La Revolución de Octubre, sus lecciones para los trabajadores y los pueblos
Hace
100 años el proletariado ruso marcó el camino por el que los
trabajadores y pueblos del mundo deben transitar para conquistar su
emancipación.
Sus huellas son imborrables, a despecho de quienes han intentado por
todos los medios eliminar de la memoria el día en que los obreros
descubrieron el sol en medio de la noche.
La revolución socialista de 1917 fue la respuesta histórica del
proletariado revolucionario al capitalismo y a toda sociedad basada en
regímenes de explotación y opresión, convirtió en realidad una
aspiración social, una predicción política; fue la confirmación práctica
de la validez de la teoría del socialismo científico, el marxismo,
elaborada por Carlos Marx y Federico Engels, de sus análisis respecto de
la inevitabilidad de la decadencia y hundimiento del capitalismo, del
papel que la clase obrera cumple para ese ocaso y para el florecimiento
de una sociedad caracterizada por la igualdad social, el progreso y el
bienestar para las clases trabajadoras: el socialismo, primera etapa
hacia el comunismo.
Octubre de 1917 dio luz a una nueva época, la época del imperialismo y
las revoluciones proletarias. Ahí reside su carácter histórico
internacional. Desde entonces el capitalismo ha experimentado muchos
cambios, hay un enorme desarrollo tecnológico, científico, se han
innovado los procesos productivos, pero nada de ello ha modificado su
naturaleza, sus contradicciones fundamentales, la explotación entre
seres humanos, es más, se han agudizado constantemente, al igual que
ocurre con las contradicciones interimperialistas y las existentes entre
el imperialismo y los países y naciones dependientes, factores
presentes cuando los obreros rusos derrotaron a un régimen monárquico y,
luego, a uno de carácter burgués.
Los bolcheviques, bajo la genial dirección de Lenin y Stalin, dejaron
una enorme lección para la historia. Evidenciaron que la revolución del
proletariado se organiza actuando con flexibilidad táctica y con la
mirada en el objetivo estratégico; otorgando respuestas creadoras a las
situaciones concretas que se presentan en la sociedad; confiando en la
iniciativa de las masas; combatiendo toda manifestación de oportunismo y
revisionismo; utilizando todas las formas de organización y lucha, pero
entendiendo que solo es posible aniquilar el poder de los enemigos de
clase ejerciendo la violencia revolucionaria organizada de las masas. A
su vez, demostraron que para todo ello es imprescindible que el
proletariado cuente con su partido independiente de clase: el partido
comunista de nuevo tipo.
Esta revolución, entendida como el proceso previo a la conquista del
poder y el período en el que se construyó el socialismo, dio
significativos aportes teóricos al marxismo, lo desarrolló acorde a la
nueva época. Vladimir Ilich Lenin elevó el marxismo a una nueva etapa,
al marxismo leninismo, que se convirtió desde entonces en la guía del
proletariado y los pueblos en la lucha por la revolución y el
socialismo, junto con José Stalin, estrategas de la revolución y de la
construcción del socialismo, dieron un invaluable aporte teórico y
práctico a la doctrina del socialismo científico.
Durante los años en los que los principios marxista leninistas
orientaron el proceso de construcción del socialismo, éste demostró su
superioridad frente al capitalismo en todos los terrenos: económico,
social, científico, cultural, deportivo. El socialismo demostró su
capacidad para atender y resolver las necesidades de los trabajadores,
para su conversión en clase dirigente; permitió el acceso a la tierra a
millones de campesinos; emancipó a la mujer de la opresión patriarcal y
la explotación feudal burguesa; liberó a las nacionalidades de la
opresión nacional a través del ejercicio del derecho a su
autodeterminación; reconoció derechos colectivos de los pueblos hasta
entonces inexistentes en el planeta; liberó la potencialidad reprimida
en la juventud; llevó la ciencia, las letras, el arte, la cultura, a
quienes antes vivían en la ignorancia; con la economía planificada
estableció el uso racional de fuerzas productivas y de los recursos
naturales; despertó a todo un pueblo que se sintió creador de un nuevo
mundo; dio un gran salto en el proceso de emancipación de la humanidad.
En la Segunda Guerra Mundial, con el glorioso Ejército Rojo, dirigido
por Stalin, aplastó a la bestia nazi-fascista, expresión de la política
más reaccionaria de la burguesía internacional. En este contexto, varios
pueblos de todos los continentes emprendieron procesos revolucionarios
de liberación social y nacional que fortalecieron el campo socialista.
Tras el fallecimiento de Stalin, en 1953, el socialismo sufrió una
derrota política transitoria en la ex Unión Soviética. En el XX Congreso
del PCUS (1956), una camarilla revisionista que actuó agazapada durante
varios años al interior del partido tomó el control del Estado,
revirtió el poder de los trabajadores e inició un proceso de
restauración capitalista que desembocó en el derrumbe de la URSS en
diciembre de 1990, cuando en ésta el capitalismo era ya totalmente
dominante. Este hecho de ninguna manera significa el fracaso del
socialismo, como afirman los defensores del capitalismo, es un revés que
será superado por los trabajadores, los revolucionarios y los
comunistas del mundo; es la confirmación que si el partido
revolucionario del proletariado se aparta del marxismo leninismo
debilita los pilares de la construcción socialista.
Cien años después del triunfo de la revolución de los soviets, los
revolucionarios y los comunistas del mundo no miramos este
acontecimiento con nostalgia, lo conmemoramos con la mirada puesta en el
futuro, en la lucha que está por delante, que la libramos en nuestros
países contra las clases dominantes y las potencias extranjeras. Lo
festejamos con optimismo, porque sabemos que la historia no se detiene,
porque en todos los continentes los trabajadores, la juventud, las
mujeres, los pueblos pelean. Combaten por sus derechos, por su
bienestar, por libertad, por la democracia, por el cambio social, por la
paz. Esas luchas crecerán y se calificarán, tendrán que enfilarse en
contra del sistema de explotación y sus sostenedores, contra la
dominación imperialista, abrirán una nueva oleada de revoluciones
sociales, en las que el legado de los obreros rusos, de Lenin y Stalin
estará presente.
El socialismo es el futuro, ese futuro se sembró hace cien años y hay
vientos en todo el planeta que lo harán florecer nuevamente. Los
trabajadores, los pueblos, los comunistas luchamos con las banderas del
marxismo leninismo desplegadas para que así sea.
Quito, 28 de julio de 2017
Firman: Partido Comunista Revolucionario de la
Argentina; Partido Comunista Revolucionario de Bolivia; Partido
Comunista Revolucionario-Brasil; Partido Comunista de Colombia (Marxista
Leninista); Juventud Democrática Popular de Colombia; Partido Comunista
Marxista Leninista del Ecuador; Juventud Revolucionaria del Ecuador;
Unión General de Trabajadores del Ecuador; Unidad Popular; Mujeres por
el Cambio; Unión Nacional de Educadores; Federación Única Nacional de
Afilados al Seguro Social Campesino; Federación de Estudiantes
Universitarios del Ecuador; Federación de Estudiantes Secundarios del
Ecuador; Frente Revolucionario de Izquierda Universitario; Confederación
Unitaria de Comerciantes Minoristas del Ecuador; Confederación
Unitarias de Barrios del Ecuador; Frente Popular; Unión de Artistas
Populares del Ecuador; Sindicato de Trabajadores Independientes de
Oficios Varios de El Salvador; Escuela Política Permanente de El
Salvador; Partido Comunista de España (marxista-leninista); Partido
Estadounidense del Trabajo; Plataforma Comunista-por el Partido
Comunista del Proletariado de Italia; Partido Comunista de México
(marxista-leninista); Frente Popular Revolucionario de México; Unión de
la Juventud Revolucionaria de México; Partido Comunista Peruano
(marxista-leninista); Movimiento de Mujeres por la Liberación
Social-Perú; Frente Democrático Popular del Perú; Partido Socialista
Revolucionario-Perú; Partido Bloque Democrático Popular del Perú;
Asociación de Mujeres Luchadoras del Perú; Partido Marxista Leninista
del Perú; Movimiento 26 de Abril de Puerto Rico; Partido Comunista del
Trabajo de República Dominicana; Movimiento de Mujeres Trabajadoras de
República Dominicana; Frente Amplio-República Dominicana; Juventud
Caribe-República Dominicana; Frente Estudiantil Flavio Suero-República
Dominicana; Partido de los Trabajadores (Túnez); Organización Comunista
“28 de Febrero”-Uruguay.
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