El Gobierno colombiano descarta una crisis por aplazar los diálogos con FARC

Bogotá,  (EFE).- El Gobierno Colombiano descartó hoy que haya crisis en los diálogos con las FARC que se adelantan en Cuba tras el aplazamiento del reinicio de las conversaciones, hasta la tercera semana de abril, dado a conocer por las partes a través de un comunicado emitido desde La Habana.
"Este aplazamiento es para mejorar, para imprimir impulso, pero no hay crisis", afirmó en una breve declaración a RCN radio, el jefe del grupo negociador del Gobierno, Humberto de La Calle.

El jefe de los negociadores del Gobierno colombiano, el exvicepresidente Humberto de la Calle (c), lee un comunicado en la mesa de negociaciones con las FARC, al concluir un nuevo ciclo, el pasado 21 de marzo, en La Habana (Cuba). EFE/Archivo

Esta declaración se unió hoy a la del ministro de agricultura, Juan Camilo Restrepo, quien se mostró satisfecho con los avances que se han logrado hasta el momento en el tema agrario, y quien también vio como positivo el aplazamiento de los diálogos.
"Allá en La Habana sí se habían hecho avances muy importantes. Seguramente estos días de análisis y consultas contribuirán a que se pueda rematar este proceso en la mejor oportunidad posible", dijo.
A través de un comunicado conjunto, el Gobierno y la guerrilla informaron este sábado que "luego de una serie de reuniones en los días de Semana Santa, las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP acordaron retomar las conversaciones la tercera semana de abril".
Y agregan que "las delegaciones dedicarán la primera quincena de abril a trabajar por separado en los subtemas que restan del primer punto (desarrollo agrario integral) de la agenda pactada para los diálogos de paz.
Además, realizarán "consultas con la Universidad Nacional y las Naciones Unidas el 5 de abril para la preparación del foro sobre participación política (segundo tema de la agenda) que se llevará a cabo el 28, 29 y 30 de abril en Bogotá".
Al respecto, el representante a la Cámara por el Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, reconoció que es un "signo alentador" comenzar a tocar el segundo punto en el marco de las negociaciones.
"Creo que es un signo muy alentador que se convoque para discutir el segundo tema. Eso muestra que hay avances y que se trabaja para que pronto sea evacuado el primer punto", aseguró Cepeda a medios de prensa locales.
Sin embargo, el aplazamiento de los diálogos se da días después de que los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) descartaron la rendición y la cárcel en la vía a la participación política.
A través también de un comunicado, el grupo insurgente tildó de poco "realista" el supuesto planteamiento oficialista que implica "rendición", cargos públicos medios y "unos años de cárcel" para garantizar su participación política si se firma la paz.
De igual manera, el aplazamiento en las negociaciones contrasta con las declaraciones del cardenal colombiano Rubén Salazar, quien durante los actos litúrgicos de Semana Santa pidió celeridad en los acuerdos de paz para que lleven por fin a la salida del conflicto armado en Colombia.
"Es necesario que esa negociación de La Habana se haga a un ritmo rápido porque no podemos permitirnos el lujo de estarnos años ahí sentados dialogando casi de espaldas al país", manifestó.
Las delegaciones del Gobierno y las FARC cerraron el séptimo ciclo de las conversaciones el pasado 21 de marzo, sin un acuerdo definitivo sobre el tema agrario, que ha sido considerado como el punto más complejo de los seis que están pactados en la agenda.
Los negociadores del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de las FARC iniciaron los diálogos de paz en La Habana, Cuba, en noviembre de 2012 en un intento por poner fin al conflicto armado colombiano que ya cumple más de medio siglo.
El siguiente tema en discusión en el proceso de paz después del desarrollo agrario integral, será la participación política, al que le siguen el fin del conflicto armado, el problema del narcotráfico, la reparación y atención a las víctimas y la verificación de lo pactado en la mesa.