Se ahorra con autos nuevos, alega Senado; legisladores heredan beneficios
Cordero también defiende la compra de computadoras: “es una práctica regular”
Leticia Robles de la Rosa
El Senado defendió las compras de
automóviles nuevos y computadoras personales para todos los
legisladores, con cargo al erario. Ernesto Cordero, presidente de la
Mesa Directiva, aseguró que la adquisición de esos bienes representa un
ahorro significativo para la cámara.
Excélsior informó ayer que desde septiembre los senadores dispusieron de una bolsa de 32 millones de pesos para comprar autos nuevos y otros 3.2 millones para computadoras personales.
“Antes, el Senado tenía una flotilla de 128 carcachas que costaban una gran cantidad de dinero estarlas reparando, estarlas manteniendo, estarles dando gasolina.
“Ahora no. Desde 2006 se tomó la decisión de que cada inicio de legislatura se le da un apoyo a cada senador para que compre su vehículo y se haga responsable de ese auto, y ya no es un costo más para el Senado”, dijo.
El panista expuso que “está perfectamente acreditado” que este tipo de compras han significado al Senado “un ahorro muy importante en términos administrativos”.
Al preguntarle a Cordero si es insuficiente la dieta mensual de 127 mil pesos de cada senador para que ellos mismos asuman el costo de los autos nuevos, respondió:
“Yo creo que eso no es raro en todas las instancias de gobierno.
Diría que en el mundo estas cosas suceden y, bueno, yo te diría que es una práctica regular; es una práctica administrativa sana.”
Por su parte, Jorge Luis Lavalle, presidente de la Comisión de Administración del Senado, explicó que la compra de autos y computadoras se ajusta a una dinámica heredada; es decir, que los legisladores pasados también recibían una cantidad igual para su auto.
Confirmó que nadie ha rechazado en la cámara el vale para la compra de su auto y aseguró que los senadores de la legislatura pasada también recibieron los recursos para ese fin, a pesar de que ellos sí habían rechazado hacer las adquisiciones.
El Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando no especifica que la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Senado justifica autos y laps
Ernesto Cordero afirma que esto se practica en todos lados y en otros países, y ha significado grandes ahorros al Legislativo.
El presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, y el responsable de la Comisión de Administración, Jorge Luis Lavalle, aseguraron que la entrega de 250 mil pesos a cada uno de los 128 legisladores para la compra de su automóvil, así como un vale de 25 mil pesos para la adquisición de una computadora personal, constituyen un ahorro significativo para esta instancia parlamentaria.
“Antes el Senado tenía una flotilla de 128 carcachas que costaba una gran cantidad de dinero estarlas reparando, estarlas manteniendo, estarles dando gasolina.
“Ahora no; desde 2006 se tomó la decisión de que cada inicio de Legislatura se le da un apoyo a cada senador para que compre su vehículo y se haga responsable de ese vehículo, y ya no es un costo más para el Senado de la República.
“Y está perfectamente acreditado que esto le ha significado un ahorro muy importante en términos administrativos al Senado de la República. No es la única institución que hace esto”, explicó Ernesto Cordero.
Al preguntársele si la dieta mensual de 127 mil pesos no es suficiente como para que los senadores compren con su propio dinero sus automóviles, y el porqué el Senado debe asumir el costo de tales vehículos, Ernesto Cordero justificó que eso ocurre en muchas partes del mundo.
“Yo creo que eso no es raro; en absolutamente todas las instancias de gobierno, y te diría que en el mundo, estas cosas suceden y, bueno, yo te diría que es una práctica regular; es una práctica administrativa sana y es una práctica administrativa que ha generado ahorros importantes, como se puede acreditar.
“(…) Yo creo que muchos de los vehículos se utilizan para el servicio de los senadores.
“Hay que recordar que muchos de los senadores, la mayoría de los senadores, no viven en la Ciudad de México y se están trasladando cada semana de sus casas en cada uno de los 31 estados del país a trabajar en el Senado de la República tres, cuatro días a la semana.
“Entonces, mira, yo creo que es parte, es un gasto en el que incurren por ser senadores y yo creo que es más que justificado”, añadió el panista.
Ninguno lo ha regresado
Jorge Luis Lavalle, presidente de la Comisión de Administración del Senado, explicó por separado en entrevista con Excélsior que el apoyo para la compra de automóviles se ajusta a una dinámica heredada; es decir, que los legisladores pasados también recibían una cantidad igual para su auto.
