"Revolución desde arriba". La última conferencia del PCUS
Foto: RIA Novosti
La última, decimonovena conferencia. Precisamente hace un cuarto de siglo en Moscú se inauguró la decimonovena conferencia del Partido Comunista de la Unión Soviética. Por primera vez en la historia tal foro se transmitió por la radio y la TV. El auditorio de muchos millones de oyentes quedó sorprendido por la declaración del secretario general del CC del PCUS Mijail Gorbachov sobre las futuras reformas radicales. No menos asombro causó el conflicto escandaloso entre los dirigentes partidistas que marcó la división del partido.
“Borís, no tienes razón”: es la frase que
recuerdan muchos ciudadanos del país que siguieron la decimonovena
conferencia del PCUS. Fue pronunciada por uno de los directivos del
partido de aquel tiempo Yegor Ligachov en respuesta a la intervención
crítica de Borís Yeltsin. Ante los ojos de todos, el partido se dividió
en las fracciones democrática y conservadora. Esto animó ostensiblemente
el ambiente, pero lo esencial era otro.
Mijail
Gorbachov dio a conocer el plan de una reforma política cardinal. Más
sencillamente, dijo que era necesario entregar el ilimitado poder del
partido a los soviets de diputados populares, elegidos por todo el
pueblo. De hecho, se trataba del desmontaje de los fundamentos del
sistema político del país, afirma el doctor en filosofía Alexánder
Tsipko.
Gorbachov organizó una “revolución desde arriba”
La “Revolución desde abajo” se podría esperarla aún un cuarto de siglo,
si tenemos en cuenta que no había resistencia alguna al sistema y el
movimiento disidente era débil. La conferencia fue promovida, lo más
probable, por el ayudante del secretario general Gueorgui Shajnazárov y
no por Mijail Gorbachov, pero todos ellos creían en el socialismo y
comunismo. Gente ingenua: pensaban que se podía juntar la idea del
comunismo con la democracia y las libertades políticas.
La
renuncia al papel conductor del PCUS iba acompañada de la anulación de
la censura política, del permiso para formar partidos políticos, de la
caída de la cortina de hierro y de la libertad de emigración. La
conferencia devino un acontecer emblemático, estima Gueorgui Satárov,
presidente de la fundación INDEM.
Es difícil decir en
qué grado esto determinó el desplome del PCUS y de la URSS, si bien hay
una idea general. La URSS y su sistema político eran fantásticamente
rígidos (anquilosados). Eran poco adecuados para el
autoperfeccionamiento, o sea para la corrección de instituciones sin
desmantelar el propio sistema. Era un defecto del propio sistema
político.
Es importante que en la conferencia se decidiera organizar las primeras elecciones libres y competitivas en la URSS.
Eran
las elecciones del año siguiente al Congreso de diputados populares.
Las correspondientes elecciones se efectuaron en todas las repúblicas de
la URSS. Esta decisión tomada al término de la conferencia significaba
de hecho el paso a otro sistema, basado en la competición política.
Es
problemática la cuestión de la importancia de la decimonovena
conferencia del PCUS. Podemos recordar que en julio de 1988, se celebró
una fiesta grandiosa dedicada al milenio de la cristianización de Rusia.
En Moscú las principales festividades se realizaron en el Monasterio de
San Daniel, restaurado. Después de decenios de persecuciones contra la
iglesia, muchos acogieron este hecho con júbilo. En el plano histórico
global este fue realmente un evento de importancia “tectónica”. Por lo
demás, justo en la conferencia del partido por primera vez se declaró
que los fieles de todas las confesiones eran ciudadanos plenos del país.
vs/lj/er
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