Jueves 23 de Mayo de 2013, 10:00 am
Cierran 50 escuelas en Chicago, el mayor cierre masivo en la historia de EE.UU.
La Junta de Educación de Chicago (este) votó
este miércoles a favor de cerrar 49 escuelas primarias, lo que
representa un diez por ciento de todos los recintos escolares de la
ciudad, y una escuela secundaria, en lo que ha sería el mayor cierre
masivo de colegios de la historia de Estados Unidos.
Según las autoridades locales, el cierre de las escuelas es necesario debido a una disminución en las matrículas escolares y para mejorar el sistema educativo, así como para compensar un déficit de mil millones de dólares que enfrenta el distrito escolar.
Barbara Byrd-Bennett, jefa de la junta educativa de la ciudad, dijo que "la única consideración para nosotros hoy (miércoles) es hacer exactamente lo que está bien para los niños". Por su parte la presidenta del sindicato de maestros, Karen Lewis, consideró que es "un día de luto" para los niños de Chicago.
El alcalde Rahm Emanuel declaró que “se que es muy difícil, pero creo firmemente que lo más importante que podemos hacer como ciudad es proporcionar a la próxima generación un futuro mejor” agregó que “hay un arduo trabajo por delante, pero estoy seguro de que juntos con el apoyo de maestros y directores de escuela, padres de familia y la comunidad, nuestros hijos van a tener éxito".
Horas antes de la votación, se dio a conocer que cuatro escuelas fueron eliminadas de la lista de posibles cierres. Jesse Ruiz, vicepresidente de la Junta de Educación de Chicago, dijo que las escuelas que se eliminaron de la lista ya no cumplen con los criterios de cierre.
"Estas escuelas, por una variedad de razones, van en buena tendencia, en términos de alumnado, aumento de asistencias, utilización del edificio, que es uno de los factores principales para el cierre de escuelas, progreso académico, alumnado con necesidades especiales", dijo Ruiz, quien añadió que "sólo queremos asegurarnos de que (ellos) tengan el mejor escenario posible, y dejarlos en las escuelas que están es la mejor decisión.”.
Los cierres de estas escuelas tendrán lugar en barrios principalmente hispanos y afroamericanos, lo que ha generado numerosas protestas a lo largo de los últimos meses. Quienes se oponen a la medida dicen que esta afecta desproporcionadamente a vecindarios de minorías y que pondrán en peligro a niños que tendrán que cruzar calles peligrosas para ir a sus nuevos colegios.
Durante la audiencia en las oficinas de las “Escuelas Públicas de Chicago” CPS por su sigla en inglés, estuvieron presentes padres, maestros, estudiantes y miembros de la comunidad de Chicago, protestando por la aplicación de estas medidas.
La policía detuvo a decenas de manifestantes que bloquearon la entrada al edificio y los accesos a los elevadores del CPS.
Con este cierre masivo de centros educativos se espera que el distrito de Chicago ahorre unos 867 millones de dólares en los próximos 10 años.
Según las autoridades locales, el cierre de las escuelas es necesario debido a una disminución en las matrículas escolares y para mejorar el sistema educativo, así como para compensar un déficit de mil millones de dólares que enfrenta el distrito escolar.
Barbara Byrd-Bennett, jefa de la junta educativa de la ciudad, dijo que "la única consideración para nosotros hoy (miércoles) es hacer exactamente lo que está bien para los niños". Por su parte la presidenta del sindicato de maestros, Karen Lewis, consideró que es "un día de luto" para los niños de Chicago.
El alcalde Rahm Emanuel declaró que “se que es muy difícil, pero creo firmemente que lo más importante que podemos hacer como ciudad es proporcionar a la próxima generación un futuro mejor” agregó que “hay un arduo trabajo por delante, pero estoy seguro de que juntos con el apoyo de maestros y directores de escuela, padres de familia y la comunidad, nuestros hijos van a tener éxito".
Horas antes de la votación, se dio a conocer que cuatro escuelas fueron eliminadas de la lista de posibles cierres. Jesse Ruiz, vicepresidente de la Junta de Educación de Chicago, dijo que las escuelas que se eliminaron de la lista ya no cumplen con los criterios de cierre.
"Estas escuelas, por una variedad de razones, van en buena tendencia, en términos de alumnado, aumento de asistencias, utilización del edificio, que es uno de los factores principales para el cierre de escuelas, progreso académico, alumnado con necesidades especiales", dijo Ruiz, quien añadió que "sólo queremos asegurarnos de que (ellos) tengan el mejor escenario posible, y dejarlos en las escuelas que están es la mejor decisión.”.
Los cierres de estas escuelas tendrán lugar en barrios principalmente hispanos y afroamericanos, lo que ha generado numerosas protestas a lo largo de los últimos meses. Quienes se oponen a la medida dicen que esta afecta desproporcionadamente a vecindarios de minorías y que pondrán en peligro a niños que tendrán que cruzar calles peligrosas para ir a sus nuevos colegios.
Durante la audiencia en las oficinas de las “Escuelas Públicas de Chicago” CPS por su sigla en inglés, estuvieron presentes padres, maestros, estudiantes y miembros de la comunidad de Chicago, protestando por la aplicación de estas medidas.
La policía detuvo a decenas de manifestantes que bloquearon la entrada al edificio y los accesos a los elevadores del CPS.
Con este cierre masivo de centros educativos se espera que el distrito de Chicago ahorre unos 867 millones de dólares en los próximos 10 años.
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