El presidente municipal con licencia de Iguala, José Luis Abarca, y
quien fuera el director de la policía en ese municipio, Felipe Flores
Velázquez, pasaron a calidad de prófugos luego que la Procuraduría
General de la República (PGR) obtuvo órdenes de aprehensión por el
delito de delincuencia organizada.
La medida cautelar fue librada
por un juez federal, por lo que la PGR podrá solicitar a la
Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que emita la
ficha roja para buscar al alcalde con licencia en 190 países.
Aunque Abarca Velázquez obtuvo la suspensión provisional de captura por
parte del el Juzgado Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal en
el Distrito Federal, no surte efecto, ya que el juez indicó que sólo lo
amparó por delitos no graves.
Luego de las agresiones entre el 26 y
27 de septiembre al grupo de normalistas de Ayotzinapa, y posterior
desaparición de 43 de ellos, no se supo nada del alcalde de Iguala, de
su familia, así como del director de la policía municipal.
De
acuerdo con las investigaciones, el alcalde habría ordenado la detención
de los estudiantes que se encontraban de paso por Iguala.
A raíz
de la búsqueda de los normalistas, las autoridades han encontrado fosas
clandestinas; las primeras cinco fueron halladas el 5 de octubre cerca
de donde fue la agresión a los autobuses en los que viajaban los
estudiantes.
De acuerdo con las pruebas genéticas, los 28 cuerpos
encontrados en esas fosas no corresponden con el ADN de sus familiares,
por lo que continúan los trabajos en las otras fosas.
El alcalde
José Luis Abarca ordenó a la policía municipal detener a los
normalistas, mismos que –según las declaraciones de cuatro personas que
participaron– los policías de Iguala entregaron a los estudiantes a la
policía municipal de Cocula entre los límites de dichos municipios.
Al menos 14 policías de Cocula participaron en los hechos, algunos como
halcones y otros directamente en la detención y entrega de los
normalistas al grupo criminal de Guerreros Unidos.
En total suman
49 los detenidos, entre ellos una persona administrativa de Cocula que
alteró las bitácoras para ocultar a los uniformados, así como 22
policías de Iguala involucrados directamente en los hechos.
Cabe
señalar que María de los Ángeles Pineda Villa, esposa del alcalde de
Iguala, y a quien se le relaciona con el crimen organizado, también
cuenta con un amparo por delitos no graves que la protege contra
cualquier orden de aprehensión, detención, búsqueda, localización y
arraigo.
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viernes, 17 de octubre de 2014
José Luis Abarca y su jefe de la policía pasaron a ser prófugos
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