Ángel Aguirre ante el fantasma del interinato, ¿karma? / Carlos Álvarez Acevedo
Carlos Álvarez Acevedo Twitter: @GuruPolitico |
Parecerían dos
años tirados a la basura por la ineficiencia y desgaste político al que
se ha llegado. Ante las duras críticas de ciudadanos, periodistas y
legisladores federales, el gobernador de Guerrero pidió que se le
pregunte a sus gobernados que opinión tienen de él. ¿Qué nos pregunten a
los guerrerenses lo que pensamos sobre el gobierno de Ángel Aguirre?
Lo seguro es que muchos de los medios estén cooptados por el gobierno
del oriundo de Ometepec, y no repliquen lo que opinamos la mayoría. Pero
si preguntamos afuera de nuestras breves fronteras estatales, al
interior del país, y en la capital de la República, sabremos bien porque
tenemos una grave crisis económica debido a la falta de turismo e
inversiones en Guerrero.
Los conocedores
de la grave problemática de cuando un gobierno o un político
determinado se enfrenta a una crisis, saben que la forma es fondo y que
la comunicación es poder (parafraseando a Francis Bacon). Y que dentro
de esta estructura comunicativa, la percepción es fundamental.
En una sociedad
en red, como en la que vivimos actualmente, en donde los usuarios
sociales denuestan continuamente en los medios electrónicos al
mandatario estatal, y con la mayoría de los medios de comunicación
masivos nacionales "percibiendo" diariamente que existe un vacío de
poder en Guerrero, alineados en la idea de que el mismo se encuentra a
un paso abismal del estado fallido, pues simplemente no se puede ocultar
la "horrible" verdad, "ugly truth" dijeran los gringos.
El gobernador
Aguirre no puede garantizar, número uno, paz y seguridad social a sus
gobernados, número dos, mucho menos a los turistas, que representan el
70% de los ingresos privados de nuestra economía, y número tres, tampoco
le puede garantizar a los inversionistas, o a los posibles
inversionistas, que existirán garantías para que su dinero no se vaya a
la basura por alguna marcha o por un bloqueo que ya se volvió una
costumbre rutinaria, que agobia y ahorca nuestras principales ciudades.
Ya ni hablemos de la inseguridad, la violencia y el cobro de cuota del
crimen organizado, que ha rebasado a las autoridades en materia de
seguridad.
Quizá llegó la
hora de preguntarnos si los guerrerenses no nos equivocamos a la hora de
votar en las elecciones de aquel mes de enero del año 2011, cuando
creímos en un tahúr que nos vendió un proyecto populista que no tenía
forma ni fondo, y mucho menos un techo presupuestal que soportara todos
los desfalcos y excesos en los que ha incurrido el gobernador, sus
familiares, sus socios y allegados.
Por lo pronto,
los guerrerenses seguimos esperando un informe de gobierno de dos años,
realista, responsable, pero sobre todo, transparente, que maneje cifras y
montos, de todos los gastos, inversiones y deudas que se han realizado y
adquirido. Conociéndolos, difícil que lo hagan, ¿no cree usted?
En 28 de junio
del año 1995, el entonces Gobernador Constitucional del Estado de
Guerrero para el período 1993-1999, Rubén Figueroa Alcocer, tuvo la
presunt aresponsabilidad en los hechos de la masacre de Aguas Blancas,
ejecutada durante un operativo policiaco y en donde fuera implicado por
numerosas organizaciones sociales como responsable de dicho
multihomicidio.
Figueroa sólo
había gobernado tres años, pero el grave hecho lo obligó a pedir
licencia definitiva ante el Congreso del Estado para dejar el cargo y
funciones de Gobernador, el 12 de marzo de 1996. Entonces, el Congreso
de Guerrero designó a Ángel Aguirre Rivero como Gobernador Sustituto
para completar el período.
Hoy, dieciocho
años después, Ángel Heladio Aguirre Rivero enfrenta el fantasma del
interinato. Ya se salvó cuando ordenó aquel 12 de diciembre de 2011, el
operativo policiaco en el que fueron asesinados brutalmente dos jóvenes
estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa. Hoy, las protestas
sociales -justificadas o no- se le salen de los manos, fuera de control,
propiciadas por su mala forma de gobernar. Los maestros cerraron el
diálogo con él porque lo tachan de mentiroso y traidor, prometiéndoles
una cosa, y haciendo otra. El karma, esa energía trascendente (invisible
e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas, persigue a
Ángel Aguirre... y está a punto de alcanzarlo.
*El contenido copiado ha sido publicado originalmente por GURUPOLITICO.COM
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