Bejarano se le va al cuello a Aureoles
El Sombrita fue enviado a enturbiar el ambiente para luego negociar.
Adrián Rueda
La corriente bejaranista IDN amenaza con hacerle un escándalo mayúsculo a Enrique Peña Nieto
durante su toma de posesión como Presidente de México, el 1 de
diciembre, según ellos porque no ganó limpiamente a su candidato Andrés Manuel López Obrador.
Cuando menos eso dijo ayer Alejandro El Sombrita Sánchez Camacho, secretario general del PRD, en una de sus huecas conferencias de prensa domingueras, que por lo regular acaban desmentidas por sus propios compañeros.
Independientemente de que sea cierta o no, la intención de René Bejarano y sus huestes de sacar pancartas, abuchear a Peña Nieto o darle la espalda durante el evento, lo que hay detrás de esas declaraciones es una abierta intención de desestabilizar a su coordinador legislativo, Silvano Aureoles.
El michoacano, líder de la fracción del sol azteca en San Lázaro, ha asegurado que su partido se comportará institucionalmente durante el cambio de Presidente de México, y que así lo acordó el grupo parlamentario.
Ante eso Bejarano busca moverle el tapete y manda a sus lacayos, como el pobre Sánchez Camacho, uno de sus empleados más limitados pero más fieles, a lanzar amenazas ante los medios para hacer quedar mal a Aureoles, cuya cabeza pretende el de las ligas.
Aunque la decisión final sobre la postura que tomará el PRD ante Peña Nieto se decidirá el próximo miércoles, El Sombrita fue enviado a enturbiar el ambiente para generar a su patrón las condiciones idóneas para negociar, pues de todos es sabido que el esposo de Dolores Padierna se mueve mejor en medio de la confusión.
Qué pobreza de partido es el que, a estas alturas y con los retos que tiene México, centra su debate en si apoyarán o no que el futuro mandatario mexicano asuma en un ambiente de respeto o si le harán un escándalo, como si eso fuera lo importante.
La propia Padierna, senadora que llegó a la curul por las negociaciones de su esposo, ha advertido que no dejarán que otro usurpador se siente en la silla presidencial; parece que es la única que no se ha dado cuenta que ese debate ya se acabó hace meses.
Si Bejarano, su mujer y sus empleados quieren tanto a López Obrador, ¿por qué no se van con él a fundar Morena y dejan al PRD, nada más para ser un poco congruentes?
Claro que no, pues los dineros y el poder lo tienen en el sol azteca, por mucho que digan que el partido está podrido y que quienes lo dirigen son unos corruptos que se vendieron al actual presidente Felipe Calderón.
Primero van a ver de qué tamaño es el hoyo que El Peje le hace a la izquierda y después decidirán para dónde jalar, aunque su objetivo es quedarse con todo el PRD.
Mientras tanto, Sánchez Camacho insiste en que no descartan tomar la tribuna e incluso llamar a una movilización en plazas públicas del país contra la toma de protesta de Peña Nieto, pero que todo depende de un análisis que hagan sobre la percepción que la gente tendría de ese acto.
Seguramente piensa el pobre que la nación lo aplaudiría.
CENTAVITOS… Y hablando de Morena, el que ayer anunció su renuncia al PRD y su afiliación al movimiento de El Peje fue Martí Batres, quien sólo quiere cambiar de ubre; deja perredista y buscar la de Regeneración Nacional… Por cierto, a través de las redes sociales el diputado Fernando Zárate, ex secretario particular de Jesús Zambrano, anda diciendo que es falso que el PRD en San Lázaro explote a sus empleados y asesores y los tenga sin contrato ni prestaciones sociales, y que el miércoles va a presentar las pruebas. Pues los asesores no tan sólo trabajan sin contrato, sino que ni siquiera les han pagado —en efectivo, como albañiles o ambulantes— su última quincena… que a lo mejor mañana. Los únicos empleados con contrato son los de Servicios Parlamentarios; a los demás ya les dijeron que a lo mejor en enero, pues los recursos para este año ya están etiquetados. ¿Podría Zárate sostener sus dichos ante los empleados?
