Miguel Ángel Mancera, el indefinido
He
leído más de una vez en las columnas de don @FedericoArreola sobre la
indefinición política del actual gobernante capitalino Miguel Ángel
Mancera. De igual forma, he leído en un blog que se dice de izquierda
las justificaciones y el “apoyo” al jefe de gobierno capitalino, pero en
ningún espacio he leído un cuestionamiento hacia el doctor Mancera.
¿Cuestionamiento?, sí, ni una crítica a su gestión, en ningún medio lo
he visto.
En aquel blog, se dice que toda crítica hacia el regente capitalino, significa hacer el trabajo sucio contra la “izquierda” –una izquierda a la que no pertenece Mancera-, y que los ataques sólo benefician al priismo. Pues hasta el momento, en este espacio y ningún otro medio he leído alguna crítica respecto al regente capitalino.
Independientemente de que el triunfo de Miguel Ángel Mancera superó en votos al líder de Morena, ello no representa su izquierdismo militante, siendo que en los hechos no milita en ningún partido que se dice ser progresista, a pesar de su postulación y apoyo para su triunfo en la capital del país.
Lo que ha hecho en sus 100 días de gestión el actual jefe capitalino, es seguir haciendo una política de su antecesor, la que por cierto, es una postura muy alejada del corte progresista; lo que sí han hecho, Mancera y su antecesor, es mantener por conveniencia los programas sociales que estableció el ex regente oriundo de Macuspana.
Quitando los programas sociales, podemos decir que las obras con visión progresista han sido la ampliación de las líneas del metro, así como la ampliación al sistema urbano del metrobus y la culminación de los segundos pisos del periférico. Después de éstas obras, no hay nada de relevancia en las acciones del anterior regente y del actual.
Desde el inicio y hasta el momento la indefinición del doctor Mancera ha sido por conveniencia y oportunismo, sí, un oportunismo que su “carisma” lo llevó al triunfo en las elecciones del 2012. Sin embargo, hasta el momento el jefe capitalino no ha propuesto una reforma industrial para la capital del país. La Ciudad de México requiere una migración total de su industria pesada para darle paso a la industria tecnológica y la de generación del conocimiento. El país requiere un Sillicon Valley mexicano, y qué mejor en la capital donde está la máxima casa de estudios del país. Así mismo, México necesita crear un desarrollo habitacional para nuestros investigadores, una villa que brinde seguridad y tranquilidad para las familias de las mentes brillantes de nuestro país.
Miguel Ángel Mancera tiene pendiente el tema del abasto del agua, un tema crítico y crucial para la sustentabilidad y vida de nuestra capital del país, así mismo, el tema de concretar una proyecto de desazolve que mitigue las torrenciales lluvias que aquejan el Valle de México.
Es grotesco para quien se dice que no es izquierdista argumentar que la izquierda mexicana no tiene dueño, y en efecto, en las derechas e izquierdas no hay dueños, lo que sí hay y existe, son liderazgos que las mayorías reconocen y apoyan por su congruencia en sus posturas e ideales. Si Mancera quiere entrarle al juego mediático de sepultar y minimizar al líder creador de la mejor acción de izquierda que se llama Morena, déjenme decirles que ello muestra su debilidad intelectual e indefinición oportunista que le da su rotundo triunfo por su supuesto carisma, imagen que no veo y ni se le nota en sus expresiones faciales.
Si el regente capitalino sigue con su camaleónica estrategia para mantenerse a flote con el gobierno priista sin que se aleje de los capitalinos que lo impulsaron a la regencia de la capital del país, tarde que temprano el tiempo y las circunstancias lo obligaran a tomar una postura definitiva, y será entonces cuando cometa su mayor error, porque aquel que atiende a dos jefes, tarde que temprano quedará mal con uno, es decir, si el doctor Mancera define su total apoyo al gobierno del telenovelero habitante de los Pinos, se alejará la posibilidad de ser postulado por las “izquierdas” para el 2018, pero si el actual regente decide apoyar a la real izquierda, se enemistará con el gobierno priista, lo que significaría reducción en el flujo de efectivo para llevar acabo sus programas sociales y todo nuevo proyecto que lo catapulte como candidato serio a la Presidencia de la República en el 2018.
El Apunte
Hasta el rey de los cielos rechaza a los tibios, lo que significa para el doctor Mancera, o es realmente de izquierda o decide ser un conservador que salga del clóset.
En aquel blog, se dice que toda crítica hacia el regente capitalino, significa hacer el trabajo sucio contra la “izquierda” –una izquierda a la que no pertenece Mancera-, y que los ataques sólo benefician al priismo. Pues hasta el momento, en este espacio y ningún otro medio he leído alguna crítica respecto al regente capitalino.
Independientemente de que el triunfo de Miguel Ángel Mancera superó en votos al líder de Morena, ello no representa su izquierdismo militante, siendo que en los hechos no milita en ningún partido que se dice ser progresista, a pesar de su postulación y apoyo para su triunfo en la capital del país.
Lo que ha hecho en sus 100 días de gestión el actual jefe capitalino, es seguir haciendo una política de su antecesor, la que por cierto, es una postura muy alejada del corte progresista; lo que sí han hecho, Mancera y su antecesor, es mantener por conveniencia los programas sociales que estableció el ex regente oriundo de Macuspana.
Quitando los programas sociales, podemos decir que las obras con visión progresista han sido la ampliación de las líneas del metro, así como la ampliación al sistema urbano del metrobus y la culminación de los segundos pisos del periférico. Después de éstas obras, no hay nada de relevancia en las acciones del anterior regente y del actual.
Desde el inicio y hasta el momento la indefinición del doctor Mancera ha sido por conveniencia y oportunismo, sí, un oportunismo que su “carisma” lo llevó al triunfo en las elecciones del 2012. Sin embargo, hasta el momento el jefe capitalino no ha propuesto una reforma industrial para la capital del país. La Ciudad de México requiere una migración total de su industria pesada para darle paso a la industria tecnológica y la de generación del conocimiento. El país requiere un Sillicon Valley mexicano, y qué mejor en la capital donde está la máxima casa de estudios del país. Así mismo, México necesita crear un desarrollo habitacional para nuestros investigadores, una villa que brinde seguridad y tranquilidad para las familias de las mentes brillantes de nuestro país.
Miguel Ángel Mancera tiene pendiente el tema del abasto del agua, un tema crítico y crucial para la sustentabilidad y vida de nuestra capital del país, así mismo, el tema de concretar una proyecto de desazolve que mitigue las torrenciales lluvias que aquejan el Valle de México.
Es grotesco para quien se dice que no es izquierdista argumentar que la izquierda mexicana no tiene dueño, y en efecto, en las derechas e izquierdas no hay dueños, lo que sí hay y existe, son liderazgos que las mayorías reconocen y apoyan por su congruencia en sus posturas e ideales. Si Mancera quiere entrarle al juego mediático de sepultar y minimizar al líder creador de la mejor acción de izquierda que se llama Morena, déjenme decirles que ello muestra su debilidad intelectual e indefinición oportunista que le da su rotundo triunfo por su supuesto carisma, imagen que no veo y ni se le nota en sus expresiones faciales.
Si el regente capitalino sigue con su camaleónica estrategia para mantenerse a flote con el gobierno priista sin que se aleje de los capitalinos que lo impulsaron a la regencia de la capital del país, tarde que temprano el tiempo y las circunstancias lo obligaran a tomar una postura definitiva, y será entonces cuando cometa su mayor error, porque aquel que atiende a dos jefes, tarde que temprano quedará mal con uno, es decir, si el doctor Mancera define su total apoyo al gobierno del telenovelero habitante de los Pinos, se alejará la posibilidad de ser postulado por las “izquierdas” para el 2018, pero si el actual regente decide apoyar a la real izquierda, se enemistará con el gobierno priista, lo que significaría reducción en el flujo de efectivo para llevar acabo sus programas sociales y todo nuevo proyecto que lo catapulte como candidato serio a la Presidencia de la República en el 2018.
El Apunte
Hasta el rey de los cielos rechaza a los tibios, lo que significa para el doctor Mancera, o es realmente de izquierda o decide ser un conservador que salga del clóset.
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