Nadie quiere que entreguen a Snowden

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Un nuevo foco de irritación ha aparecido en las relaciones entre EEUU y Rusia: el exagente de la Agencia Nacional de Seguridad (ASN), Eduard Snowden. Al dirigirse desde Hong Kong a Ecuador, en donde el intenta solicitar asilo político, Snowden ha hecho una parada de tránsito en Moscú. Washington inmediatamente ha exigido a Rusia que le entregue a su filtrador. Sin embargo, la probabilidad de que esta solicitud sea satisfecha, es extremadamente pequeña.

El aeropuerto Sheremétyevo de Moscu se convirtió en refugio temporal para Eduard Snowden, antiguo colaborador de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (ASN). Alli aterrizó en un vuelo de Aeroflot procedente de Hong Kong, donde pasó las últimas tres semanas descubriendo a la prensa mundial los secretos de los servicios especiales norteamericanos.

En su patria, a Snowden, lo acusan de traición al Estado. Por ello no asombra que este fugitivo no se proponga regresar a EEUU. En lugar de esto él calcula esconderse en Ecuador. Este país ha sido escogido, no por casualidad: precisamente Ecuador ha estado de acuerdo en ofrecer asilo político a otro conocido desenmascarador, al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

Entre tanto, EEUU ya han exigido a Moscú que se les entregue a Snowden. Aunque lo cierto es que son insuficientes los fundamentos formales con que cuentan para ello, según considera la especialista en Derecho Internacional Marina Siklina:

–En EEUU, se ha abierto una causa con relación a Snowden. En consecuencia, Norteamérica está en el derecho de dirigirse a otro país para su extradición. El asunto reside en si existen o no algunos acuerdos o actas internacionales sobre la extradición. O sea, que en general, en Rusia no se aplica la extradición. En lo referente a ciudadanos extranjeros, se hace necesario analizar las condiciones concretas y las causas, en base a las cuales se intenta extraditar a determinado individuo. Por lo que, con relación a Snowden, es claro que America está en el derecho de presentar tales exigencias. Pero darle cumplimiento a las mismas o no, esto ya es competencia de Rusia.

Vale la pena añadir que EEUU exigieron a las autoridades de Hong Kong que entregasen a Snowden. Sin embargo, las mismas no solo no cumplieron dicha exigencia, sino que permitieron a Snowden abandonar la ciudad sin complicaciones. En la declaración oficial al respecto, se aseguraba que la petición de extradición de Snowden contenía errores formales. En este contexto los senadores norteamericanos ya han prodigado filípicas en dirección a Rusia. El republicano Lindsey Graham ha prometido que EEUU no dejará sin respuesta las acciones de los rusos. El demócrata Chuck Schumer acusó al presidente de Rusia, Vladimir Pútin, de estar siendo indulgente con el fugitivo Snowden, y añadió que los aliados no actúan de esa manera. A propósito, es bastante poco probable que la situación en desarrollo se convierta en un verdadero foco de irritación en las relaciones entre Moscú y Washington, presupone el americanista Aleksei Pilko:

–Los senadores y congresistas hacen declaraciones diversas a causa de esto. Pero todo ello son palabras al viento. ¿Qué podría hacerle EEUU a Rusia si ésta quisiera ofercerle asilo político a Snowden o permitirle viajar a Cuba sin complicaciones? ¿Van a imponer sanciones contra Rusia? No. ¿Va a declarar la guerra? Tampoco es posible. Entonces no hay que ponerse a presionar desde el exterior, simplemente atender estrictamente sus intereses nacionales y no pensar que la situación con Snowden traerá algún tipo de consecuencias críticas.

Prácticamente nadie cree en el mundo en la probabilidad de que Snowden sea entregado a EEUU, según una encuesta llevada a cabo por La Voz de Rusia al respecto. La encuesta se llevó cabo en diecisiete idiomas europeos, incluyendo el ruso, en el momento en que el exagente de la ASN todavía se encontraba en China. Los resultados de la investigación son éstos: un poco más de la cuarta parte de los encuestados considera que el mundo se desilusionaría si lo entregan. El 18 % opina que tal desarrollo de los hechos tendrá consecuencias negativas para aquel país que entregue al fugitivo a las autoridades norteamericanas. Solamente el 15 % está convencido que la extradición de Snowden fortalecerá las posiciones de EEUU. La mayoría de los participantes en la encuesta, el 41% está convencido que la entrega no se efectuará. Es interesante que votaron absoluta y unánimemente a favor de ésta última variante todos los encuestados finlandeses.

Artiom Kóbzev