El extraño proyecto ruso para mandar una nave tripulada “alrededor del Sol” Rusia sigue buscando propuestas para su programa tripulado de cara a la más que previsible retirada unilateral de la estación espacial internacional (ISS) en 2020. El último concepto que hemos podido conocer es un proyecto para construir una ‘estación espacial que viaje alrededor del Sol’. ¿Y qué demonios es eso?¿Acaso la Tierra no se puede considerar como una estación que gira alrededor de nuestra estrella? Pues el caso es que se trata de un proyecto de estación espacial propuesto por Vladímir Bugrov -un pionero de la cosmonáutica retirado que trabajó en el programa Energía-Burán- hace ya varios años y que recientemente ha recibido más atención al aparecer en algunos medios occidentales. n15.14-nasha-tsel-4 Esta misión ‘alrededor del Sol’ no es otra cosa que una estación espacial situada en el punto de Lagrange L1 del sistema Tierra-Sol (SEL1). Es decir, el punto más cercano al Sol donde la gravedad de la Tierra y nuestra estrella se equilibran, permitiendo órbitas relativamente estables -llamadas de halo- en esta zona. Por motivos obvios, este punto es usado por misiones automáticas para estudiar el Sol, como es el caso del observatorio solar europeo SOHO. Sin embargo, mandar misiones tripuladas a esta región ya es más extraño. Al fin y al cabo, ¿qué tiene de especial una zona del espacio interplanetario situada a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra? Puntos de Lagrange del sistema Tierra-Sol (NASA).Puntos de Lagrange del sistema Tierra-Sol (NASA). Según Bugrov, lo interesante no es el punto de Lagrange en sí mismo, sino las posibilidades que puede abrir de cara a la exploración del sistema solar. Como todo buen lector de este blog ya debe saber, si usamos los puntos de Lagrange podemos ahorrar importantes cantidades de combustible en una misión, eso sí, a costa de aumentar la duración de los viajes de forma considerable. Una estación de este tipo puede parecer una locura hasta que recordamos que hace dos años la NASA propuso más o menos lo mismo. Efectivamente, antes de convertir en prioridad la misión ARM (Asteroid Redirect Mission), la agencia espacial norteamericana sugirió construir conjuntamente con Rusia la estación espacial Gateway en el punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Luna (es importante recordar que los puntos de Lagrange de la Luna y la Tierra no son los mismos que los del sistema Tierra-Sol). Paradójicamente, dos años después las relaciones entre EEUU y Rusia pasan por un mínimo histórico que habrían hecho imposible una colaboración de este tipo. 56864-native.v0.1Esquema de misión de la estación solar (http://www.rg.ru/). n15.14-nasha-tsel-3Montaje de la estación en órbita baja (zavtra.ru). n15.14-nasha-tsel-1Configuración de la estación en el punto L1 (zavtra.ru). Pero volvamos a la estación de Bugrov. La estructura se ensamblaría en la órbita baja y luego sería enviada hasta el punto L1. La estación consistiría de un módulo habitable denominado ‘nave interplanetaria pesada’ o TMK-S (Tiazholi Mezhplanetni Korabl-Solntse) y una etapa con combustible para enviar la TMK-S desde la órbita baja hasta el punto L1. Esta etapa se separaría al alcanzar el punto L1. La estación dispondría de un espejo colector para focalizar la luz del sol en varios paneles solares y aumentar así la producción de electricidad. En definitiva, un diseño prácticamente idéntico al de la nave marciana TMK de los años 70 propuesto por la oficina OKB-1 de Serguéi Koroliov. Varias tripulaciones de naves Soyuz viajarían hasta la órbita baja para montar la estación. Una tripulación de dos cosmonautas viajaría hasta el punto L1 en una Soyuz modificada y permanecería allí un año. Durante el transcurso de la misión se enviarían naves de carga Progress y alguna que otra nave tripulada de nueva generación PTK-NP con un mayor número de cosmonautas para visitar la estación. 365 días después la tripulación permanente volvería a la Tierra en su nave Soyuz modificada, mientras que la nave TMK-S podría ser reutilizada en otra ocasión posterior. n15.14-nasha-tsel-2Arriba, estación solar. Abajo, nave interplanetaria a Marte, similar a la TMK de los años 70 (zavtra.ru). Captura de pantalla 2014-12-18 a las 20.55.43Nave marciana soviética TMK de los años 70. Como vemos, el diseño de la estación solar es idéntico. La ‘estación solar’ sería mucho más barata de construir que una base en la Luna y permitiría adquirir la experiencia necesaria para misiones interplanetarias, especialmente en todo lo relacionado con los sistemas de soporte vital, comunicaciones y protección contra la radiación. Es decir, serviría como una especie de entrenamiento de cara a una misión tripulada a Marte. ¿Tiene posibilidades este proyecto? Pues la verdad es que no. Roscosmos sigue buscando objetivos para su programa tripulado de la próxima década y por ahora las misiones lunares van ganando. Y mucho me temo que esta ‘estación solar’ no les va a hacer cambiar de opinión.
El extraño proyecto ruso para mandar una nave tripulada “alrededor del Sol”
Rusia sigue buscando propuestas para su programa tripulado
de cara a la más que previsible retirada unilateral de la estación
espacial internacional (ISS) en 2020. El último concepto que hemos
podido conocer es un proyecto para construir una ‘estación espacial que
viaje alrededor del Sol’. ¿Y qué demonios es eso?¿Acaso la Tierra no se
puede considerar como una estación que gira alrededor de nuestra
estrella? Pues el caso es que se trata de un proyecto de estación
espacial propuesto por Vladímir Bugrov -un pionero de la cosmonáutica
retirado que trabajó en el programa Energía-Burán- hace ya varios años y
que recientemente ha recibido más atención al aparecer en algunos
medios occidentales.
Esta misión ‘alrededor del Sol’ no es otra cosa que una estación
espacial situada en el punto de Lagrange L1 del sistema Tierra-Sol
(SEL1). Es decir, el punto más cercano al Sol donde la gravedad de la
Tierra y nuestra estrella se equilibran, permitiendo órbitas
relativamente estables -llamadas de halo- en esta zona. Por motivos
obvios, este punto es usado por misiones automáticas para estudiar el
Sol, como es el caso del observatorio solar europeo SOHO. Sin embargo,
mandar misiones tripuladas a esta región ya es más extraño. Al fin y al
cabo, ¿qué tiene de especial una zona del espacio interplanetario
situada a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra?
Según Bugrov, lo interesante no es el punto de Lagrange en sí mismo,
sino las posibilidades que puede abrir de cara a la exploración del
sistema solar. Como todo buen lector de este blog ya debe saber, si
usamos los puntos de Lagrange podemos ahorrar importantes cantidades de
combustible en una misión, eso sí, a costa de aumentar la duración de
los viajes de forma considerable. Una estación de este tipo puede
parecer una locura hasta que recordamos que hace dos años la NASA
propuso más o menos lo mismo. Efectivamente, antes de convertir en
prioridad la misión ARM (Asteroid Redirect Mission), la agencia espacial norteamericana sugirió construir conjuntamente con Rusia la estación espacial Gateway
en el punto de Lagrange L2 del sistema Tierra-Luna (es importante
recordar que los puntos de Lagrange de la Luna y la Tierra no son los
mismos que los del sistema Tierra-Sol). Paradójicamente, dos años
después las relaciones entre EEUU y Rusia pasan por un mínimo histórico
que habrían hecho imposible una colaboración de este tipo.
Pero volvamos a la estación de Bugrov. La estructura se ensamblaría
en la órbita baja y luego sería enviada hasta el punto L1. La estación
consistiría de un módulo habitable denominado ‘nave interplanetaria
pesada’ o TMK-S (Tiazholi Mezhplanetni Korabl-Solntse) y una
etapa con combustible para enviar la TMK-S desde la órbita baja hasta el
punto L1. Esta etapa se separaría al alcanzar el punto L1. La estación
dispondría de un espejo colector para focalizar la luz del sol en varios
paneles solares y aumentar así la producción de electricidad. En
definitiva, un diseño prácticamente idéntico al de la nave marciana TMK
de los años 70 propuesto por la oficina OKB-1 de Serguéi Koroliov.
Varias tripulaciones de naves Soyuz viajarían hasta la órbita baja para
montar la estación. Una tripulación de dos cosmonautas viajaría hasta el
punto L1 en una Soyuz modificada y permanecería allí un año. Durante el
transcurso de la misión se enviarían naves de carga Progress y alguna
que otra nave tripulada de nueva generación PTK-NP con un mayor número
de cosmonautas para visitar la estación. 365 días después la tripulación
permanente volvería a la Tierra en su nave Soyuz modificada, mientras
que la nave TMK-S podría ser reutilizada en otra ocasión posterior.
La ‘estación solar’ sería mucho más barata de construir que una base
en la Luna y permitiría adquirir la experiencia necesaria para misiones
interplanetarias, especialmente en todo lo relacionado con los sistemas
de soporte vital, comunicaciones y protección contra la radiación. Es
decir, serviría como una especie de entrenamiento de cara a una misión
tripulada a Marte. ¿Tiene posibilidades este proyecto? Pues la verdad es
que no. Roscosmos sigue buscando objetivos para su programa tripulado
de la próxima década y por ahora las misiones lunares van ganando. Y mucho me temo que esta ‘estación solar’ no les va a hacer cambiar de opinión.
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