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La diferencia entre el ataque de Trump y los de Obama en Siria
Por
Jeremy Herb, CNN
(CNN) -
El presidente Donald Trump y el hoy expresidente Barack Obama ordenaron
ataques en Siria, pero hay aspectos claves del bombardeo de este jueves
que lo diferencian de otros ataques militares en ese país asiático.
El ataque con misiles que Trump autorizó este jueves golpeó una base aérea del gobierno sirio, en respuesta al ataque con armas químicas llevado a cabo a principios de esta semana.
Obama era reacio a dar ese paso al menos sin aprobación del Congreso, dado que decidió no atacar al régimen del presidente sirio Bashar al Assad en el 2013, tras un ataque químico que cruzó su llamada “línea roja”.
Pero Obama sí lanzó ataques aéreos sobre Siria un año después, cuando Estados Unidos comenzó una campaña militar en contra de ISIS en Iraq y Siria. La guerra contra ISIS, que ya completa casi tres años, ha llevado a un flujo continuo de bombardeos de EE.UU. por parte de aeronaves tripuladas, drones y misiles disparados desde buques de guerra.
Al llegar al poder, Trump siguió con la campaña de bombardeos en contra de ISIS llevada a cabo por Obama, mientras los rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos preparan una ofensiva en Raqqa, bastión del grupo terrorista en Siria.
Este jueves, buques de guerra de Estados Unidos lanzaron 59 misiles de crucero Tomahawk sobre una base aérea del gobierno sirio, en lo que representa la primera vez que Estados Unidos ataca de manera directa al régimen de Assad durante los seis años de guerra civil en Siria.
En Siria, la situación sobre el terreno es increíblemente compleja, entre fuerzas del gobierno, rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos, combatientes kurdos, militantes de ISIS y combatientes extranjeros que vienen de Rusia, Irán, Turquía y otros lugares.
Aunque Rusia está del lado de Estados Unidos en su lucha contra ISIS y Trump previamente ha sugerido que los dos países deben trabajar juntos para derrotar a ese grupo militante, Rusia ha ayudado a sostener al régimen de Assad militarmente. De hecho, según un funcionario de defensa de Estados Unidos, había rusos en la base aérea bombardeada esta jueves.
Una de las preocupaciones sobre bombardear a Siria que tienen muchos legisladores estadounidenses es que se corre el riesgo de comenzar una guerra indirecta —o, algo peor—, con Rusia.
Otra diferencia fundamental entre el ataque aéreo de Trump contra el régimen de Assad y los bombardeos de ISIS es la autorización legal para llevarlo a cabo.
Tanto el gobierno de Obama como el gobierno de Trump se han apoyado en la autorización de guerra que el Congreso aprobó tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 para luchar contra al Qaeda en todo el mundo.
Ambos gobiernos argumentaron que ISIS es consecuencia de al Qaeda, pero el régimen de Assad es ajeno a eso, y este jueves en la noche los legisladores pidieron rápidamente una nueva autorización de guerra por los últimos ataques.
“Assad es un dictador brutal que debe responsabilizarse por sus acciones”, dijo en un comunicado el senador demócrata por Virginia Tim Kaine. “Pero el presidente Trump ha lanzado un ataque militar contra Siria sin el voto del Congreso. La Constitución dice que la guerra debe ser declarada por el Congreso”.
Cuando Obama consideró lanzar ataques aéreos en Siria en el 2013, decidió pasar por el Congreso antes de bombardear, y la resistencia que enfrentó lo convenció de no atacar a Assad.
Sin embargo, el gobierno de Trump dijo este jueves que el ataque con misiles no significaba un cambio en la política contra Siria.
“De ninguna manera voy a tratar de extrapolar esto a un cambio en nuestra política o postura sobre nuestras actividades militares en Siria hoy”, dijo el secretario de Estado Rex Tillerson. “No ha habido un cambio en ese sentido”.
El ataque con misiles que Trump autorizó este jueves golpeó una base aérea del gobierno sirio, en respuesta al ataque con armas químicas llevado a cabo a principios de esta semana.
Obama era reacio a dar ese paso al menos sin aprobación del Congreso, dado que decidió no atacar al régimen del presidente sirio Bashar al Assad en el 2013, tras un ataque químico que cruzó su llamada “línea roja”.
Pero Obama sí lanzó ataques aéreos sobre Siria un año después, cuando Estados Unidos comenzó una campaña militar en contra de ISIS en Iraq y Siria. La guerra contra ISIS, que ya completa casi tres años, ha llevado a un flujo continuo de bombardeos de EE.UU. por parte de aeronaves tripuladas, drones y misiles disparados desde buques de guerra.
Al llegar al poder, Trump siguió con la campaña de bombardeos en contra de ISIS llevada a cabo por Obama, mientras los rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos preparan una ofensiva en Raqqa, bastión del grupo terrorista en Siria.
Este jueves, buques de guerra de Estados Unidos lanzaron 59 misiles de crucero Tomahawk sobre una base aérea del gobierno sirio, en lo que representa la primera vez que Estados Unidos ataca de manera directa al régimen de Assad durante los seis años de guerra civil en Siria.
En Siria, la situación sobre el terreno es increíblemente compleja, entre fuerzas del gobierno, rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos, combatientes kurdos, militantes de ISIS y combatientes extranjeros que vienen de Rusia, Irán, Turquía y otros lugares.
Aunque Rusia está del lado de Estados Unidos en su lucha contra ISIS y Trump previamente ha sugerido que los dos países deben trabajar juntos para derrotar a ese grupo militante, Rusia ha ayudado a sostener al régimen de Assad militarmente. De hecho, según un funcionario de defensa de Estados Unidos, había rusos en la base aérea bombardeada esta jueves.
Una de las preocupaciones sobre bombardear a Siria que tienen muchos legisladores estadounidenses es que se corre el riesgo de comenzar una guerra indirecta —o, algo peor—, con Rusia.
Otra diferencia fundamental entre el ataque aéreo de Trump contra el régimen de Assad y los bombardeos de ISIS es la autorización legal para llevarlo a cabo.
Tanto el gobierno de Obama como el gobierno de Trump se han apoyado en la autorización de guerra que el Congreso aprobó tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 para luchar contra al Qaeda en todo el mundo.
Ambos gobiernos argumentaron que ISIS es consecuencia de al Qaeda, pero el régimen de Assad es ajeno a eso, y este jueves en la noche los legisladores pidieron rápidamente una nueva autorización de guerra por los últimos ataques.
“Assad es un dictador brutal que debe responsabilizarse por sus acciones”, dijo en un comunicado el senador demócrata por Virginia Tim Kaine. “Pero el presidente Trump ha lanzado un ataque militar contra Siria sin el voto del Congreso. La Constitución dice que la guerra debe ser declarada por el Congreso”.
Cuando Obama consideró lanzar ataques aéreos en Siria en el 2013, decidió pasar por el Congreso antes de bombardear, y la resistencia que enfrentó lo convenció de no atacar a Assad.
Sin embargo, el gobierno de Trump dijo este jueves que el ataque con misiles no significaba un cambio en la política contra Siria.
“De ninguna manera voy a tratar de extrapolar esto a un cambio en nuestra política o postura sobre nuestras actividades militares en Siria hoy”, dijo el secretario de Estado Rex Tillerson. “No ha habido un cambio en ese sentido”.
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