Siria: la conferencia de esperanzas se aplaza
Foto: EPA
Tal es el resultado desalentador de las últimas consultas trilaterales en Ginebra.
El
inicio de un diálogo de paz de los representantes de Damasco, de la
oposición siria y de Estados extranjeros, en la que se fundan grandes
esperanzas, otra vez se aplaza. Los encuentros precedentes de
diplomáticos rusos y norteamericanos y especialistas de la ONU, que
responden conjuntamente por la articulación de contactos entre las
partes en pugna, tampoco surtieron éxito. Entonces y ahora sigue
pendiente la cuestión de quién representaría a los enemigos del régimen
de Bashar Asad.
La oposición siria es muy numerosa, consta de los grupos más
abigarrados, moderados, radicales… Entre ellos, hay los que hablan en el
lenguaje de ultimatos: la renuncia de Asad o la continuación de las
hostilidades. Moscú ha declarado repetidas veces que es inadmisible la
participación de los radicales en el proceso político. En la reciente
cumbre del G-8 en Irlanda del Norte el presidente de Rusia Vladímir Putin confirmó esta posición invariable.
Es
indispensable cuanto antes pasar el conflicto al plano de una
conversación más o menos civilizada, considera Alexánder Ignatenko,
presidente del Instituto de Religión y Política.
—El
sentido de la iniciativa ruso-norteamericana que se llama Ginebra-2
consiste en parar la lucha y pasarla a un cauce político. En su marco se
debe buscar y, en lo posible, encontrar soluciones políticas del
conflicto. La tarea reside en que se inicie un diálogo y que en este
participen todos los jugadores reales. A estos pertenece no solo el
régimen de Asad y la oposición, incluida la armada, sino asimismo
fuerzas exteriores: Qatar, Arabia Saudita, Turquía, estados europeos,
Irán, EEUU, etc. Lo fundamental consiste en limpiar a Siria de
extremistas extranjeros que la han ocupado.
En la cumbre G-8 en el comunicado final no se dice nada del destino de Asad, pero el presidente de EEUU Obama declara
que aquel no puede recuperar su legitimidad. Lo mismo dicen los
opositores sirios, respaldados por todos los medios en Occidente. En
Moscú ven el problema del modo diametralmente opuesto. Asad es el
presidente legalmente elegido de Siria que debe participar en el proceso
de paz. Dentro de una semana y medio o dos semanas los enemigos del
régimen de Damasco se proponen realizar un encuentro más para formular
su actitud hacia la conferencia de Ginebra. Y hay muchas dudas de que
sus resultados sean positivos.
El ala armada de los
disconformes ha declarado ya que no asistirá en la conferencia hasta que
reciba las armas necesarias y restablezca el equilibrio de fuerzas en
el país. Esto fue declarado por el comandante del Ejército Libre de
Siria Salim Idris en entrevista exclusiva a nuestra emisora. Recalcó que
su Ejército está dispuesto a cesar el fuego inmediatamente y partir a
Ginebra tan solo si se cumple una serie de condiciones. La principal de
ellas es la renuncia y la salida del presidente Asad del país. Es más,
en el Gobierno de transición la oposición debe contar con una mayoría,
apunta Idris.
vs/mo/er
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