lunes, 17 de junio de 2013

¿Qué tipo de bombardero necesita China?

¿Qué tipo de bombardero necesita China?

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Las fotografías del modelo de bombardero estratégico semiinvisible, supuestamente desarrollado por la corporación de la industria de la aviación de Shenyang, han sido publicadas recientemente en la internet china.

Estas fotos nos permiten llegar a una serie de conclusiones con relación a la probable evolución, posiblemente en un futuro no lejano, de la doctrina militar china y la doctrina de la utilización de su armamento nuclear.
Las fotos, reproducidas en el conocido blog The Aviationist, muestran un modelo de avión de ataque que recuerda en algunos aspectos a un caza de quinta generación, de mayores dimensiones. Periódicamente han sido publicados datos parciales acerca de los trabajos que se desarrollan en China en el marco del proyecto de bombardero de largo alcance semi invisible, estas fotografías son las de mejor calidad y las más elocuentes, aunque no se debe descartar por completo algún tipo de falsificación.
Si China realmente está trabajando en la creación de un bombardero de largo alcance, entonces será el tercer país luego de EEUU y Rusia, en realizar semejante proyecto. El costo financiero y las complicaciones técnicas de su ejecución prometen ser colosales, particularmente si se tiene en cuenta que, a diferencia de EEUU y Rusia, China no cuenta con experiencia alguna en ésta especialidad. De hecho, si China quiere llegar con este programa hasta la etapa de producción en serie, deberá gastar más recursos que los destinados a sendos programas de desarrollo de cazas de quinta generación, o por ejemplo, que lo destinado a todo el programa espacial.
El único bombardero estratégico semi invisible que ha sido llevado hasta la etapa de producción en serie ha sido en B–2 Spirit, norteamericano. El costo unitario de cada bombardero con su conjunto de equipos y piezas de repuesto ascendía, en los años noventa, a novecientos millones de dólares EEUU. El costo total del diseño y producción de todos los aviones alcanzó los cuarenta y cinco mil millones de dólares.
El proyecto chino, a juzgar por las fotos, podría ser aún más ambicioso que el B–2 no supersónico, elaborado en los años ochentas. El avión chino, probablemente, podrá poseer una velocidad crucero supersónica. Si el programa ha superado los marcos del diseño de proyecto y ha sido tomada la decisión de su ejecución, estaríamos hablando de un paso político de enorme importancia, que involucraría una distribución considerable de recursos en los marcos del presupuesto militar.
En el momento actual China cuenta con los bombarderos H–6K, capaces de golpear con sus misiles estratégicos hasta los límites de la segunda cadena de islas. Estos aviones ya pueden ser considerados un real instrumento de disuasión en los marcos de la región Asia-Pacífico. China ha llevado hasta la etapa de vuelos de prueba dos modelos de cazas de quinta generación (J–20, J–31), uno de los cuales (J-20), según la valoración de muchos especialistas, es una máquina de ataque contundente, poseedora de un notable alcance y poca visibilidad.
Lo cierto es que todos estos aparatos no pueden considerarse medios de disuasión nuclear, ya que los mismos no pueden alcanzar el territorio de los EEUU. Lo mismo que en otros países, en China el primer portador del arma nuclear fue la aviación; pero con la aparición de los misiles balísticos de alcance medio, disminuyó notablemente el papel de los vulnerables bombarderos H-6 y Tu-4 con bombas nucleares de caída libre.
Un programa tan caro podría justificarse si China deseara elevar nuevamente el papel de la aviación de bombardeo en su trío nuclear. En períodos de amenaza de guerra los bombarderos podrían llevar a cabo un patrullaje constante en el aire. En regiones asignadas con antelación y con armas nucleares a bordo, manteniéndose invulnerables para el contrario. A diferencia de los misiles balísticos, la misión de guerra de un bombardero puede ser detenida. Como resultado, durante la aparición de datos del sistema de advertencia sobre ataque misilístico, que signifique un ataque nuclear, a la dirección del país le es mucho más factible dar la orden de vuelo a los bombarderos, que aprobar el lanzamiento de los misiles. En general la presencia de los bombarderos disminuye adicionalmente la amenaza de un ataque con el objetivo de desarmar por parte del contrario.
Otra importante característica del bombardero es que, a diferencia de los misiles balísticos, puede usarse para transportar no solamente armas nucleares sino también convencionales.
La presencia de planes de utilización de la aviación también servirá para atestiguar sobre la previsible ampliación de los marcos de utilización del ejército chino mucho más allá de los límites de la región Asia-Pacífico. La versión nuclear del destino del nuevo avión es la más probable. Pero, si además de probable, resulta la más adecuada, podríamos esperar un rápido crecimiento ulterior del número de ojivas nucleares chinas. La época en que el arsenal chino fue el menor de todos los Estados nucleares “oficiales”, quedará en el pasado, definitivamente.
 fs/as

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