Carne de caballo, manjar para unos y el escándalo en Europa
Los países europeos se echan la culpa unos a otros mientras la carne con tejido equino lleva al menos un año en el mercado
Mientras que en países de Asia Central y las regiones
musulmanas de Rusia la carne de caballo es considerado un manjar, más
caro y apreciado que las carnes tradicionales, en Europa en las últimas
semanas este producto ha desatado un escándalo. Cientos de tiendas de
toda Europa y cadenas de restaurantes dejaron de comercializar productos
derivados de la carne tras el hallazgo de la presencia
de ADN equino en hamburguesas, embutidos y salsas que estuvieron al
menos por un año disponibles para la población a lo largo y ancho del
continente.
A mediados de enero, la Agencia de Estándares Alimentarios (FSA) de Gran Bretaña anunció que estudios realizados a hamburguesas de diferentes marcas revelaron hasta un 30% de carne de cabalo en su composición.
En un principio se atribuyó el escándalo a la empresa irlandesa Tesco y de inmediato surgió la polémica. Tanto en el estantes de los supermercados como en el congreso británico y las empresas ganaderas, la noticia se extendió como pólvora encendida y pronto surgieron señalamientos y más estudios de control de calidad.
Organizaciones criticaron severamente la laxitud del gobierno inglés en materia de análisis alimentario por su incapacidad de detectar un problema esta magnitud o simplemente hacer la vista gorda y dejarlo pasar.
Por su parte la procesadora Tesco afirmó que nunca tuvo conocimiento del hecho hasta ahora y que el asunto se trataba de una tomadura de pelo por alguno de sus proveedores y que sin duda tomaríalas medidas pertinentes, mientraslos legisladores de Inglaterra pedían severidad en el caso contra quien resultara responsable.
Las cosas se complicaron cuando autoridades de diversos países europeos comenzaron a anunciar que los productos de caballo se habían extendido a varios territorios del viejo continente y no sólo eran hamburguesas las que presentaban anomalías en su elaboración, sino también embutidos y salsas con base en carne de res.
Fue entonces cuando se involucró a más empresas como Findus, fabricante de aderezos y pastas, la cadena de comida rápida Burger King, el gigante de los alimentos Nestlé y hasta los expendios de alimentos de la empresa mueblera Ikea.
Findus detuvo la distribución de su salsa bolognesa por presencia de carne equina, se encontró carne equina ne las hamburguesas de Burger King, Nestlé retiró productos de España e Italia por el mismo problema y en el caso de Ikea el asunto fuemás allá pues además de las anomalías en sus albóndigas y salchichas hallaron bacterias provenientes de material fecal en sus pasteles congelados.
Los alimentos contaminados han estado presentes en Holanda, Francia, Inglaterra, Irlanda, España, Italia, Polonia, Chipre y rumania; demás, por si fuera poco se dice pudieron llegar hasta Asia y América sin problema alguno.
Al momento sólo se han detenido a tres personas presuntamente responsables por el escándalo alimentario más importante del viejo continente; se trata de empleados de las productoras Aberystwyth y Todmordem en el condado de West Yorkshire de Inglaterra.
Mientras pasan los días empresas y productos siguen cayendo junto con el desplome de las ventas de productos de carne en toda Europa, al tiempo que los países se echan la culpa unos a otros y entonces nos viene a la mente: Si en aquel continente comían carne de caballo sin que nadie lo detectara y tomara acciones ¡Qué podremos estar comiendo en América, particularmente en México?
A mediados de enero, la Agencia de Estándares Alimentarios (FSA) de Gran Bretaña anunció que estudios realizados a hamburguesas de diferentes marcas revelaron hasta un 30% de carne de cabalo en su composición.
En un principio se atribuyó el escándalo a la empresa irlandesa Tesco y de inmediato surgió la polémica. Tanto en el estantes de los supermercados como en el congreso británico y las empresas ganaderas, la noticia se extendió como pólvora encendida y pronto surgieron señalamientos y más estudios de control de calidad.
Organizaciones criticaron severamente la laxitud del gobierno inglés en materia de análisis alimentario por su incapacidad de detectar un problema esta magnitud o simplemente hacer la vista gorda y dejarlo pasar.
Por su parte la procesadora Tesco afirmó que nunca tuvo conocimiento del hecho hasta ahora y que el asunto se trataba de una tomadura de pelo por alguno de sus proveedores y que sin duda tomaríalas medidas pertinentes, mientraslos legisladores de Inglaterra pedían severidad en el caso contra quien resultara responsable.
Las cosas se complicaron cuando autoridades de diversos países europeos comenzaron a anunciar que los productos de caballo se habían extendido a varios territorios del viejo continente y no sólo eran hamburguesas las que presentaban anomalías en su elaboración, sino también embutidos y salsas con base en carne de res.
Fue entonces cuando se involucró a más empresas como Findus, fabricante de aderezos y pastas, la cadena de comida rápida Burger King, el gigante de los alimentos Nestlé y hasta los expendios de alimentos de la empresa mueblera Ikea.
Findus detuvo la distribución de su salsa bolognesa por presencia de carne equina, se encontró carne equina ne las hamburguesas de Burger King, Nestlé retiró productos de España e Italia por el mismo problema y en el caso de Ikea el asunto fuemás allá pues además de las anomalías en sus albóndigas y salchichas hallaron bacterias provenientes de material fecal en sus pasteles congelados.
Los alimentos contaminados han estado presentes en Holanda, Francia, Inglaterra, Irlanda, España, Italia, Polonia, Chipre y rumania; demás, por si fuera poco se dice pudieron llegar hasta Asia y América sin problema alguno.
Al momento sólo se han detenido a tres personas presuntamente responsables por el escándalo alimentario más importante del viejo continente; se trata de empleados de las productoras Aberystwyth y Todmordem en el condado de West Yorkshire de Inglaterra.
Mientras pasan los días empresas y productos siguen cayendo junto con el desplome de las ventas de productos de carne en toda Europa, al tiempo que los países se echan la culpa unos a otros y entonces nos viene a la mente: Si en aquel continente comían carne de caballo sin que nadie lo detectara y tomara acciones ¡Qué podremos estar comiendo en América, particularmente en México?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario