lunes, 27 de mayo de 2013

Le Monde, testigo inusual del supuesto uso de armas químicas en Siria

Le Monde, testigo inusual del supuesto uso de armas químicas en Siria


 
“Poneros las máscaras, esos bastardos están usando armas químicas contra nosotros”, comenta un comandante rebelde de la brigada Tahrir As Sham, del Frente al Nusra, a los dos enviados especiales de Le Monde que le acompañan. Se trata del periodista Jean-Philippe Rémy y el fotógrafo Van der Stockt. Ambos lo han recogido en el amplio reportaje titulado "Guerra química en Siria" en la edición digital de Le Monde.

Guerre chimique à Damas por lemondefr Al texto le acompaña un vídeo, en el que se ve a los dos periodistas ponerse las máscaras antigas. Laurent Van der Stockt, relata cómo vivió en carne propia los efectos de esas armas en el frente de Jobar, a las afueras de Damasco, el pasado 13 de abril.
Según cuenta, vio como los combatientes rebeldes, apostados en una casa en ruinas, empezaron a toser, vomitar y dar muestras de ahogo. Poco después, asegura, el mismo empezó a tener problemas de visión y respiratorios, y los arrastró durante cuatro días.
“Los enviados de Le Monde fueron testigos de estos síntomas durante varios días en la zona, a las afueras de Damasco, donde los rebeldes entraron en enero”, comenta en su reportaje. “Este ataque no es el primero”, añade.
El reportaje también recoge los testimonios de varios médicos del hospital Al Fateh de Kafer Battna, en la región de la Ghouta, que declaran en condición de anonimato y aseguran que podría tratarse de gas sarín.
Los reporteros consideraran que las fuerzas Al Asad utilizan estos gases en los frentes de guerra de forma puntual y evitan las propagaciones masivas, ya que esto ofrecerían fácilmente pruebas irrefutables del uso de esas armas.
No es la primera vez que los pocos periodistas que cubren el conflicto en Siria desde el interior denuncian haber presenciado efectos de armas químicas. En marzo, un fotógrafo de la agencia Reuters presente en Alepo aseguró haber presenciado un ataque similar.
“He visto sobre todo mujeres y niños", dijo el fotógrafo. "Dicen que la gente se ahogaba en las calles y que el aire olía fuertemente a cloro". "La gente ha muerto en las calles y en sus casas", aseguró en conversación telefónica con la agencia Reuters tras visitar el hospital de la Universidad de Alepo y el de Rajaa.
También en mayo, un enviado especial de la cadena británica BBC recogió varios testimonios en la ciudad de Saraqeb en los que aseguran que helicópteros del régimen lanzaron al menos dos artefactos cargados con gas venenoso.
"Algunos de ellos vomitaban y otros tenían las pupilas dilatadas", comentó un médico de la localidad al periodista de la cadena británica Ian Pannell.
Cada son más las informaciones que hablan del uso de este armamento en Siria, algo que Obama calificó como una ‘línea roja’ que no consentiría. Informes de Reino Unido y Washington denuncian que el régimen las ha utilizado, pero Rusia, principal aliado de Damasco, sigue manteniendo que “no hay pruebas de que hayan sido empleadas por las fuerzas gubernamentales".
Las sospechas también han apuntado a los grupos rebeldes. "Disponemos de testimonios sobre la utilización de armas químicas en particular de gas sarín. No por parte del Gobierno, sino de los opositores", declaró Carla Del Ponte, magistrada y  miembro de la comisión especial creada por Naciones Unidas para investigar los crímenes perpetrados en el país árabe.
Por el momento, Obama espera a que una investigación más exhaustiva certifique, más allá de una duda razonable, si se están usando armas químicas en Siria. Pero ya parecen demasiados los indicios que apuntan en esa dirección.

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