Interrogado sobre el hecho de que hace seis años el Senado anunció justamente la cancelación de la compra de automóviles y que ese gasto correría a cuenta de los mismos legisladores, aseguró que si bien ya no se compraron automóviles, lo cierto es que sí les daban este dinero en efectivo.
También confirmó que hasta el momento ninguno de los 128 legisladores ha rechazado la entrega de este apoyo.
“Eso viene de una política que se tomó en anteriores legislaturas, precisamente para generarle un ahorro al Senado, precisamente porque era un problema realmente para el Senado hacerse de parques vehiculares muy grandes, de 128 vehículos, para darle un vehículo para las funciones propias del senador.
“Por ello fue que se decidió desde hace varias legislaturas darle un apoyo de 250 mil pesos a los senadores y con ello evitar los pagos de mantenimiento, de tenencia, de emplacado y todos los pagos de seguros.
“Es por ello que se tomó esta política, pero no es de ahorita, viene de muchas legislaturas atrás”, afirmó.
— ¿Y este dinero se les da cada año?
— No, para nada. Es una vez. Bueno la política como venía es que se les daba cada Legislatura, pero nosotros sólo lo estamos dando por esta ocasión.
— Y el bono para la compra de computadoras personales, eso se mantendrá o…
— Efectivamente es algo similar, para no estar precisamente actualizando constantemente, o también teniendo la alternativa que termina siendo un poco más cara de mantener programas de leasing, se les da un apoyo para comprar una computadora personal, que es para su uso precisamente para esos efectos.
—¿Algún legislador ha regresado este apoyo; ha expresado que no lo quiere?
— Que yo sepa no es así; que yo sepa, no ha ocurrido.
En tanto, Jorge Luis Preciado, senador del PAN, consideró que este tipo de vales sería ofensivo si los senadores no lo desquitaran.
“Es una cuestión de criterio. Es decir, todos los servidores públicos pues tienen ciertos servicios cuando llegan a un cargo público y obviamente creo que es ofensivo que lo cobren y no lo desquiten. Es decir, quién trabaja, quién propone, quién discute, quién analiza y quién hace cosas para la ciudadanía.
“Bueno, pero es parte subjetiva decidir si se desquita o no se desquita (el apoyo)”, consideró Preciado.
El Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando no especifica que la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Un senador tiene derecho legal a un seguro de vida institucional; de gastos médicos mayores y seguro de separación; además, la gratificación de fin de año, así como “apoyos para traslado, asistencia legislativa y atención ciudadana”.
De acuerdo con la información periódica que hace pública la Tesorería del Senado, a los legisladores se les entregan cuatro boletos de avión a la semana; dos de ida y dos de vuelta a su lugar de origen; también a todos se les entrega una tarjeta para el pago de casetas en carretera, en función de su derecho a “apoyos para traslado”.
A diferencia de los senadores, cuyos apoyos naturales de su cargo no especifican el concepto automóvil, para los secretarios generales de Servicios Parlamentarios y de Servicios Administrativos, así como el tesorero, los directores generales y los jefes de Unidad sí tienen en sus prestaciones la indicación expresa, que dice: “Vehículos: uno para el servicio de la unidad administrativa”.
La información oficial del Senado, actualizada a marzo de este año, especifica que cuenta con una flotilla de 104 vehículos de su propiedad.
De ésos, 18 están asignados a órganos de gobierno; 34 a uso de grupos parlamentarios; 14 para las áreas técnicas y parlamentarias; 12 para Servicios Administrativos; cuatro para Servicios Financieros; diez para servicios de carga y colectivos y 12 son “flotilla de apoyo a Senadores”.
Precisa que en el caso de los integrantes de los órganos de gobierno, cada uno tiene su automóvil, pues la Mesa Directiva tiene asignados nueve; la Junta de Coordinación Política tres (son ocho integrantes); la Comisión de Administración tres y el Instituto Belisario Domínguez, otros tres.
De los distribuidos entre los grupos parlamentarios, según información, aún de la LXI Legislatura, el PAN tenía 11 autos; PRI, nueve; PRD ocho; PVEM y PT, dos, mismo número que tuvo Movimiento Ciudadano, que ya no es grupo parlamentario.
Las áreas técnicas y parlamentarias, la Secretaría General de Servicios Parlamentarios, la Consultoría Jurídica Legislativa; Coordinación del Cuerpo Técnico Profesional; la Dirección General de Apoyo Parlamentario; la Dirección General de Archivo Histórico y Memoria Legislativa; Centro de Capacitación y Formación Permanente y la Coordinación de Comunicación Social tienen un automóvil cada una; la Coordinación General de Asuntos Internacionales y Relaciones Parlamentarias, dos, y la Contraloría Interna, cinco.
