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La historia en breve.
"Washington debería celebrar la forma en que México está saliendo
del atascadero y tomarlo como un ejemplo", concluyó el editorial del
Washington Post fechado el viernes santo. Es otro de los elogiosos
textos de los medios internacionales sobre el arranque del gobierno del
presidente Peña Nieto.
Artículos que podrían ser calcados: revivió la política mexicana, se alcanzó un pacto inimaginable, se concretaron reformas, se encarceló al símbolo de la tragedia educativa y la corrupción, se le hizo ver a Telmex y Televisa quién manda, se subordinó al PRI en temas tabú, como el IVA y Pemex, en fin.
Más allá de algunos lugares comunes y una pizca de wishful thinking, sería necio regatear la aclamación de la prensa extranjera. Pero ningún medio, el Washington Post incluido, ha loado al régimen peñanietista por sus éxitos en seguridad y reducción de la violencia. Y parece que esa loa no llegará pronto.
El registro de las ejecuciones en marzo de MILENIO vuelve a ser aterrador: mil 25, la cifra más alta desde septiembre. El total de los cuatro meses asciende a 3 mil 919. El promedio mensual sigue siendo, en números redondos, el del sexenio de Calderón.
En enero, off the record, el gobierno hablaba de seis, siete meses para comenzar a ver resultados en seguridad. A finales de marzo, el presidente Peña Nieto pidió un año. Es decir, esperar a finales de marzo de 2014.
Quizá entonces, el Washington Post et al escriban ese artículo pendiente, sin el cual no puede hablarse de días venturosos para un país.
El país de los 3 mil 919 ejecutados en cuatro meses.
Artículos que podrían ser calcados: revivió la política mexicana, se alcanzó un pacto inimaginable, se concretaron reformas, se encarceló al símbolo de la tragedia educativa y la corrupción, se le hizo ver a Telmex y Televisa quién manda, se subordinó al PRI en temas tabú, como el IVA y Pemex, en fin.
Más allá de algunos lugares comunes y una pizca de wishful thinking, sería necio regatear la aclamación de la prensa extranjera. Pero ningún medio, el Washington Post incluido, ha loado al régimen peñanietista por sus éxitos en seguridad y reducción de la violencia. Y parece que esa loa no llegará pronto.
El registro de las ejecuciones en marzo de MILENIO vuelve a ser aterrador: mil 25, la cifra más alta desde septiembre. El total de los cuatro meses asciende a 3 mil 919. El promedio mensual sigue siendo, en números redondos, el del sexenio de Calderón.
En enero, off the record, el gobierno hablaba de seis, siete meses para comenzar a ver resultados en seguridad. A finales de marzo, el presidente Peña Nieto pidió un año. Es decir, esperar a finales de marzo de 2014.
Quizá entonces, el Washington Post et al escriban ese artículo pendiente, sin el cual no puede hablarse de días venturosos para un país.
El país de los 3 mil 919 ejecutados en cuatro meses.
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