Por Martin Hacthoun
Buenos
Aires, 25 jun (PL) Los restos del diplomático Jesús Cejas Arias, quien
fue secuestrado y asesinado en 1976 bajo la Operación Cóndor durante la
última dictadura militar en Argentina, fueron hoy entregados aquí a la
Embajada de Cuba.
Luego de trámites pertinentes en la Cancillería local y en la morgue,
el embajador Jorge Lamadrid y el historiador e investigador cubano
responsable del caso, José Luis Méndez, trasladaron los restos hacia la
sede de la Misión en el capitalino barrio de Belgrano.
En un
sencillo acto solemne con el personal diplomático alineado a ambos lados
del corredor principal del vestíbulo de la embajada, Lamadrid expresó
que "Jesús Cejas ya por fin está en suelo cubano luego de 36 años y 11
meses desde su desaparición".
Esta noche, en la misma sede
diplomática, funcionarios y ciudadanos argentinos, más los trabajadores
cubanos en el país rendirán tributo al joven Cejas, cuyos restos fueron
hallados hace mes y medio en el municipio de San Fernando, provincia de
Buenos Aires.
Luego de un riguroso proceso de identificación y estudio forense fue entregado a las autoridades cubanas.
"Su hallazgo tiene una gran trascendencia para Cuba, para la familia y
para la misma causa de los derechos humanos en Argentina, ya que es una
investigación que empezó hace más de 20 años, y culmina hoy con la
entrega de los restos", remarcó el historiador Méndez.
Es un
resultado muy positivo ya que anima a todo el movimiento que hay
actualmente en Argentina para la búsqueda de la verdad y de la memoria
histórica, señaló a Prensa Latina el investigador, responsable de
trasladar los restos y entregarlos a los familiares.
El hecho de
que se haya encontrado a Jesús Cejas y anteriormente a Crescencio
Galañena (otro diplomático cubano secuestrado) ha estimulado a las
autoridades locales para seguir en este esfuerzo a fin de que sus
desaparecidos sean encontrados.
Cejas Arias fue raptado el 9 de
agosto de 1976 en el barrio porteño de Belgrano, junto con su
compatriota Galañena, y ambos fueron mantenidos en cautiverio ilegal y
sometidos a tormentos en el centro clandestino de detención y tortura
Automotores Orletti.
Su cadáver, al igual que el de Galañena, fueron ocultados en un tanque metálico de 200 litros, relleno con cemento y cal.
Esa fue una práctica común de hacer desaparecer a los asesinados, según
otros hallazgos, en ese centro clandestino de detención que fue la sede
del Plan Cóndor en Argentina, señaló Méndez.
El Plan Cóndor fue
una siniestra operación articulada por la CIA con las juntas de las
dictaduras militares en el Cono Sur: Argentina, Brasil, Chile, Uruguay,
Paraguay -y esporádicamente con las de Bolivia, Perú y Venezuela- para
eliminar a sus opositores.
Entre los desaparecidos figuraron
artistas, intelectuales, guerrilleros, políticos de izquierda,
estudiantes, historiadores y sindicalistas.
rmh/mh |
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