EU entrenó a marinos que abatieron a El Barbas
La información fue entonces transmitida a la Semar y los
marinos iniciaron un operativo durante el cual mataron a varios
guardaespaldas de Beltrán
El equipo de marinos mexicanos que participó en la muerte del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva El Barbas
durante un ataque en el 16 de diciembre de 2009 fue entrenando por el
Comando Norte (Northcom), uno de los 10 comandos combatientes
dependientes del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
En un cable diplomático filtrado por WikiLeaks que escribió el entonces embajador de Estados Unidos en nuestro país, Carlos Pascual, el 17 diciembre de 2009, se lee que los miembros de la Secretaría de Marina (Semar) han sido entrenados intensivamente por Northcom durante los años previos a los enfrentamientos ocurridos en Cuernavaca, Morelos.
“La operación es una clara victoria para el gobierno mexicano y un ejemplo de una excelente cooperación entre los gobiernos de Estados Unidos y México. La unidad que manejó el operativo ha recibido un intenso entrenamiento por parte de EU”, declaró Pascual.
Aunque aseguró en ese momento que la muerte de Arturo Beltrán Leyva no iba a resolver el problema de las drogas en México, el diplomático afirmó que dicho evento generaría el momentum necesario para lograr un progreso sostenido contra el crimen organizado.
En el documento revelado durante la publicación en 2010 de miles de cables diplomáticos del gobierno de Estados Unidos enviados entre 2006 y 2010, se revela que la ubicación y muerte del narcotraficante fue posible gracias a la información y el entrenamiento proporcionados por los servicios de inteligencia y el Ejército de Estados Unidos.
Pascual escribió en el cable enviado al Departamento de Estados de la Unión Americana que los servicios de inteligencia de la embajada situaron a Arturo Beltrán Leyva una semana antes de los enfrentamientos en un edificio de departamentos localizado en Cuernavaca, donde el narcotraficante estaba escondido.
Dicha información fue entonces transmitida a la Semar y los marinos iniciaron un operativo durante el cual mataron a varios guardaespaldas de Beltrán Leyva y arrestaron a otros 23 socios. En esa ocasión, Arturo y su hermano Héctor lograron evadirse.
Los agentes de la embajada volvieron a situar a Arturo Beltrán Leyva y la Semar estableció un perímetro de seguridad e iniciaron otro operativo, que fue en el que cayó Arturo. Durante el enfrentamiento, tres marinos fueron heridos y otro murió.
Pascual aseguró en su cable que el éxito de esta operación contra Arturo Beltrán Leyva llegaba después de un agresivo esfuerzo de la Semar contra Los Zetas en Monterrey y subrayó el rol emergente de los marinos como una pieza clave en la lucha contra el crimen organizado.
“La Semar está bien entrenada, bien equipada y ha mostrado sus capacidades propias para responder rápidamente con acciones de inteligencia”, expuso el diplomático, lo que puso a la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana (Sedena) en una difícil posición para explicar por qué ha sido reticente en actuar con buena inteligencia y conducir operaciones contra objetivos de alto nivel.
“El secretario de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, puede también ser considerado como un perdedor neto en la inteligencia mexicana después del operativo contra Arturo Beltrán Leyva. La SSP consideraba a Beltrán Leyva como un objetivo de alto nivel, y García Luna dijo en privado que este operativo debía haber sido el suyo”, comentó Pascual.
En un cable diplomático filtrado por WikiLeaks que escribió el entonces embajador de Estados Unidos en nuestro país, Carlos Pascual, el 17 diciembre de 2009, se lee que los miembros de la Secretaría de Marina (Semar) han sido entrenados intensivamente por Northcom durante los años previos a los enfrentamientos ocurridos en Cuernavaca, Morelos.
“La operación es una clara victoria para el gobierno mexicano y un ejemplo de una excelente cooperación entre los gobiernos de Estados Unidos y México. La unidad que manejó el operativo ha recibido un intenso entrenamiento por parte de EU”, declaró Pascual.
Aunque aseguró en ese momento que la muerte de Arturo Beltrán Leyva no iba a resolver el problema de las drogas en México, el diplomático afirmó que dicho evento generaría el momentum necesario para lograr un progreso sostenido contra el crimen organizado.
En el documento revelado durante la publicación en 2010 de miles de cables diplomáticos del gobierno de Estados Unidos enviados entre 2006 y 2010, se revela que la ubicación y muerte del narcotraficante fue posible gracias a la información y el entrenamiento proporcionados por los servicios de inteligencia y el Ejército de Estados Unidos.
Pascual escribió en el cable enviado al Departamento de Estados de la Unión Americana que los servicios de inteligencia de la embajada situaron a Arturo Beltrán Leyva una semana antes de los enfrentamientos en un edificio de departamentos localizado en Cuernavaca, donde el narcotraficante estaba escondido.
Dicha información fue entonces transmitida a la Semar y los marinos iniciaron un operativo durante el cual mataron a varios guardaespaldas de Beltrán Leyva y arrestaron a otros 23 socios. En esa ocasión, Arturo y su hermano Héctor lograron evadirse.
Los agentes de la embajada volvieron a situar a Arturo Beltrán Leyva y la Semar estableció un perímetro de seguridad e iniciaron otro operativo, que fue en el que cayó Arturo. Durante el enfrentamiento, tres marinos fueron heridos y otro murió.
Pascual aseguró en su cable que el éxito de esta operación contra Arturo Beltrán Leyva llegaba después de un agresivo esfuerzo de la Semar contra Los Zetas en Monterrey y subrayó el rol emergente de los marinos como una pieza clave en la lucha contra el crimen organizado.
“La Semar está bien entrenada, bien equipada y ha mostrado sus capacidades propias para responder rápidamente con acciones de inteligencia”, expuso el diplomático, lo que puso a la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana (Sedena) en una difícil posición para explicar por qué ha sido reticente en actuar con buena inteligencia y conducir operaciones contra objetivos de alto nivel.
“El secretario de Seguridad Pública (SSP), Genaro García Luna, puede también ser considerado como un perdedor neto en la inteligencia mexicana después del operativo contra Arturo Beltrán Leyva. La SSP consideraba a Beltrán Leyva como un objetivo de alto nivel, y García Luna dijo en privado que este operativo debía haber sido el suyo”, comentó Pascual.
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