Cuando menos eso dijo ayer Alejandro El Sombrita Sánchez Camacho, secretario general del PRD, en una de sus huecas conferencias de prensa domingueras, que por lo regular acaban desmentidas por sus propios compañeros.
Independientemente de que sea cierta o no, la intención de René Bejarano y sus huestes de sacar pancartas, abuchear a Peña Nieto o darle la espalda durante el evento, lo que hay detrás de esas declaraciones es una abierta intención de desestabilizar a su coordinador legislativo, Silvano Aureoles.
El michoacano, líder de la fracción del sol azteca en San Lázaro, ha asegurado que su partido se comportará institucionalmente durante el cambio de Presidente de México, y que así lo acordó el grupo parlamentario.
Ante eso Bejarano busca moverle el tapete y manda a sus lacayos, como el pobre Sánchez Camacho, uno de sus empleados más limitados pero más fieles, a lanzar amenazas ante los medios para hacer quedar mal a Aureoles, cuya cabeza pretende el de las ligas.
Aunque la decisión final sobre la postura que tomará el PRD ante Peña Nieto se decidirá el próximo miércoles, El Sombrita fue enviado a enturbiar el ambiente para generar a su patrón las condiciones idóneas para negociar, pues de todos es sabido que el esposo de Dolores Padierna se mueve mejor en medio de la confusión.
Qué pobreza de partido es el que, a estas alturas y con los retos que tiene México, centra su debate en si apoyarán o no que el futuro mandatario mexicano asuma en un ambiente de respeto o si le harán un escándalo, como si eso fuera lo importante.
La propia Padierna, senadora que llegó a la curul por las negociaciones de su esposo, ha advertido que no dejarán que otro usurpador se siente en la silla presidencial; parece que es la única que no se ha dado cuenta que ese debate ya se acabó hace meses.
Si Bejarano, su mujer y sus empleados quieren tanto a López Obrador, ¿por qué no se van con él a fundar Morena y dejan al PRD, nada más para ser un poco congruentes?
Claro que no, pues los dineros y el poder lo tienen en el sol azteca, por mucho que digan que el partido está podrido y que quienes lo dirigen son unos corruptos que se vendieron al actual presidente Felipe Calderón.
Primero van a ver de qué tamaño es el hoyo que El Peje le hace a la izquierda y después decidirán para dónde jalar, aunque su objetivo es quedarse con todo el PRD.
Mientras tanto, Sánchez Camacho insiste en que no descartan tomar la tribuna e incluso llamar a una movilización en plazas públicas del país contra la toma de protesta de Peña Nieto, pero que todo depende de un análisis que hagan sobre la percepción que la gente tendría de ese acto.
Seguramente piensa el pobre que la nación lo aplaudiría.
CENTAVITOS… Y hablando de Morena, el que ayer anunció su renuncia al PRD y su afiliación al movimiento de El Peje fue Martí Batres, quien sólo quiere cambiar de ubre; deja perredista y buscar la de Regeneración Nacional… Por cierto, a través de las redes sociales el diputado Fernando Zárate, ex secretario particular de Jesús Zambrano, anda diciendo que es falso que el PRD en San Lázaro explote a sus empleados y asesores y los tenga sin contrato ni prestaciones sociales, y que el miércoles va a presentar las pruebas. Pues los asesores no tan sólo trabajan sin contrato, sino que ni siquiera les han pagado —en efectivo, como albañiles o ambulantes— su última quincena… que a lo mejor mañana. Los únicos empleados con contrato son los de Servicios Parlamentarios; a los demás ya les dijeron que a lo mejor en enero, pues los recursos para este año ya están etiquetados. ¿Podría Zárate sostener sus dichos ante los empleados?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario