Está por verse si serán tomados en consideración los argumentos presentados. Pero sí es del todo evidente que los elementos del sistema antimisiles estadounidense constituyen un continuo “irritante adicional en las relaciones ruso-rumanas”. Así lo manifestó a nuestra emisora Andréi Máslov, director del Cuarto Departamento Europeo de la Cancillería de Rusia:
-La creación del escudo antimisiles estadounidense en Europa afecta, directamente, los intereses radicales de la seguridad de Rusia. Nuestras inquietudes y argumentos sobre el particular han sido expuestos hasta el cansancio y de manera exhaustiva en los más distintos formatos, incluidos los contactos bilaterales con los socios rumanos. Sin embargo, lamentablemente, hasta el día de hoy no se ha alcanzado un progreso en el diálogo sobre el tema de los antimisiles. De esta manera, la participación activa de Bucarest en la realización de este proyecto se torna un agravante complementario en las relaciones ruso-rumanas.
El embajador de Rusia en Bucarest, Oleg Malguínov, mencionaba durante una entrevista reciente las posibilidades de transformar los elementos del escudo antimisiles en “blancos” para la Federación de Rusia. La prensa local reaccionó airadamente y algunos analistas comenzaron a aseverar que “Rusia amenazaría, de facto, a Rumania con una guerra”. El asunto fue debatido, especialmente, en una última reunión del Consejo de Rusia y la OTAN, por los titulares de Exteriores de nuestros dos países. La “desinteligencia”, tal y como la definiera el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, habría sido eliminada. Pero su colega Titus Corlatean volvió a afirmar que “el sistema antimisiles en el que trabajamos tiene un carácter defensivo. Y este no debe nunca generar una inquietud verdadera de la otra parte”, dijo el titular rumano. Andréi Máslov lo comenta así:
-Las afirmaciones con respecto al carácter defensivo del sistema antimisiles en gestación no pueden despejar nuestras inquietudes, debido a que existe un vínculo indisoluble entre los sistemas estratégicos ofensivos y defensivos. La realización del proyecto no puede, en perspectiva, no repercutir en la eficacia del potencial ruso de disuasión nuclear. De ahí que el escudo antimisiles en su variante cabal, sin las garantías jurídicas exigidas por Rusia, es calificado por nosotros como un desafío que exige una reacción adecuada.
Es sabido por todos que la política exterior rusa es objeto de una crítica implacable del entorno del presidente de Rumania, Traian Băsescu. ¿Cómo influye ello en las relaciones entre los dos países? ¿Cómo reaccionará la diplomacia rusa ante las noticias que llegan desde Bucarest de inmiscuirse en la crisis política en Moldavia? ¿Qué consideraciones políticas o económicas guiaron a Moscú, a la hora de tender la ruta del gasoducto South Stream fuera del territorio de Rumania? Las respuestas a estas y otras preguntas las ofreceremos en la continuación de la entrevista que podrá leer en el sitio de nuestra emisora, con Andréi Maslov.
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