Muertes insólitas

458 a.C. El dramaturgo griego Esquilo fallece al caerle en la cabeza el caparazón de una tortuga de gran tamaño, liberada por las garras de un águila que volaba por lo alto.
Siglo III. Los verdugos de san Pantaleón usaron varios medios para darle muerte: lo ahorcaron, lo bañaron en plomo, lo entregaron a las fieras y lo decapitaron.
964. El papa Juan XII muere a consecuencia de la paliza que le propina un marido celoso al encontrarlo en la cama con su esposa.
1478. Aficionado a la bebida, George Plantagenet, duque de Clarence, es asesinado: sus enemigos los ahogan en un barril de vino tinto.
1687. El compositor francés Jean-Baptiste Lully fallece a consecuencia de la herida de un pie que él mismo se hizo con su bastón al dirigir una orquesta.
1671. Francoise Vatel, chef de Luis XIV, se suicida de vergüenza pues, por un retraso en la entrega de los ingredientes, no puede tener la cena a tiempo.
1888. Al tomar un volumen del Talmud, el compositor y místico francés Charles-Valentin Alkan, muere aplastado por su biblioteca.
1911. Jack Daniel, el creador de la marca de whisky, muere por una infección generalizada adquirida al herirse un pie mientras pateaba de coraje su caja fuerte.
1938. A los 37 años de edad, el literato austrohúngaro Odon van Horváth perece durante una tormenta eléctrica en la avenida parisina de los Campos Elíseos.
1941. En Colón, Panamá, el autor Sherwood Anderson deglute por descuido un palillo de dientes. Éste le perfora su intestino y causa su deceso.