas
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Teorías conspirativas en los desmanes del sábado
A casi todos nos fascinan las teorías conspirativas, son divertidas y siempre son bienvenidas cuando es complicado explicar un hecho en concreto, sin embargo por lo regular son falsas.
No tengo elementos para decir si los alienígenas construyeron o no las pirámides en Egipto, creo firmemente que el hombre pisó la luna aunque los conspiracionistas insistan en la grabación del evento en un estudio de Hollywood, dudo que existan los “Reptilianos” aunque me encanta leer sobre sus planes para dominar el planeta, los Illuminati están llenos de referencias históricas y planes que surgen de la imaginación, y considero que una gran parte del 9/11 sigue siendo misterio.
Respeto los puntos de vista y creencias a fe ciega de los demás, que no quiere decir que los comparto.
El sábado, al mismo tiempo que Enrique Peña Nieto daba su primer mensaje como Presidente de la República y trazaba un plan, debatible, para México en los próximos seis años ocurrían escenas en la capital del país que creíamos eran ya cosa del pasado.
Un grupo de personas armadas con bombas molotov, palos y piedras atacaban salvajemente hoteles y comercios del primer cuadro de la Ciudad de México.
Los daños de los desmanes ascienden a millones de pesos y cuando repasamos las imágenes una y otra vez es ineludible evocar aquellos años oscuros de la guerra sucia cuando la represión llegaba a través de infiltrados en las marchas pacíficas.
Hoy estamos muy lejos del México de los años 70's, internet y los medios internacionales de comunicación juegan un papel preponderante en las decisiones políticas, a nadie convenían esas fotografías y videos, perdían todos: la izquierda, la derecha, el PRI, el gobierno federal y el gobierno capitalino, perdía Peña y perdía Obrardor por igual.
Algunos analistas hablan de “halcones” evocando aquellas prácticas del PRI de la última parte del siglo XX, por lo regular, son los mismos que siempre se han sentido perseguidos por el sistema, los mismos que siempre han considerado, con delirios persecutorios, que el Estado de alguna u otra forma solo existe para joder “al pueblo”.
Discurso viejo que cobra relevancia en la época de necesarios pactos y acuerdos entre la clase política, palabras empolvadas que intentan, a fuerza del miedo, cobrar vigencia y cierran los ojos ante cualquier otro argumento.
La navaja de Ockham reza que la solución más simple por lo regular es la correcta.
Dicen por ahí
Los desmanes del sábado tuvieron su origen por una descoordinación del gobierno capitalino.
En los últimos días de su gestión, Marcelo Ebrard perdió a uno de sus más brillantes hombres: El Dr. Manuel Mondragón dejó su cargo al mando de la seguridad del DF para incorporarse al equipo de Enrique Peña Nieto.
Al frente de la SSPDF quedó el ex encargado de la Subsecretaría de Control de Tránsito Luis Rosales.
En la dependencia ya sabían que grupos anarquistas intentarían atacar la calle de Juárez y parte de Reforma, sin embargo el operativo preventivo nunca llegó.
En los pasillos de la Secretaría hablan de un conflicto interno de Luis Rosales con algunos de sus otrora compañeros subsecretarios los que no vieron con buenos ojos que un hombre de “Tránsito” tomara las riendas de toda la fuerza pública capitalina.
El berrinche de los subsecretarios escaló a un conflicto político nacional de primer nivel.
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