El Consejo de Europa: desde Siria hasta los Derechos Humanos
Foto: vesti.az
Si hojeamos la enumeración de puntos
planificados para los futuros debates, da la impresión que precisamente
el Consejo de Europa y no la ONU, o, el G-8, en mayor medida es
responsable de los destinos del mundo. Siria e Irán, corrupción y
“cooperación con Marruecos”, identidad genérica e incluso, cito: “el
comunicado de prensa de la Asamblea Parlamentaria Nº AP111 (2013): La
necesidad de poner fin a la esterilización y castración coercitiva”:
todos estos problemas se discutirán activamente en Estrasburgo. Entre
los problemas meramente europeos se destacan puntos como La adopción de la decisión sobre la petición relativa al inicio del procedimiento de monitoreo respecto a Hungría frente a las acusaciones contra Budapest de faltar a los compromisos ante el Consejo de Europa, así como debates corrientes sobre Los disturbios en Suecia: política europea de inmigración en el centro de la atención. Este último punto, es cierto, debe ser todavía aprobado por los diputados.
¿De
qué habla tal discordancia? Antes que todo, de la aspiración del
Consejo de Europa como organización y, en especial, de una fila de sus
diputados, de mantener bajo su control todo el espectro de los problemas
mundiales. En general, es una idea loable. Sin embargo, como evidencia
la experiencia de las sesiones anteriores, la búsqueda de cantidad suele
desembocar en llamados evasivos que no obligan de nada a nadie, o
genera nuevas líneas de división y confrontación en Europa. Tanto una
cosa como la otra, lejos de propiciar la consolidación del papel de
dicha organización en la garantía justamente de la seguridad europea,
dificulta la solución de problemas concretos, en particular, los
atinentes al tema de los derechos humanos.
Veamos, por
ejemplo, el problema de los presos políticos, un problema álgido, que
tradicionalmente está presente en la entidad. Muchos diputados, sobre
todo, de los países que presentan tales o cuales reclamación a Rusia,
dirigen tales acusaciones precisamente a Moscú. Tampoco hace honor a
dicha organización la línea de doble rasero que se perfila incluso a
nivel de tales o cuales definiciones y de su interpretación, recuerda a La Voz de Rusia el académico Paul Kalinichenko de la Academia Jurídica de Rusia. Entre otras cosas, abordó el concepto preso político
que figura en los documentos de la Asamblea Parlamentaria. Este es
interpretado como una persona condenada a un plazo de cárcel “por
razones evidentemente políticas sin vínculo con infracción de ley
alguna” o “inadecuado a la contravención cometida”.
Son
documentos absolutamente políticos. Ellos siempre abundarán no tanto en
léxico jurídico cuanto en matices políticos y su enlace con la situación
del momento. Por cierto que tal definición del preso político
no solo absolutamente improcedente desde el punto de vista jurídico
sino que origina muchas objeciones. Tienen razón los que en la
dirigencia rusa declaran que es demasiado lata. Y muchos individuos que
están en las cárceles, incluso, el mismo Breivik, también incurren en
esta definición. Pues, las condiciones de mantenimiento de Breivik en la
cárcel evidentemente no corresponden a la gravedad de su crimen.
No
obstante, hoy no merece la pena incurrir en otro extremo e ignorar por
completo la Asamblea Parlamentaria. Porque esta y otras estructuras
parecidas son una importante tribuna de discusiones, que otorga a las
partes la posibilidad de exponer su postura. Lo que, empero, no
garantiza la objetividad de los informes preparados a base de las
discusiones, puntualizó a nuestra radio Vladislav Belov, experto del
Instituto de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia.
En
el fondo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa analiza
cuestiones de importancia y los diputados rusos cuentan con la
posibilidad de participar en las discusiones. Por eso, desde el punto de
vista de la cooperación interparlamentar ia, la posibilidad de plantear
cuestiones, formular tales o cuales informes, tomar parte en su
discusión, permite decir que tal estructura es necesaria. El contenido
de los informes preparados es otro asunto.
sv/lj/er
No hay comentarios.:
Publicar un comentario