2012-11-21 13:30:00
Excélsior informó ayer que desde septiembre los senadores dispusieron de una bolsa de 32 millones de pesos para comprar autos nuevos y otros 3.2 millones para computadoras personales.
“Antes, el Senado tenía una flotilla de 128 carcachas que costaban una gran cantidad de dinero estarlas reparando, estarlas manteniendo, estarles dando gasolina.
“Ahora no. Desde 2006 se tomó la decisión de que cada inicio de legislatura se le da un apoyo a cada senador para que compre su vehículo y se haga responsable de ese auto, y ya no es un costo más para el Senado”, dijo.
El panista expuso que “está perfectamente acreditado” que este tipo de compras han significado al Senado “un ahorro muy importante en términos administrativos”.
Al preguntarle a Cordero si es insuficiente la dieta mensual de 127 mil pesos de cada senador para que ellos mismos asuman el costo de los autos nuevos, respondió:
“Yo creo que eso no es raro en todas las instancias de gobierno.
Diría que en el mundo estas cosas suceden y, bueno, yo te diría que es una práctica regular; es una práctica administrativa sana.”
Por su parte, Jorge Luis Lavalle, presidente de la Comisión de Administración del Senado, explicó que la compra de autos y computadoras se ajusta a una dinámica heredada; es decir, que los legisladores pasados también recibían una cantidad igual para su auto.
Confirmó que nadie ha rechazado en la cámara el vale para la compra de su auto y aseguró que los senadores de la legislatura pasada también recibieron los recursos para ese fin, a pesar de que ellos sí habían rechazado hacer las adquisiciones.
El Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando no especifica que la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Senado justifica autos y laps
Ernesto Cordero afirma que esto se practica en todos lados y en otros países, y ha significado grandes ahorros al Legislativo.
El presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, y el responsable de la Comisión de Administración, Jorge Luis Lavalle, aseguraron que la entrega de 250 mil pesos a cada uno de los 128 legisladores para la compra de su automóvil, así como un vale de 25 mil pesos para la adquisición de una computadora personal, constituyen un ahorro significativo para esta instancia parlamentaria.
“Antes el Senado tenía una flotilla de 128 carcachas que costaba una gran cantidad de dinero estarlas reparando, estarlas manteniendo, estarles dando gasolina.
“Ahora no; desde 2006 se tomó la decisión de que cada inicio de Legislatura se le da un apoyo a cada senador para que compre su vehículo y se haga responsable de ese vehículo, y ya no es un costo más para el Senado de la República.
“Y está perfectamente acreditado que esto le ha significado un ahorro muy importante en términos administrativos al Senado de la República. No es la única institución que hace esto”, explicó Ernesto Cordero.
Al preguntársele si la dieta mensual de 127 mil pesos no es suficiente como para que los senadores compren con su propio dinero sus automóviles, y el porqué el Senado debe asumir el costo de tales vehículos, Ernesto Cordero justificó que eso ocurre en muchas partes del mundo.
“Yo creo que eso no es raro; en absolutamente todas las instancias de gobierno, y te diría que en el mundo, estas cosas suceden y, bueno, yo te diría que es una práctica regular; es una práctica administrativa sana y es una práctica administrativa que ha generado ahorros importantes, como se puede acreditar.
“(…) Yo creo que muchos de los vehículos se utilizan para el servicio de los senadores.
“Hay que recordar que muchos de los senadores, la mayoría de los senadores, no viven en la Ciudad de México y se están trasladando cada semana de sus casas en cada uno de los 31 estados del país a trabajar en el Senado de la República tres, cuatro días a la semana.
“Entonces, mira, yo creo que es parte, es un gasto en el que incurren por ser senadores y yo creo que es más que justificado”, añadió el panista.
Ninguno lo ha regresado
Jorge Luis Lavalle, presidente de la Comisión de Administración del Senado, explicó por separado en entrevista con Excélsior que el apoyo para la compra de automóviles se ajusta a una dinámica heredada; es decir, que los legisladores pasados también recibían una cantidad igual para su auto.
Interrogado sobre el hecho de que hace seis años el Senado anunció justamente la cancelación de la compra de automóviles y que ese gasto correría a cuenta de los mismos legisladores, aseguró que si bien ya no se compraron automóviles, lo cierto es que sí les daban este dinero en efectivo.
También confirmó que hasta el momento ninguno de los 128 legisladores ha rechazado la entrega de este apoyo.
“Eso viene de una política que se tomó en anteriores legislaturas, precisamente para generarle un ahorro al Senado, precisamente porque era un problema realmente para el Senado hacerse de parques vehiculares muy grandes, de 128 vehículos, para darle un vehículo para las funciones propias del senador.
