Trump arroja de nuevo a EE.UU. a las arenas movedizas de Oriente Medio"
Publicado: 5 abr 2017 20:33 GMT
Un presidente que prometió menos
intervenciones "podría encontrarse hundiéndose cada vez más en las
arenas movedizas de Oriente Medio, dilapidando sangre y dinero", asevera
un analista internacional.
El
enfoque de Donald Trump para combatir el terrorismo arroja a EE.UU. "de
nuevo a las arenas movedizas de Oriente Medio", sostiene en un nuevo
artículo para la revista 'Politico' Colin Kahl, analista internacional y asesor de Seguridad Nacional del exvicepresidente estadounidense Joe Biden.
Según Kahl, en los pocos meses que lleva en el cargo, Trump ha dejado claro que su prioridad número uno en política exterior es "demoler y destruir" el terrorismo.
Al trazar su estrategia para hacerlo, el nuevo mandatario "ha aceptado y rechazado" algunos elementos de los enfoques de George W. Bush y Barack Obama, pero lo ha hecho de una manera "casi totalmente disfuncional". El analista advierte que si no enmienda la doctrina que tiene planeada, esta "resultará en más guerra, pero con pocos logros sostenibles contra el terrorismo en la que es la región más peligrosa del mundo".
En primer lugar, detalla Kahl, la estrategia de Trump ya está incrementando significativamente los riesgos para los civiles "atrapados en la creciente campaña militar de EE.UU.". También señala que, a medida que la lista de países considerados zonas de hostilidades activas crece más allá de Irak y Siria, se pueden esperar más víctimas inocentes en lugares como Yemen y Somalia. Más allá de las implicaciones morales, "una oleada de bajas civiles puede socavar la eficacia" de la campaña antiterrorista estadounidense, asevera el experto.
En segundo lugar, prosigue, el enfoque del presidente de EE.UU. no va acompañado con "elementos civiles", es decir, "pone poco valor en la diplomacia y en la ayuda extranjera", lo cual es "un gran error", al igual que lo es la falta de transparencia y de debate público.
Como resultado, un presidente que prometió en su campaña menos intervenciones en el extranjero "podría encontrarse hundiéndose cada vez más en las arenas movedizas de Oriente Medio, dilapidando sangre y dinero" y provocar una mayor espiral de violencia en la región, concluye Kahl.
Según Kahl, en los pocos meses que lleva en el cargo, Trump ha dejado claro que su prioridad número uno en política exterior es "demoler y destruir" el terrorismo.
Al trazar su estrategia para hacerlo, el nuevo mandatario "ha aceptado y rechazado" algunos elementos de los enfoques de George W. Bush y Barack Obama, pero lo ha hecho de una manera "casi totalmente disfuncional". El analista advierte que si no enmienda la doctrina que tiene planeada, esta "resultará en más guerra, pero con pocos logros sostenibles contra el terrorismo en la que es la región más peligrosa del mundo".
Más intervención y víctimas civiles, menos transparencia
Trump ha prometido mantener el ritmo de las acciones militares contra las redes terroristas, incluso si esto aumenta los riesgos para los civiles, mientras que aboga por mantener sus planes "en secreto", recuerda el autor del artículo, agregando que "hasta ahora, parece estar cumpliendo sus promesas":- Así, el mandatario norteamericano "parece estar desplegando más fuerzas" en Siria y Irak, y desplazando a las que ya están allí hacia zonas más cercanas al frente de batalla.
- Además de reforzar la participación estadounidense en las zonas de guerra establecidas, el republicano ha autorizado ampliar las atribuciones para llevar a cabo operaciones militares fuera de estas áreas.
- La administración Trump ha tomado medidas para reducir la transparencia de las operaciones militares.
Una "derrota estratégica" a largo plazo
El analista pronostica que, a corto plazo, este enfoque "puede matar a más terroristas y lograr algunos avances tácticos", pero advierte de que conlleva "verdaderos peligros" que podrían provocar "una derrota estratégica".En primer lugar, detalla Kahl, la estrategia de Trump ya está incrementando significativamente los riesgos para los civiles "atrapados en la creciente campaña militar de EE.UU.". También señala que, a medida que la lista de países considerados zonas de hostilidades activas crece más allá de Irak y Siria, se pueden esperar más víctimas inocentes en lugares como Yemen y Somalia. Más allá de las implicaciones morales, "una oleada de bajas civiles puede socavar la eficacia" de la campaña antiterrorista estadounidense, asevera el experto.
En segundo lugar, prosigue, el enfoque del presidente de EE.UU. no va acompañado con "elementos civiles", es decir, "pone poco valor en la diplomacia y en la ayuda extranjera", lo cual es "un gran error", al igual que lo es la falta de transparencia y de debate público.
"El peor de los mundos"
De esta manera, el enfoque de Trump en la lucha contra el terrorismo yihadista en Oriente Medio parece "representar el peor de los mundos", puesto que contiene "la suficiente arrogancia y escalada militar" para garantizar una "cada vez más profunda implicación" del país sin una estrategia clara para estabilizar los logros militares.Como resultado, un presidente que prometió en su campaña menos intervenciones en el extranjero "podría encontrarse hundiéndose cada vez más en las arenas movedizas de Oriente Medio, dilapidando sangre y dinero" y provocar una mayor espiral de violencia en la región, concluye Kahl.
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