Desnudando a la CIA en Venezuela
Por Percy Francisco Alvarado Godoy
Mucho he escrito sobre la actividad injerencista y solapada de la CIA en Venezuela. Han
sido varios artículos que bien vale la pena volver a releer nuevamente,
pues no han perdido vigencia y el desarrollo de los actuales
acontecimientos contra la Revolución Bolivariana les hacen necesarios
para entender cómo, detrás de los mismos, están las manos de la
tenebrosa agencia norteamericana.
En uno de estos artículos: “Otro plan de la CIA contra Venezuela: Formar brechas dentro de las FANB”
auguraba: “Todo parece indicar que la Oficina de Planes de la CIA ha
optado por articular las añejas sub operaciones de la Operación
Mangosta, establecidas en la década de los 60 contra Cuba, y adaptarlas
en su guerra sucia contra Venezuela.
Tales proyectos, la Operación Defector, encaminada a inducir a la
deserción a altos mandos militares cubanos, sembrar recelos y
desconfianza en las filas del MININT y el MINFAR, así como alejarlas de
su estrecha alianza con el pueblo; al igual que la Operación Heat Is On,
dirigida particularmente a la deserción de pilotos de combate y otros
especialistas, se han sacado de sus archivos y adaptados a las
particularidades de cada país, según ha sido necesario para Estados
Unidos.”
Dentro de esta labor siniestra para vulnerar de unidad político-militar
del chavismo, anunciaba yo ya el 9 de julio del 2012 –hace cinco años–
cómo la actividad de la CIA contra la Revolución Bolivariana apuntaba
hacia usar a efectivos de las FANB en los siguientes objetivos:
1) Ofrecer a los servicios norteamericanos información relacionada con
la defensa de la nación bolivariana, tanto desde el momento en que
escaparon hacia Estados Unidos, como la que reciben de varias fuentes en
activo.
2) Tratar de recabar información sobre las FANB, la adquisición de
nuevos medios de defensa, despliegue de las fuerzas, respuestas ante
contingencias, etc., mediante sonsacamiento, relaciones personales y
otras formas de acercamiento, con militares en activo o retirados que
pueden acceder a esa información.
3) Ayudar a las Oficinas de Análisis de la CIA y de la DIA a obtener
información para realizar perfiles sobre los altos mandos en activo.
4) Intentar reclutar a oficiales en activo como agentes operativos de la CIA dentro de las FANB.
5) Preparar sabotajes a la técnica militar y generar brechas en la información entre los diferentes mandos.
6) Fomentar campañas de detracción sobre los principales mandos de las
fuerzas armadas. 7) Incitar a oficiales y soldados a la deserción, a la
indisciplina hacia los mandos, a participar en labores subversivas
antigubernamentales.
8) Fomentar brechas entre las FANB y los miembros de las Milicias Bolivarianas.
9) Hacer llamamientos a favor de despolitización del órgano armado y a
favor de la defensa de los valores democráticos tradicionales de la
derecha.
TODO ESTO ESTÁ OCURRIENDO HOY.
Dentro de estos planes ha estado el de usar francotiradores contra el
pueblo –en unos casos en forma de provocación y en otras para eliminar
simpatizantes de la Revolución. Otro de mis artículos nunca añejos examina esta amenaza ya materializada.
En otro artículo desnudaba el accionar de la CIA en Venezuela de la siguiente manera: “Concebir la guerra sucia de la CIA hacia Venezuela, de manera simplista, es un error.
La misma presupone el empleo de un complejo sistema de acciones
económicas, políticas y sociales, cuyo objetivo final, sí es uno:
destruir a la Revolución Bolivariana.
Por ello, en la planeación y dirección de esta guerra intervienen grupos
multidisciplinarios, cuya actividad de los mismos abarca acciones tan
complicadas como la guerra mediática, el sabotaje económico, acciones
violentas, maniobras políticas, generación de conflictos internos y
externos, subversión, exacerbación del nacionalismo o contradicciones
inter étnicas, guerra sicológica, sabotajes, generación de confusión y
desaliento, labor de zapa, compra de voluntades, labores de
comprometimiento de cuadros políticos, sonsacamiento, etc.”
