Periodistas también fueron objetivos israelíes en Gaza
13. diciembre, 2012
En la pasada ofensiva israelí contra Palestina, los periodistas también fueron blanco. Al menos tres, murieron en ataques del Ejército de Israel durante noviembre. En la última década, el número asciende a 18. Para organizaciones de periodistas palestinos no se trata de errores, sino de una política sistemática para inhibir las informaciones contrarias a los intereses judíos en la región
Jillian Kestler-D’Amours/IPS
Ramala, Palestina. Palestina. Mientras se observa un cese del fuego
entre Israel y Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia
Islámica), organizaciones de derechos humanos llaman a investigar abusos
cometidos durante la ofensiva israelí en Gaza, incluyendo asesinatos de
periodistas.
“Queremos una investigación internacional sobre lo que ocurrió”,
dice a Inter Press Service (IPS) el presidente del Sindicato de
Periodistas Palestinos, Abdal Nasser Najjar.
“Queremos poner fin a esta política [israelí] de matar y herir a
periodistas. No hay diferencia entre periodistas, sean israelíes,
palestinos o de otras partes del mundo. Sólo queremos hacer nuestro
trabajo”, añade.
En la última Operación Pilar de Defensa, 162 gazatíes murieron y
otros, más de 1 mil 100, resultaron heridos. Tres periodistas palestinos
fallecieron y más de 10 resultaron heridos por ataques aéreos
selectivos.
Según el Centro Palestino para el Desarrollo y las Libertades de
los Medios, el Ejército israelí mató en la última década a 18
periodistas, entre ellos, dos extranjeros.
“Han clasificado a los periodistas como enemigos. No quieren que el
mundo sepa lo que están haciendo en Gaza ni cuáles son los crímenes de
los soldados israelíes. Creo que no quieren que la información salga de
Gaza”, señala Najjar, editor en jefe del periódico Al Ayam.
El martes 20 de noviembre, dos camarógrafos palestinos del canal de
televisión Al Aqsa murieron instantáneamente cuando un misil israelí
impactó su automóvil, que supuestamente llevaba el signo TV en letras
fluorescentes.
Los dos reporteros, Hussam Mohammad Salama, de 30 años, y Mahmoud
Ali Al Koumi, de 29, se dirigían al hospital Shifa, en la ciudad de
Gaza, para documentar la asistencia a los palestinos heridos.
Ese mismo día, un tercer periodista, Mohammad Abu Aisha, director
de la Radio Educativa Al Quds, murió cuando un misil impactó igualmente
su automóvil.
La organización Reporteros Sin Fronteras señaló en una declaración
divulgada el miércoles 21, que los ataques fueron “deliberados”, y
subrayó que “los periodistas tienen derecho a la misma protección que
los civiles y no deben ser considerados objetivos militares”.
Casi una docena de periodistas resultaron heridos en una serie de
ataques aéreos israelíes sobre la ciudad de Gaza que impactaron en
edificios donde había oficinas de medios locales y extranjeros, como Al Arabiya, Russia Tv y las agencias de noticias AFP y la palestina Ma’an, entre otros.
“Exigimos que la Organización de las Naciones Unidas forme un
comité para realizar una completa investigación de esos ataques, y
adopte medidas contra el gobierno israelí. Además, la comunidad
internacional debe responder de inmediato a este acto terrible”, señaló
el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Jim
Boumelha, en una declaración.
El miércoles 21 de noviembre, la oficina del portavoz militar de
Israel publicó el siguiente mensaje en su cuenta de la red social
Twitter: “advertencia a periodistas en Gaza: aléjense de operativos y de
instalaciones de Hamás. Este grupo terrorista los usará como escudos
humanos”.
El gobierno israelí también insinuó que los trabajadores del canal
palestino Al Aqsa TV, uno de los medios atacados en Gaza, no eran
periodistas de verdad, ya que la emisora está afiliada a Hamás.
“La estación de Al Aqsa es un centro de comando y control de Hamás.
Al igual que en otros regímenes totalitarios, los medios son usados con
fines de seguridad. Desde nuestro punto de vista, ese no es un
periodismo legítimo”, dijo el portavoz del gobierno israelí, Mark Regev,
en una acalorada entrevista televisada por la cadena Al Jazeera.
“No tenemos como objetivo a los periodistas, sino a Hamás”, subrayó Regev.
Según el director del Centro Al Mezan para los Derechos Humanos
gazatí, Issam Younes, el cuestionamiento israelí a la legitimidad de los
periodistas palestinos es sólo un pretexto para justificar sus ataques
indiscriminados sobre Gaza.
“Imagine si Hamás dijera que los comentaristas de [las estaciones
de noticias israelíes] Canal 2 y Canal 10 son gente del Shabak [agencia
de inteligencia y seguridad interior de Israel], ¿entonces son legítimos
objetivos de Hamás? Es sólo un pretexto”, dice Younes a IPS.
La salida y la entrada de personas a la Franja de Gaza están casi
enteramente controladas por Israel. Egipto administra el sureño puesto
fronterizo de Rafah. Al comienzo de esta última ofensiva, Israel
permitió la entrada de decenas de periodistas internacionales.
Esto fue un cambio respecto de pasadas políticas del Estado judío.
Durante su anterior ofensiva en Gaza, en 2008 y 2009, Israel prohibió el
ingreso de reporteros extranjeros y declaró a una amplia área
fronteriza “zona militar cerrada”.
También utilizó extrema violencia contra periodistas gazatíes que cubrieron aquella ofensiva de 3 semanas.
La estación de Al Aqsa en la Franja fue destruida por completo en
aquella operación llamada Plomo Fundido, con pérdidas de aproximadamente
6 millones de dólares. Las oficinas del semanario Al Risala también fueron dañadas.
“Ya no hay límites. Todo puede ser un objetivo siempre que haya
cobertura política y mientras [los israelíes] sigan creyendo que son
inmunes, que están por encima de la ley y que pueden hacer lo que
quieran sin ser investigados”, dice Younes.
Fuente: Contralínea 314 / diciembre 2012
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