¿A qué le temes Elba Esther?

 

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Angel Sandoval

Continúamos.

 

¿A qué le temes Elba Esther?

Escrito por Autor Invitado

por José Luis Montenegro

Elba Esther, la mujer que vive maniatada a un interminable juego de poder, el cual, debe ganar afiliándose al partido único de la oligarquía. Acaparando instituciones. Consiguiendo prebendas políticas. Esquivando la rendición de cuentas. Negociando las evaluaciones docentes. Obteniendo año con año más presupuesto, sin dar siquiera, buenos resultados.

Elba Esther, la orgullosa, la comprometida, la mujer que todo lo puede, o podía hasta ahora; está por cumplir 24 años al frente del sindicato más grande de América Latina. Alegre y efusiva, ejerce impunemente ese cargo que le cuesta al país año con año, millones de niños mexicanos que no cuentan con las habilidades mínimas para desarrollarse frente a un mundo cada vez más competitivo y meritocrático.

La realidad es evidente, y el panorama catastrófico; la pregunta que hoy persiste en el ánimo colectivo con el fin de erradicar por completo el rezago educativo, y con  la llegada de una reestructuración del régimen de gobierno que presume ser nuevo, es: ¿A qué le temes Elba Esther?

¿Le temes al nombramiento de Emilio Chuayffet al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP); o al nulo compadrazgo que podrán tener debido a la rivalidad incesante que han protagonizado ambos a través de los años?

¿Le temes a la ruptura del PRI con el Partido Nueva Alianza; o a la desaparición del acuerdo que garantizaba espacios a tu hija y a tu yerno, Mónica Arriola y Fernando González, incluso, al ex consejero electoral del IFE, Emilio Zebadúa, así como al Niño Verde, Jorge Emilio González Martínez?

¿Le temes a que el séquito de más de 1.4 millones de maestros sindicalizados que controlas, te defraude; o el miedo radica en perder las ganancias que ellos representan de más de 102 millones de pesos en cuotas, como lo demuestran cifras oficiales del año 2008?

¿A qué le temes Elba Esther, a que tu imperio se caiga por completo; o a rendir cuentas por los 1,700 millones de pesos anuales que se utilizan para pagar el sueldo de por lo menos 22,353 comisionados sindicales, y que la mayoría de ellos, no den clases o se encuentren como chóferes de gobernadores y en marchas, para acumular puntos y obtener un mejor sueldo?

¿Le temes a que el cargo que ocupaba tu yerno, Fernando González, como titular de la Subsecretaría de Educación Básica ya no cosechará la herencia que pensabas dejarle a tus nietos; o que en su lugar fue nombrada la especialista Alba Martínez Olivé, y con esto, quedes fuera del reparto de cargos en la SEP?

¿Cuál es el miedo Elba Esther, que fue nombrado Sebastián Lerdo de Tejada director del ISSSTE; o que en las administraciones de los expresidentes Fox y Calderón, ese cargo era liderado por funcionarios leales a ti?

¿Le temes a que tu presupuesto personal disminuya, y con esto, tu guardarropa se límite a un par de prendas por semana; o a que realmente se erradique con la métrica que argumenta ‘Mexicanos Primero’, que de cada 100 niños que cursan educación primaria, sólo 10 egresarán de licenciatura, y dos o tres concluirán un posgrado?

¿El miedo acaso es porque ya sientes que el agua te llegó al cuello; o el temor radica en que quizá este sea tu último sexenio con poder e influencia política en las cúpulas más altas?

¿Le temes a que Peña Nieto, quien no aceptara ser aliado tuyo en esta elección, esté planeando restarle poder al SNTE; o prefieres creer que la llegada de una posible reforma educativa te beneficiará más, sin importar que tan solo el 0.7 por ciento de alumnos mexicanos destaquen frente al mundo, como lo refleja la prueba PISA, donde nos encontramos en los niveles 0 y 1, sin las habilidades mínimas para competir?

¿Por qué olemos tu miedo, acaso será porque los pactos a los que estabas acostumbrada, ya no serán tan fáciles de concluir; o porque esta vez parece que ya no te otorgarán más instituciones como lo hizo Felipe Calderón en su sexenio, regalándote la Lotería Nacional como pago a cuenta de la silla presidencial que le ayudaste a conseguir?

¿Por qué tanta prisa Elba Esther, será que aún quieres obtener un poco del gasto público que otorga el Gobierno Federal a la educación, el 20.6 por ciento, más que cualquier otro país de la OCDE; o tu inquietud se debe a que la misma maquinaria que operó con tu ayuda durante tantos años, ahora te esté desarmando para tirarte a la basura?

¿Le temes a que al final del día tu imagen no resulte ser la de una luchadora social; o levantarte orgullosa día a día estando consciente de ser la mujer más odiada de México?

¿Cuál es el miedo Elba Esther, a que el gobierno mexicano deje de invertir nueve de cada 10 pesos del presupuesto educativo en la nómina magisterial; o a que ahora con la supuesta Ley de Transparencia Sindical tu ‘colchón’ sea juzgado, y  con esto, tengas que rendirle cuentas a los mexicanos después de tantos años de impunidad?

¿Por qué la desesperación, acaso el futuro que te espera con los 71 mil pesos por nómina que asegura el SNTE que ganas, no te alcanzarán para vivir; o esa ambición desmedida ya no conoce límites y la vida más allá del sindicato debe asegurar más que una lujosa residencia en San Diego?

¿Cuál es el miedo, a que el día de mañana tu cacicazgo muera; o a que la Alianza por la Calidad de la Educación que nunca permeó resultados a favor de los mexicanos, sea la sombra que te persiga toda la vida?

Qué pasa Elba Esther, ¿El miedo ya no es ahora asunto meramente personal, o cuál es el temor público que irradia en tu más notable ausencia en los medios y los congresos que organizas?

¿Poder es poder, no es así? ¿Y el tuyo? Creo que está llegando tu fin, por eso la pregunta es insistente ¿A qué le temes Elba Esther?