Las promesas de M.Rajoy quedan sobre papel
Foto: EPA
Ya durante más de un año en el palacio
gubernamental la Moncloa los líderes del gobernante Partido Popular
hablan de la lucha contra la aguda crisis económica y de las vías para
superarla a la brevedad posible. Recientemente en Bruselas y en su
patria el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, al valorar la actividad
de los políticos españoles y extranjeros, criticó a los que no abogan
por la lucha contra la evasión del pago de impuestos. Recalcó que su
país comparte plenamente todos los acuerdos anteriores, ante todo
relativos al intercambio de información bancaria, en especial en los
momentos actuales, cuando Europa atraviesa por una seria crisis
económica. Esta crisis con la que Rajoy promete acabar en su país para
mediados del año siguiente, tan solo de enero a mayo afectó a ciento
treinta mil contribuyentes españoles. Todos ellos declararon la
presencia de dinero o bienes en el extranjero por una suma de más de
jchenta y siete millardos de euros. Según él, una suma tan cuantiosa
permite recrudecer el control del oportuno pago de impuestos sobre esta
fortuna.
Los propios españoles llaman la atención sobre
el hecho de que el Presidente del Gobierno, al evaluar la situación en
el país y al trazar planes de superación de la crisis, promueve sus
propias ideas nuevas y reconoce sus anteriores faltas financieras, como
si olvidara los errores del partido socialista, sobre el que, al llegar
al poder, trató de descargar toda la culpa por las dificultades y
contratiempos que vive el país a partir de 2006.
Los
parados con más de tres años sin trabajo se disparan y superan el
millón. Huelga decir que esta parte de la población se ve compelida a
vivir a cuenta de míseros subsidios y a recortar su nivel de vida. Y les
resulta cada vez más difícil encontrar otro empleo que a los jóvenes
que perdieron trabajo.
Ya no hace mucho los directivos
del PP trataban culpar de los actuales embarazos de 6 millones de
parados (26 % de la población activa) al partido socialista. Sin
embargo, los socialistas prácticamente olvidaron cuando aplicaban su
política (no rara vez errónea) y poco a poco atacan a sus rivales que
les vencieron hace cerca de dos años, acusándoles de la caída de la
producción e incluso predicen que pronto el nivel de vida de sus
compatriotas se iguale al de los griegos, lo que será censurado en toda
la UE. No obstante, Mariano Rajoy rechaza todas las acometidas de los
rivales políticos, que consideran que todas las promesas del Presidente
del Gobierno quedarán papel mojado. Rajoy no está de acuerdo con ello.
Dice que el país saldrá con éxito de la dilatada crisis y que le espera
una economía resurgida. No se propone cambiar su política y reitera que
cumplirá sus promesas. Y no en el papel.
Según
pronósticos de Rajoy, las multitudinarias manifestaciones de los
trabajadores terminarían para mediados de 2014, cuando espera ver a
España como un país exitoso, como antes. A ver. Si no, la mayoría de los
españoles permanecerá convencida de que las promesas del Presidente del
Gobierno queden en el papel.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario