La
India no solo adquiere armas rusas, sino que también piensa seguir
comprando el crudo iraní, desoyendo así las advertencias de posibles
sanciones de EE.UU.
El primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente ruso, Vladimir Putin, suscribieron el viernes un acuerdo multimillonario para que Moscú proporcione a Nueva Delhi el avanzado sistema de misiles tierra-aire de largo alcance S-400.
Este movimiento se produce en un momento en que EE.UU. intentaba reducir la creciente influencia internacional de Rusia, acusándolo de interferir en las elecciones presidenciales de 2016 y de realizar actividades desestabilizadoras en todo el mundo, recogió la revista estadounidense Newsweek en un artículo publicado el viernes.
En un intento de intimidar y frenar a quienes piensan comprar armas rusas, Washington estableció mecanismos para imponer sanciones económicas a países como Turquía y La India. Sin embargo, este último país solicitó una exención para adquirir los S-400 que fue rechazada por el Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Aun con estas restricciones económicas acechando a La India, este país decidió rubricar el referido pacto. En la ceremonia de la firma, Modi destacó que Nueva Delhi y Moscú apuestan por “el fortalecimiento de la multipolaridad y el multilateralismo en el mundo que cambia rápidamente”.
En otro rechazo a las acciones unilaterales impulsadas por Washington, Modi y Putin “destacaron la importancia de la implementación total y efectiva del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)”, el nombre oficial del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, Francia, el Reino Unido y China, más Alemania) que, en mayo, Trump anunció la retirada de su país del mencionado pacto.
Tras abandonar el acuerdo, la Casa Blanca reimpuso las sanciones relacionadas con el tema nuclear contra Teherán con la intención de presionar a la República Islámica para introducir nuevos términos en dicho pacto como limitar el desarrollo tecnológico de misiles balísticos que el país persa perfecciona para su industria defensiva de modo disuasivo contra cualquier posible agresión a su integridad territorial.
Mientras organismos internacionales avalan y certifican que Irán cumple con sus promesas en virtud del pacto nuclear, como es el caso de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) o anulan las medidas punitivas estadounidenses antiraníes como el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya (Países Bajos) que ordenó a Washington facilitar las interacciones e intercambios financieros relacionados con bienes humanitarios, medicamentos y aviación civil, la Casa Blanca mantiene su postura y sigue amenazando con aplicar sanciones a todos aquellos países que prosigan con sus comercios con Teherán.
Sin embargo, La India hace caso omiso a estos embargos unilaterales y seguirá importando energía desde Irán, tal y como reportó el viernes la agencia de noticias local Press Trust, que citando a las principales fuentes de la industria petrolera india, señaló que este país planea importar alrededor de 1,25 millones de toneladas de petróleo iraní y usaría la rupia (moneda nacional) en lugar del dólar como la divisa para las transacciones financiares con Teherán.
krd/ktg/mtk/hnb
El primer ministro indio, Narendra Modi, y el presidente ruso, Vladimir Putin, suscribieron el viernes un acuerdo multimillonario para que Moscú proporcione a Nueva Delhi el avanzado sistema de misiles tierra-aire de largo alcance S-400.
Este movimiento se produce en un momento en que EE.UU. intentaba reducir la creciente influencia internacional de Rusia, acusándolo de interferir en las elecciones presidenciales de 2016 y de realizar actividades desestabilizadoras en todo el mundo, recogió la revista estadounidense Newsweek en un artículo publicado el viernes.
En un intento de intimidar y frenar a quienes piensan comprar armas rusas, Washington estableció mecanismos para imponer sanciones económicas a países como Turquía y La India. Sin embargo, este último país solicitó una exención para adquirir los S-400 que fue rechazada por el Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump.
Aun con estas restricciones económicas acechando a La India, este país decidió rubricar el referido pacto. En la ceremonia de la firma, Modi destacó que Nueva Delhi y Moscú apuestan por “el fortalecimiento de la multipolaridad y el multilateralismo en el mundo que cambia rápidamente”.
En otro rechazo a las acciones unilaterales impulsadas por Washington, Modi y Putin “destacaron la importancia de la implementación total y efectiva del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)”, el nombre oficial del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y el entonces Grupo 5+1 (EE.UU., Rusia, Francia, el Reino Unido y China, más Alemania) que, en mayo, Trump anunció la retirada de su país del mencionado pacto.
(Los presidentes de La India y Rusia) destacaron la importancia de la implementación total y efectiva del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)”, rechazando de este modo la retirada unilateral de EE.UU. del acuerdo nuclear entre Irán y el entonces G5+1, al resaltar su carácter multilateralista, destaca un informe de la revista Newsweek.Esta retirada estadounidense se topó de lleno con la oposición de China y Rusia, así como con los aliados tradicionales: Francia, Alemania y el Reino Unido, pues todos continúan apoyando el tratado.
Tras abandonar el acuerdo, la Casa Blanca reimpuso las sanciones relacionadas con el tema nuclear contra Teherán con la intención de presionar a la República Islámica para introducir nuevos términos en dicho pacto como limitar el desarrollo tecnológico de misiles balísticos que el país persa perfecciona para su industria defensiva de modo disuasivo contra cualquier posible agresión a su integridad territorial.
Mientras organismos internacionales avalan y certifican que Irán cumple con sus promesas en virtud del pacto nuclear, como es el caso de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) o anulan las medidas punitivas estadounidenses antiraníes como el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya (Países Bajos) que ordenó a Washington facilitar las interacciones e intercambios financieros relacionados con bienes humanitarios, medicamentos y aviación civil, la Casa Blanca mantiene su postura y sigue amenazando con aplicar sanciones a todos aquellos países que prosigan con sus comercios con Teherán.
Sin embargo, La India hace caso omiso a estos embargos unilaterales y seguirá importando energía desde Irán, tal y como reportó el viernes la agencia de noticias local Press Trust, que citando a las principales fuentes de la industria petrolera india, señaló que este país planea importar alrededor de 1,25 millones de toneladas de petróleo iraní y usaría la rupia (moneda nacional) en lugar del dólar como la divisa para las transacciones financiares con Teherán.
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