La economía inquieta más que violencia en el país
58% de los mexicanos afirma que hay un aumento importante de precios; 67% teme perder su empleo, revela la encuesta BGC-Excélsior
Ulises Beltrán y Alejandro Cruz/ BGC, Ulises Beltrán y Asocs., S. C.
27/05/2013 05:48
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de mayo.- Aunque tanto las
condiciones económicas como las de seguridad pública se observan
desfavorables, la preocupación por los problemas económicos, sobre todo
el desempleo, desplaza a la inseguridad como el principal problema
percibido del país. El pesimismo persiste entre los mexicanos al evaluar
la situación general nacional, aunque menos que el año pasado, según se
concluye de la última encuesta en vivienda BGC-Excélsior.
Después de un largo periodo en el que la inseguridad era considerada como el principal problema del país, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto logra cambiar la agenda (gráfico 1) y, por primera vez en mucho tiempo, las dificultades económicas en conjunto son las más mencionadas como la problemática mayor que vive México (51%).
Precisamente como problema individual, resalta que la inseguridad es menos mencionada que a fines de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, ahora ya rivalizada por el desempleo (gráfico 2).
Tras el primer cuatrimestre del año, la percepción sobre la situación general del país sigue siendo pesimista; 38% cree que está peor que hace un año y 27% piensa que está igual de mal. No obstante, ha disminuido la proporción de quienes creen que ha empeorado. De esta manera, las opiniones negativas se sustentan principalmente en las creencias de que faltan trabajos, de que existe inseguridad y de que suben los precios (gráfico 3).
Un tercio piensa que las cosas están mejor o igual de bien que antes, proporción mayor a la registrada al final del anterior gobierno. Quienes así lo creen sostienen que bajó la inseguridad y la violencia o que la economía y el empleo ahora están mejor.
La menor relevancia de la inseguridad en la escala de principales problemas en parte se explica por el retroceso de la percepción de deterioro en este ámbito. Mientras hace un año 48% pensaba que la situación estaba peor, ahora ese porcentaje es de 28%. Otro 32% cree que las cosas siguen igual de mal, pero ya no prevalece la sensación de agravamiento. En tanto, 36% percibe mejor o igual de bien las condiciones de seguridad, 13 puntos más que en mayo de 2012 (gráfico 4).
Concretamente sobre la economía del país, las percepciones son desfavorables, aunque menos que en los últimos meses del año pasado; 44% estima que la situación económica está mal o muy mal. Asimismo, 64% piensa que está peor o igual de mal que hace un año (gráfico 5), ocho puntos menos que en mayo de 2012 y prevalece menos que antes la creencia de que se ha deteriorado.
De manera parecida se opina sobre la situación económica personal, es decir, seis de cada diez creen que sus condiciones están peor o igual de mal que hace un año (gráfico 6).
Las expectativas económicas para el país dividen opiniones. Para 45% la situación de la economía de la República mexicana estará mejor o igual de bien, en tanto que para 41% empeorarán o se mantendrán mal. Perspectivas similares se observan para la economía personal.
Más de la mitad de los mexicanos (mucho/ muchísimo, 58%) sienten que hay un aumento importante en los precios de los productos que consumen regularmente (gráfico 7). Una cifra aún mayor (67%) muestra temor de perder o que alguien de su familia pierda el empleo (gráfico 8).
Después de un largo periodo en el que la inseguridad era considerada como el principal problema del país, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto logra cambiar la agenda (gráfico 1) y, por primera vez en mucho tiempo, las dificultades económicas en conjunto son las más mencionadas como la problemática mayor que vive México (51%).
Precisamente como problema individual, resalta que la inseguridad es menos mencionada que a fines de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, ahora ya rivalizada por el desempleo (gráfico 2).
Tras el primer cuatrimestre del año, la percepción sobre la situación general del país sigue siendo pesimista; 38% cree que está peor que hace un año y 27% piensa que está igual de mal. No obstante, ha disminuido la proporción de quienes creen que ha empeorado. De esta manera, las opiniones negativas se sustentan principalmente en las creencias de que faltan trabajos, de que existe inseguridad y de que suben los precios (gráfico 3).
Un tercio piensa que las cosas están mejor o igual de bien que antes, proporción mayor a la registrada al final del anterior gobierno. Quienes así lo creen sostienen que bajó la inseguridad y la violencia o que la economía y el empleo ahora están mejor.
La menor relevancia de la inseguridad en la escala de principales problemas en parte se explica por el retroceso de la percepción de deterioro en este ámbito. Mientras hace un año 48% pensaba que la situación estaba peor, ahora ese porcentaje es de 28%. Otro 32% cree que las cosas siguen igual de mal, pero ya no prevalece la sensación de agravamiento. En tanto, 36% percibe mejor o igual de bien las condiciones de seguridad, 13 puntos más que en mayo de 2012 (gráfico 4).
Concretamente sobre la economía del país, las percepciones son desfavorables, aunque menos que en los últimos meses del año pasado; 44% estima que la situación económica está mal o muy mal. Asimismo, 64% piensa que está peor o igual de mal que hace un año (gráfico 5), ocho puntos menos que en mayo de 2012 y prevalece menos que antes la creencia de que se ha deteriorado.
De manera parecida se opina sobre la situación económica personal, es decir, seis de cada diez creen que sus condiciones están peor o igual de mal que hace un año (gráfico 6).
Las expectativas económicas para el país dividen opiniones. Para 45% la situación de la economía de la República mexicana estará mejor o igual de bien, en tanto que para 41% empeorarán o se mantendrán mal. Perspectivas similares se observan para la economía personal.
Más de la mitad de los mexicanos (mucho/ muchísimo, 58%) sienten que hay un aumento importante en los precios de los productos que consumen regularmente (gráfico 7). Una cifra aún mayor (67%) muestra temor de perder o que alguien de su familia pierda el empleo (gráfico 8).
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