“Por ello fue que se decidió desde hace varias legislaturas darle un apoyo de 250 mil pesos a los senadores y con ello evitar los pagos de mantenimiento, de tenencia, de emplacado y todos los pagos de seguros.
“Es por ello que se tomó esta política, pero no es de ahorita, viene de muchas legislaturas atrás”, afirmó.
— ¿Y este dinero se les da cada año?
— No, para nada. Es una vez. Bueno la política como venía es que se les daba cada Legislatura, pero nosotros sólo lo estamos dando por esta ocasión.
— Y el bono para la compra de computadoras personales, eso se mantendrá o…
— Efectivamente es algo similar, para no estar precisamente actualizando constantemente, o también teniendo la alternativa que termina siendo un poco más cara de mantener programas de leasing, se les da un apoyo para comprar una computadora personal, que es para su uso precisamente para esos efectos.
—¿Algún legislador ha regresado este apoyo; ha expresado que no lo quiere?
— Que yo sepa no es así; que yo sepa, no ha ocurrido.
En tanto, Jorge Luis Preciado, senador del PAN, consideró que este tipo de vales sería ofensivo si los senadores no lo desquitaran.
“Es una cuestión de criterio. Es decir, todos los servidores públicos pues tienen ciertos servicios cuando llegan a un cargo público y obviamente creo que es ofensivo que lo cobren y no lo desquiten. Es decir, quién trabaja, quién propone, quién discute, quién analiza y quién hace cosas para la ciudadanía.
“Bueno, pero es parte subjetiva decidir si se desquita o no se desquita (el apoyo)”, consideró Preciado.
...pero no son prestaciones especificadas
Tesorero, directores y otros mandos sí tienen ese derecho, según la ley.
La entrega de 250 mil pesos para que los senadores se compren un
automóvil no forma parte de las prestaciones explícitas a las que tienen
derechos los legisladores federales.El Manual de Percepciones de los Senadores y Servidores Públicos de Mando no especifica que la compra de un vehículo sea parte de sus derechos.
Un senador tiene derecho legal a un seguro de vida institucional; de gastos médicos mayores y seguro de separación; además, la gratificación de fin de año, así como “apoyos para traslado, asistencia legislativa y atención ciudadana”.
De acuerdo con la información periódica que hace pública la Tesorería del Senado, a los legisladores se les entregan cuatro boletos de avión a la semana; dos de ida y dos de vuelta a su lugar de origen; también a todos se les entrega una tarjeta para el pago de casetas en carretera, en función de su derecho a “apoyos para traslado”.
A diferencia de los senadores, cuyos apoyos naturales de su cargo no especifican el concepto automóvil, para los secretarios generales de Servicios Parlamentarios y de Servicios Administrativos, así como el tesorero, los directores generales y los jefes de Unidad sí tienen en sus prestaciones la indicación expresa, que dice: “Vehículos: uno para el servicio de la unidad administrativa”.
La información oficial del Senado, actualizada a marzo de este año, especifica que cuenta con una flotilla de 104 vehículos de su propiedad.
De ésos, 18 están asignados a órganos de gobierno; 34 a uso de grupos parlamentarios; 14 para las áreas técnicas y parlamentarias; 12 para Servicios Administrativos; cuatro para Servicios Financieros; diez para servicios de carga y colectivos y 12 son “flotilla de apoyo a Senadores”.
Precisa que en el caso de los integrantes de los órganos de gobierno, cada uno tiene su automóvil, pues la Mesa Directiva tiene asignados nueve; la Junta de Coordinación Política tres (son ocho integrantes); la Comisión de Administración tres y el Instituto Belisario Domínguez, otros tres.
De los distribuidos entre los grupos parlamentarios, según información, aún de la LXI Legislatura, el PAN tenía 11 autos; PRI, nueve; PRD ocho; PVEM y PT, dos, mismo número que tuvo Movimiento Ciudadano, que ya no es grupo parlamentario.
Las áreas técnicas y parlamentarias, la Secretaría General de Servicios Parlamentarios, la Consultoría Jurídica Legislativa; Coordinación del Cuerpo Técnico Profesional; la Dirección General de Apoyo Parlamentario; la Dirección General de Archivo Histórico y Memoria Legislativa; Centro de Capacitación y Formación Permanente y la Coordinación de Comunicación Social tienen un automóvil cada una; la Coordinación General de Asuntos Internacionales y Relaciones Parlamentarias, dos, y la Contraloría Interna, cinco.
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