Examiné la historia de la CIA en Venezuela
y cómo fue pasando de soporte de dictaduras de derecha y falsas
democracias burguesas a convertirse en ente subversivo y
desestabilizador de la gobernabilidad tras el triunfo del chavismo:
“Las informaciones recopiladas sobre Hugo Chávez y a su gestión de
gobierno, principalmente las obtenidas por medios técnicos, arriban a la
CIA mediante diversas vías, una de ellas a través de su estación en
Caracas, que usa el acrónimo RUEHCV, y que se dirigen a varios usuarios,
entre ellos el Departamento de Estado, la DIA y la Dirección de
Inteligencia de la CIA, particularmente a la Oficina de Análisis de
Asia-Pacífico, Latinoamérica y África, y a la Oficina de Dirección del
Análisis. Otro de los usuarios de estas informaciones es la Dirección de
Operaciones, la que surte fundamentalmente de la información de agentes
de campo y sus oficiales operativos (HUMINT).”
“Un papel primordial en la recopilación de la información sobre
Venezuela y su presidente lo desempeña la Dirección de Apoyo (DS),
encargada de asegurar que las Direcciones de Inteligencia, Operaciones y
Ciencia y Tecnología puedan contar con las facilidades para realizar
sus misiones, lo que implica que muchos agentes de la CIA actúen en el
campo de operaciones, tanto en la embajada, como por todo el país,
utilizando diversas tapaderas.
La misión esencial de DS es buscar el marco idóneo para realizar
actividades de seguimiento, escucha y monitoreo de los dirigentes
bolivarianos; garantizar los canales de comunicación idóneos para la
transmisión de información, bien sea por medios técnicos como mediante
la agentura; facilitar el armamento y la logística para el cumplimiento
de las misiones sobre el terreno; crear las condiciones para asegurar
los flujos financieros para el desarrollo de la misión; así como
garantizar la evacuación seguirá de los agentes operativos.”
De la misma manera presté especial atención en la labor de la CIA dentro
de la juventud venezolana –tal como ha ocurrido en Cuba– de seleccionar
y sobredimensionar a lidercillos mediáticamente y pretender venderlos
como supuestos agentes de cambio.
Ya expresaba en un artículo firmado por mí el 16 de julio del 2012 y titulado “La juventud venezolana en el punto de mira de la CIA”,
lo siguiente: “Las formas de captación de sus agentes se han realizado,
indistintamente, por vías diversas, aunque fundamentalmente este
trabajo lo ha hecho la CIA desde la embajada norteamericana en Caracas, a
través de sus oficiales operativos, concentrados en las Oficinas de
Cultura y Prensa.
En otros casos, la labor de reclutamiento se ha realizado mediante el
empleo de tapaderas de la Agencia como la USAID, la NED, Provea, el
Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad
(CEDICE), ONGs europeas (entre las que sobresalen las alemanas Konrad
Adenauer Foundation, Friedrich Naumann Stiftung, así como la española
Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES); organismos
estudiantiles vinculados a las derechas europeas y latinoamericanas, así
como mediante los grupos de “exiliados” radicados en La Florida.
Este, empero, no es un proceso nuevo, cuenta con una historia cuyo punto
de apogeo es el propio advenimiento de Chávez al gobierno en 1999,
recrudeciéndose en los años posteriores.”
“Para lograr la captación de estos agentes desestabilizadores en el
terreno, la CIA implementó diversos programas, muchos de los cuales son
desarrollados por la embajada estadounidense en Caracas.
También se ha puesto al servicio del papel de subversión de la derecha
juvenil en Venezuela toda la cobertura mediática disponible por la
oligarquía en esa nación, así como las principales agencias
internacionales, el vasto tinglado de la Sociedad Interamericana de
Prensa (SIP), de la Voz de las Américas (VOA), así como la CIDH, quienes
se han encargado de sobredimensionar su impacto dentro de la realidad
del país.”
Existen otros artículos que invito a mis lectores a estudiarlos. Esta
breve reseña, empero, validan mis opiniones que llevo poniendo sobre el
tapete desde hace un lustro
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