martes, 12 de marzo de 2013

"No soy Chávez, pero soy su hijo": Maduro

"No soy Chávez, pero soy su hijo": Maduro

APmar 12 mar 2013 07:34
Nicolás Maduro registró su candidatura rumbo a las elecciones.
Maduro realizó una manifestación multitudinaria, mientras que Capriles, en un marcado contraste, inscribió su candidatura a través de representantes y sin acudir a la sede de las autoridades electorales.
Caracas.- El mandatario encargado Nicolás Maduro y el líder opositor Henrique Capriles registraron el lunes sus candidaturas rumbo a los comicios presidenciales del 14 de abril, para suceder al fallecido líder venezolano Hugo Chávez, quien se mantiene como una presencia dominante en el debate.
Maduro, de 50 años, realizó una manifestación multitudinaria y de más de dos horas en medio de canciones y vivas a Chávez, mientras que Capriles, en un marcado contraste, inscribió su candidatura a través de representantes y sin acudir a la sede de las autoridades electorales.
Desde su oficina al final de la jornada, Capriles, un abogado de 40 años, dijo en conferencia de prensa que lo hizo de esa forma por respetar el luto por el fallecimiento de Chávez, pero además para evitar cualquier incidente entre seguidores de ambos bandos.
"¿Qué hubiese pasado si yo hubiese convocado una movilización hoy? ¿Cuál hubiese sido el resultado? Aquí no está planteada una confrontación entre los venezolanos", dijo el opositor.
Al ser consultado sobre las quejas del oficialismo por declaraciones suyas la víspera en torno a dudas sobre la enfermedad y muerte el 5 de marzo del jefe de Estado, Capriles dijo que no ofendió a los parientes de Chávez y que si encontraban una sola frase suya que lo hubiera hecho, se disculparía públicamente.
De resto, Capriles enfiló sus baterías a Maduro: "A Nicolás no lo eligió nadie... Nicolás no es Chávez".
Además, dijo que en sus "100 días" de gobierno "espurio", lo que ha hecho es "tratar de esconderte detrás del presidente (Chávez). Dejen que el presidente descanse en paz".
En declaraciones a la cadena Telesur, Maduro dijo sobre el opositor: "Cuando él le pida perdón a la familia sagrada de nuestro comandante Chávez... entonces algún día volveré a referirme a lo que diga él".
Sin embargo, a lo largo de la entrevista hizo algunas referencias a lo que ha dicho Capriles, por ejemplo las acusaciones de que ha utilizado políticamente el fallecimiento de Chávez.
Aseguró que contrario a los señalamiento, "nosotros respetamos... la figura de Hugo Chávez", y que él ha buscado orientar al pueblo para evitar alguna respuesta "muy dura" por parte de la gente a raíz de los comentarios del candidato de la oposición.
Desde la salida de Chávez a Cuba en diciembre para una nueva operación de su cáncer ya no se le volvió a ver de pie ni oír, y Maduro quedó como el rosto visible del gobierno.
La semana pasada, Maduro se juramentó como presidente encargado, un acto calificado como ilegítimo por la oposición porque la Carta Magna contempla que ante la falta absoluta de un jefe de Estado, el presidente de la Asamblea Nacional es el que debe asumir la presidencia interina.
A pesar de la diferencia de medios y estilos, y el amplio aparato estatal a disposición de Maduro, Capriles indicó que creía que era posible conseguir la victoria.
"Sí creo que es posible vencer, sí lo creo, si todos nos levantamos", dijo.
Al preguntarle si en el caldeado ambiente político y de acusaciones mutuas temía por su vida, respondió que "eso hay que ponerlo a un lado". Las declaraciones oficialistas de tono amenazante "no me quitan ni un minuto de sueño".
El diputado del partido socialdemócrata Acción Democrática, Edgar Zambrano, miembro de la oposición, dijo en diálogo telefónico con The Associated Press que el extenso acto del oficialismo de más de dos horas, durante el cual miles de personas se congregaron frente a la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) en el centro de la ciudad, "forma parte de la estructura de abuso de poder que ha mantenido el gobierno durante 14 años".
Tal actitud es "una violación no solamente de la ley electoral... sino también la falta de equidad, de igualdad que debe prevalecer ante un escenario electoral", agregó Zambrano.
En un país altamente polarizado a lo largo de 14 años de gestión de Chávez, el registro de dos candidatos no se puede realizar simultáneamente por temor a un choque de sus respectivos simpatizantes.
Maduro, de 50 años, se inscribió casi al mediodía ante miles de simpatizantes convocados por el oficialismo, algunos enfundados en camisetas rojas en las que se podía leer "Yo voto por Maduro".
"No soy Chávez, pero soy su hijo y todos juntos, el pueblo, somos Chávez", dijo Maduro tras firmar su registro.
