Elecciones Venezuela 2013, ¿similitud con México 2006?
María José de la Torre
Aunque
fuera ganando en forma muy discutida, Nicolás Maduro perdió y mucho el
pasado domingo: perdió votos, perdió liderazgo y perdió la posibilidad
de posicionarse como el heredero natural de Hugo Chávez. Después de una
campaña en la cual todo el poder del Estado estuvo del lado de Maduro
quien solo ganara por una diferencia del 1% de los votos resulta
notable.
Lo que Maduro ha heredado no es más que
un Estado autoritario que posee el control directo de los organismos
electorales y la justicia, del ejército y de los recursos. Durante su
campaña, Maduro tuvo 40 veces más publicidad que su opositor Enrique
Capriles, hasta el mismo día de las elecciones Maduro pudo usar en forma
abierta todos los medios públicos del país para hacerse publicidad,
incluyendo anuncios y discursos, mientras que Capriles no tuvo acceso a
la publicidad en la televisión pública; tampoco pudo tener apoyo en las
instituciones electorales, ni acceso a los medios, ni posibilidad de
presentar siquiera impugnaciones al proceso. Puede reclamar el recuento
voto por voto y hace bien en pedirlo porque haber quedado en esas
condiciones a sólo un punto de Maduro es razón suficiente, sin embargo,
será difícil realizar un recuento real porque desde la pasada elección
el régimen de Chávez había tornado buena parte del sistema de votación
en electrónico y técnicamente es muy complejo saber si hubo o no
alteraciones.
Comparando esto con las elecciones en
México en el año 2006, López Obrador perdió por 300 mil votos en una
competencia abierta, donde dispuso de los mismos tiempos de prensa y
televisión que sus adversarios, con un control y regulación hasta
excesivo de lo que se podía o no hacer en medios con un Gobierno que
desde tres meses antes de la elección (a nivel federal y local) no pudo
hacer ningún tipo de publicidad, mucho menos electoral; en una lucha
entre tres grandes fuerzas políticas en la que obviamente ningún
candidato estaba en el poder ni gozaba de recursos del Estado para su
campaña; en una elección organizada por un Instituto Electoral
independiente . Si López Obrador hubiera tenido 300 mil votos más se
hubiera reconocido su triunfo porque el sistema está diseñado para
eso.
En Venezuela el sistema estaba
construido para que, como fuera, ganara Maduro, así fuera porque, como
dijo el propio Maduro, el espíritu de Chávez se lo había dicho.
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