Venezuela desplegó ayer aviones, tanques y miles de soldados y civiles armados en ejercicios que el presidente Nicolás Maduro ordenó ante la amenaza militar y sanciones financieras anunciadas por su par estadounidense Donald Trump.
El “Ejercicio Soberanía Bolivariana 2017” se extenderá hasta el domingo en todo el país, según Maduro, que lo convocó hace dos semanas tras la advertencia de Trump de una eventual intervención militar ante la grave crisis política y económica venezolana. “Pueblo y FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) asumen la defensa del territorio y de la soberanía”, escribió el mandatario en la red social Twitter. La primera jornada incluyó prácticas de francotiradores del ejército, la armada, la Guardia Nacional y la Milicia (cuerpo civil), y el domingo se realizarán maniobras de combate, dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Rodeado de decenas de soldados en una zona montañosa de Macarao (suroeste de Caracas), Padrino dijo que la acción será de gran provecho para la defensa del país frente a la agresión del imperio. En el despliegue, que según el alto mando activó una fase de alerta, participan unos 200 mil efectivos de la FANB, junto con 700 mil milicianos, reservistas y civiles.
Maduro ya había convocado en el pasado a ejercicios similares, frente a lo que denuncia como un complot de Washington para invadir Venezuela y apoderarse de su riquísima reserva hidrocarburífera.
Unos 600 policías motorizados, acompañados por igual número de milicianos, desfilaron por una céntrica avenida de Caracas portando un tipo de misil antiaéreo, según describió el ministro de Interior, general Néstor Reverol. También en la capital, cientos de milicianos con camuflaje y chavistas vestidos de rojo realizaron bajo la lluvia una marcha antiimperialista hasta el Paseo de Los Próceres, frente al principal complejo militar del país.
Luego del inicio de los ejercicios, se produjo un enfrentamiento en la frontera con Colombia entre el ejército y personas aparentemente del grupo Los Rastrojos, en el cual murieron seis de sus integrantes. “Estábamos haciendo escudriñamiento, patrullaje y protección de nuestra frontera de Venezuela. En este patrullaje nos encontramos con un grupo generador de violencia llamado Los Rastrojos. Se suscitó este enfrentamiento dando como resultado seis elementos abatidos”, relató al estatal canal VTV mayor general Jesús Suárez Chourio. Señaló que en el hecho también fue capturada una ciudadana que, según dijo, está aportando información valiosa para esclarecer este hecho y llegar a las conexiones aquí en Venezuela de hechos irreguladores.
La banda criminal Los Rastrojos surgió en territorio colombiano tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia. Explicó que al grupo se le encontró municiones, material de intendencia así como un uniforme del ejército colombiano con nombres y apellidos, jerarquización y grado. El gobierno venezolano insiste constantemente en que en el país hay paramilitares colombianos, y la frontera fue durante años un canal abierto al delito y al crimen organizado.
El viernes, un decreto de Trump prohibió negociar deuda emitida por el gobierno venezolano y por su estatal petrolera PDVSA, lo que Maduro calificó como una brutal agresión que abonaría el terreno para una posible intervención estadounidense. Padrino señaló que la FANB, a la que Maduro dio gran poder económico y político, apoya todas las medidas para contrarrestar el bloqueo financiero, que según dijo busca asfixiar a Venezuela.
Trump advirtió el 11 de agosto que analizaba una opción militar, aunque desde entonces altos funcionarios de su gobierno desalentaron esa posibilidad. La embajada de Washington en Caracas recomendó a los estadounidenses radicados en Venezuela resguardarse ante las maniobras, alertando sobre el riesgo que implica la participación de civiles armados.
En medio de las tensiones, Estados Unidos impuso los primeros castigos económicos contra el país, tras sanciones individuales contra Maduro y otros funcionarios, acusados de quebrar el orden democrático y violar derechos humanos en las protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio. “Es una declaración de guerra económica frente a la cual no podemos responder de manera convencional”, dijo ayer el ministro de Comunicación, Ernesto Villegas.
Maduro convocó a las empresas estadounidenses que compran petróleo venezolano a una reunión urgente en Caracas, así como a los tenedores de bonos de deuda venezolana, de los cuales 62 por ciento dijo son de ese país. Según el presidente, Venezuela tiene mercado seguro para vender los 800 mil barriles diarios de petróleo que coloca en Estados Unidos, de una producción total de 1,9 millones. El mandatario pidió a la corte suprema y a la Constituyente enjuiciar a dirigentes opositores, a quienes acusa de promover las sanciones. Particularmente señaló al presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, quien en los últimos meses viajó a Estados Unidos y otros países del hemisferio en busca de respaldo.