sábado, 15 de noviembre de 2014

Ecatepec, un infierno que desaparece mujeres; ahora fue Syama Paz Lemus de 16 años

Ecatepec, un infierno que desaparece mujeres; ahora fue Syama Paz Lemus de 16 años
Por:  / 15 noviembre, 2014
Ecatepec, un infierno que desaparece mujeres_ ahora fue Syama Paz Lemus de 16 años
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*Si sabes de su paradero comunícate a los teléfonos de las autoridades
(15 de noviembre, 2014).- Ecatepec es el infierno para las mujeres mexiquenses por antonomasia. Es el municipio donde desaparecen sistemáticamente niñas, adolescentes, jóvenes… y no pasa nada. Literal. No pasa nada a pesar de la reincidencia en estos casos.
Esto es muestra de que la población femenina no es prioridad en la administración del gobernador mexiquense, Eruviel Ávila Villegas. Y mucho menos en la del alcalde, Pablo Bedolla. Ambos no han implementado nada para protegerlas.
Tan sólo entre 2007-2013 se registraron más de 600 menores de 20 años desaparecidas en la entidad, conforme a datos recabados por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF); en contraste, la PGJEM dijo que hasta febrero de 2013 iban 145, principalmente en Ecatepec, Chalco y Chimalhuacán.
En su momento tampoco movió un solo dedo al respecto el ahora presidente de la República, Enrique Peña Nieto; cuyo gobierno disparó las desapariciones y los feminicidios.
El pasado 27 de octubre desapareció Syama Paz Lemus en la colonia Polígonos 2 de dicho municipio. Tiene 16 años y era acosada vía Facebook por un sujeto. Días antes un hombre encapuchado permanecía afuera de la casa. Ella tiene color de piel blanca, su cabello está teñido de rojo, es delgada y mide 1.68mts. El número de reporte es AAEM/59/2014.
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Es el caso más reciente. Pero como ése hay más registros.
El 6 de agosto de 2014 desapareció en Ciudad Cuauhtémoc –una de las colonias más violentas de Ecatepec- Andrea Michael Dávila Martínez de 15 años de edad; agosto de 2013, Luz María Jiménez Pérez de 13 años, en Jardines de Morelos.
Así como en diciembre de 2013, Sharon Anayely López de 15 años, en Haciendas de Aragón; en febrero de 2013, Arizbeth Sánchez de 15 años, en Santa María Chiconautla; febrero de 2013, Joselín Robles de 17 años, en la colonia Las Brisas; y los nombres siguen y siguen… año tras año…
Diana Angélica Castañeda Fuentes de 14 años desapareció el 7 de septiembre del 2013 en los Héroes de Ecatepec. Apareció sin vida a principios de octubre. Su madre dijo a El Universal que “no dejaré mi causa y seguiré apoyando a compartir las fotos de todos aquellos que están desaparecidos”.
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(Foto: Diana Angélica Castañeda Fuentes de 14 años)
Y como María Eugenia hay más familiares al pie del cañón.
Basta revisar la propaganda de personas desaparecidas difundida en páginas de Facebook como “Siguiendo tus huellas”, donde trabajan puntualmente en la búsqueda de sus niñas ante la incompetencia de los fiscales que no hacen sino dar “largas” para desgastar y sepultar los casos.
Por el lado de las autoridades, las alertas Amber –es un sistema de localización de menores de edad implementado en varios países- resultan ineficientes por las tropelías burocráticas que no permiten agilidad en la difusión de las mismas, de acuerdo con familiares consultados.
Dato. El Estado de México no tiene página de internet de Alerta Amber a comparación de otras entidades como Nuevo León o Chiapas. Esto, sin duda, es gravísimo por el riesgo que corren principalmente las mujeres de entre 12 y 18 años de edad.
Teresa Ulloa, presidenta de la Coalición Contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y El Caribe, advirtió en 2013 una cifra terrorífica. En el estado desaparecen 60 mujeres al mes, es decir, en promedio, dos diariamente.
Están desapareciendo en todo el Estado de México, pero particularmente en Ecatepec, una zona peligrosa para las mujeres, donde cabe preguntar:
  1. ¿Por qué la administración de Pablo Bedolla no ha hecho absolutamente nada?
  2. ¿Por qué no ha respondido a las demandas de las movilizaciones ciudadanas que exigen activar una alerta de género ante los crímenes perpetrados en contra de mujeres?
  3. ¿No resulta sintomático que cada que se presentan estos casos, no se encuentra ni una autoridad presente?
  4. ¿Dónde están las videograbaciones de las autoridades que revelan los modus operandi de las personas u organizaciones que plagian a las mujeres?
  5. ¿Acaso no es una verdad que los municipales del Edomex, y principalmente los de Ecatepec están ligados a organizaciones delincuenciales que protegen operaciones ilícitas?
  6. ¿En cuántos de estos casos de desapariciones están involucrados elementos municipales, estatales y federales?
  7. ¿Quién o quiénes desde las oficinas del gobierno del Edomex están patrocinando estas desapariciones sistemáticas en Ecatepec?
  8. Si la SSC ha reconocido la presencia de dos cárteles del narcotráfico –quienes no sólo operan droga, sino extorsión y trata de personas- en Ecatepec, ¿Por qué las administraciones de Bedolla y Ávila no han emprendido operativos o indagatorias en contra de la Familia Michoacana y los Guerreros Unidos por estar presuntamente relacionados a desapariciones de mujeres?
  9. ¿Cuántas y cuáles son las bandas u organizaciones de trata de personas y prostitución que han sido desmanteladas en Ecatepec?
  10. ¿Qué acciones, planes, mecanismos, proyectos y políticas se han desarrollado para proteger a las mujeres desde la administración de Enrique Peña Nieto?
  11. ¿Por qué Eruviel Ávila Villegas no ha encendido la alerta de género en el Estado de México? ¿Qué intereses protegen el gobernador del Edomex y el alcalde de Ecatepec?
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Feminicidios mexiquenses
De los tabloides acomodados con ganchitos o sostenidos por sus voceadores resaltaba el pasado 24 de septiembre una fotografía que revela una problemática sistemática que no tuvo cabida en el Tercer Informe de Gobierno de Eruviel Ávila Villegas: Se trataba de una mujer asesinada con una bolsa negra colocada en la cara y sus piernas y manos amarradas con cinta canela. El titular rezaba: “Chalco, estrangulan a chica”.
Eruviel fue muy claro el día de su Tercer Informe de Gobierno en materia de seguridad: Todo lo ve como las reproducciones ficticias de Televisa. Maquilladas. Anulando la catástrofe y en cambio barnizando de bondades como si se tratara de un infomercial de CV Directo intentando vender un producto de “buena (dudosa) calidad” con resultados efectivos. Producto milagro al fin y al cabo.
Su estrategia de comunicación no fue muy diferente de la de Enrique Peña Nieto cuando era gobernador del Estado de México, con quien explotó el clima de inseguridad y las mujeres estuvieron bajo un objetivo fijo. En un foco rojo. Atrapadas. Las más vulnerables al acecho de grupos delincuenciales, estatales, y de la misma complicidad de algunos ciudadanos.
Ávila Villegas sólo realizó una mención de la palabra feminicidio aludiendo que se habían aumentado las condenas y los castigos para quienes cometieran ese delito. Pero eso no responde de fondo qué está pasando y por qué están sucediendo sistemáticamente. No son hechos aislados. Por supuesto que no.
Dato. Entre 2007 y 2013, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) registró más de mil 500 feminicidios en la entidad.
Por lo anterior, las organizaciones ciudadanas ya comenzaron a responder y a trabajar alternativamente. ¿Y el gobierno de Eruviel Ávila Villegas? ¡Ah! cierto… el eco de su administración es: “Hay cosas más graves que atender que los feminicidios”.
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Otras explicaciones
Ulloa, directora de Catlawc, ha precisado que las desapariciones son causadas por cárteles del narcotráfico que las utilizan como mulas, sicarias o halcones. Incluso, como objeto sexual para jefes de plazas, pues algunas mexiquenses aparecen muertas en otros estados.
Es una realidad. Las operaciones del crimen organizado –tanto de grandes, medianas y pequeñas células- han exacerbado este fenómeno en el Edomex.
Empero, no pueden descartarse aquellos crímenes de odio cometidos por un sector machista que agrede desde la violencia intrafamiliar hasta aquellos que violan a mujeres en los barrios más pobres; o delincuentes que tras asaltos abusan sexualmente de mujeres para después ultimarlas.
Más: Siguiendo una de las tesis de Ciudad Juárez, Chihuahua. Un factor que ha propiciado probablemente los feminicidios, es la ubicación de maquiladoras, los horarios y el género que se encarga de dicho rubro.
Entre los estados que ocupan el primer lugar en producción manufacturera que aporta a su Producto Interno Bruto (PIB) se encuentra Coahuila (35.2%), Querétaro (30.2%), Estado de México (28.1%), Aguascalientes (27.1%), Guanajuato (24.2%), Puebla (23.5%), y San Luis Potosí (23.3%), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Estado de México en sí mismo es una zona industrial.
Durante el periodo 1999-2004 –según Inegi- estos fueron los diez principales municipios de “personal ocupado en la industria manufacturera”: 1, Naucalpan de Juárez; 2, Tlalnepantla de Baz; 3, Ecatepec; 4, Toluca; 5, Cuautitlán Izcalli; 6, Nezahualcóyotl; 7, Tultitlán; 8, Lerma; 9, Atizapán de Zaragoza; y 10, La Paz. Estos diez municipios representan el 71.6% de los 125 municipios. Ecatepec el 11.0%.
El dato sobre qué porcentaje de mujeres ocupa la industria manufacturera en el Edomex no lo tiene el autor de esta columna. Pero hay tres elementos; 1. Generalmente el sexo femenino compone la mano de obra de las maquilas; 2. La ubicación de estas industrias es en zonas carentes de leyes, autoridades, caminos y alumbrado público como lo son la mayoría de las colonias de estos municipios; y 3. Se han documentado casos de mujeres asesinadas cerca de maquiladoras en zonas de maizales o sin construcciones de caminos.
El mismo componente que en Ciudad Juárez.
Por último, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C. señala que de los 20 municipios más violentos en 2013 a nivel nacional se encuentran Naucalpan (47.92), Ecatepec (46.28) y Cuautitlán Izcalli (45.74).
¿Coincidencia?
En la mira
Los verbos “desaparece” y “ejecutan” prevalecen en las cabezas de los diarios nacionales. Dos palabras gravísimas incluidas en averiguaciones previas que nunca son indagadas. Dos palabras que poco a poco se naturalizan en el imaginario de los mexiquenses. Dos palabras que al parecer sólo cobran relevancia cuando llegan a tocar la puerta de uno. Dos palabras desgastadas y no atendidas por el gobierno. Dos palabras que no conmueven a un porcentaje de la población. Dos palabras que no generan conciencia en la mayoría, sino hartazgo… dos palabras que no permiten respirar a esta población y asedian todo el tiempo a las mujeres.

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