Buenos Aires, 25 jun (PL) El reciente hallazgo del segundo
diplomático cubano secuestrado y asesinado en Argentina durante la
última dictadura militar estimula a las autoridades locales a proseguir
la búsqueda de otros desaparecidos, opinó hoy aquí el historiador
cubano, José Luis Méndez.
La entrega este martes a la Embajada de Cuba de los restos del joven
Jesús Cejas Arias cierra un capítulo de esa funesta historia, porque ya
se recuperaron los únicos dos diplomáticos cubanos asesinados durante la
última dictadura en Argentina, remarcó el también investigador.
El otro fue Crescencio Galañena Hernández cuyos restos fueron hallados y
repatriados a fines del pasado año, luego de una búsqueda de 20 años.
Pero todavía faltan miles de desaparecidos más, y este hallazgo es un
aliciente a los investigadores y los defensores de los derechos humanos
para continuar la ardua búsqueda, porque en la memoria de los pueblos no
hay espacio para el olvido, estimó el historiador.
Méndez viajó
a Buenos Aires para participar junto a equipos de peritos argentinos en
el proceso final de identificación de los restos de Cejas, y es el
responsable de trasladarlos a Cuba y entregarlos a sus familiares.
Recordó en declaraciones a Prensa Latina que en la embajada de Cuba se
registran 17 casos de argentinos, hombres y mujeres, que trabajaban bien
en la sede diplomática, en la oficina comercial o en la Escuela Anexa
José de San Martín que fueron desaparecidos, incluso con sus familiares.
De estos tan solo han aparecido los restos de María Rosa Clementi, una
joven que fue secuestrada y desaparecida el 3 de agosto de 1976 y cuyos
restos aparecieron el 12 de junio del 2012 en el mismo sitio donde
encontraron los de Galañena y Cejas.
Fueron encontrados
-describió- en tanques de metal de 200 litros rellenados de cemento y
cal, que fue una de las prácticas más comunes utilizadas en el centro
clandestino de detención y tortura establecido en la Empresa Orletti
para desaparecer a los secuestrados.
Allí operó la sede del Plan
Cóndor articulado por la CIA con las dictaduras suramericanas para
eliminar no solo a los opositores de estas, sino también a muchos que
tenían una visión progresista, señaló Méndez.
Varios de los
casos de estos argentinos que por su visión política o por simplemente
trabajar para dependencias cubanas fueron desaparecidos, figuran hoy en
algunos de los juicios contra represores que se desarrollan en
tribunales federales del país.
Entre ellos está el del chofer
Raúl Repetto, a quien llamaban Juan el Gordo, quien fue secuestrado y
asesinado con toda su familia, su esposa y sus dos hijas de 16 y 18
años, y el novio de esta última chica.
De ellos todavía no se ha
encontrado evidencias aún en ningún centro clandestino de detención, y
la búsqueda por parte de las autoridades argentinas continúa.
ls/mh |
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