En una plaza ubicada frente a la sede del consejo electoral, miles de personas vestidas de rojo, el color que identifica a los seguidores de Chávez, se aglutinaron para escuchar y manifestar su respaldo a Maduro y gritar consignas contra el opositor Capriles.
"¡Oye, fascista, ven para que veas. Ese es Maduro, el que te va a dar pelea!", coreaban algunos. En un mensaje televisivo la noche del domingo, Maduro arremetió contra Capriles, a quien entre otras cosas calificó de "fascista" y "miserable".
"Realmente extraordinario; la verdad que al oír a Nicolás Maduro no queda duda que es una continuación del presidente Chávez", dijo Elis Quiaro, un militar retirado de 58 años que se aprestaba a dejar la plaza luego de escuchar al candidato y presidente encargado.
Antes de partir a Cuba, Chávez dijo que si a él le ocurría algo debía llamarse a elecciones como contempla la constitución y pidió a sus seguidores votar por Maduro.
El CNE convocó a elecciones para el 14 de abril con una campaña de 10 días hasta el 11 del próximo mes.
Pero desde ya los dos contrincantes han pedido el apoyo de los venezolanos, que por primera vez en 14 años tendrán una contienda sin la presencia física de Chávez, muerto a los 58 años.
Ese testamento que pasó Chávez a Maduro es lo que domina por ahora la campaña.
Edgar Gutiérrez, analista y consultor político, dijo a la AP que el tono de la contienda "quedó muy claro... (Capriles) apeló a la confrontación directa y recibió lo mismo de parte de Maduro".
La corta duración de la campaña "significa que veremos toda esa carga negativa concentrada y, por supuesto, todo estará impregnado por una densa atmósfera de emocionalidad por el reciente fallecimiento de Chávez que, por supuesto, es la base, o mejor dicho, toda la campaña oficial", dijo el consultor.
Un poco más al este de la ciudad, Tomas Obando, de 65 años y quien trabaja como prensista, dijo que no espera grandes ofrecimientos de los dos candidatos, pero que Capriles le parece algo diferente.
"Los dos siempre van a ofrecer lo mismo que han ofrecido en las elecciones pasadas" de octubre, dijo Obando. "Maduro es Chávez y Capriles es Capriles. La alternativa sería que ganara Capriles para que pasara algo nuevo aquí en el país", aseguró.
Durante el acto tras su inscripción, Maduro, acompañado de varios de los miembros del gobierno, anunció planes para mejorar la seguridad y combatir el consumo de drogas.
"La próxima semana iniciamos un plan de desarme en todos los barrios... No puede haber armas para atracar, para matar", dijo Maduro.
A mediados de 2012, el entonces ministro de Interior y Justicia y ahora gobernador electo del estado Aragua, Tareck El Aissami, anunció que la tasa de homicidios de 2011 había sido de 50 por cada 100.000 habitantes, lo que coloca a Venezuela como uno de los países más violentos de América Latina. Eso fue similar a los 48 por cada 100.000 habitantes que había informado para el año 2010.
El presidente encargado, enfundado en una chaqueta amarrilla, azul y roja como la bandera de Venezuela, llegó al CNE conduciendo él mismo un pequeño autobús blanco y fue recibido por varios de los miembros del gobierno y otros poderes, como Diosdado Cabello, titular de la Asamblea Nacional.
Desde que fue juramentado como presidente encargado y en vista de su postulación a las elecciones, Maduro ha enfatizado su origen humilde como sindicalista del sistema del metro de Caracas y conductor de autobuses.
Sus constantes referencias a ese pasado las contrasta con el "señorito de apellidos" ''fascista" y "oligarca", con los que define a Capriles, de clase media alta.
Capriles ha criticado lo que llama el uso de la figura de Chávez con fines electorales por parte del gobierno.
La constante referencia al fallecido mandatario y los gestos hacia sus restos incluso han llegado a que Maduro anunciara el domingo por la noche que la oficina de Chávez en el Palacio de Miraflores, la sede de gobierno en el centro de la ciudad, será dejada tal como la dejó antes de partir el jefe de Estado y será convertida en un museo.
El mayor general Wilmer Barrientos, jefe del comando estratégico de la fuerza armada, dijo a la televisora oficial que el denominado Plan República o la seguridad que brindan los uniformados a los comicios se desplegado el 9 de abril en 13.000 centros de votación.
Barrientos dijo además que "no han afectado el espíritu" las declaraciones formuladas por Capriles el domingo y en las que se quejó de la parcialidad de los jefes militares e incluso que el ministro de Defensa, almirante en jefe Diego Molero, era "una vergüenza". Molero ha dicho que van a garantizar la continuidad de "la revolución", como llamaba Chávez a su gobierno.

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