Aumentan las tensiones entre China y La India por la disputa territorial de la zona fronteriza de Doklam.
China
advierte a La India de que no debe subestimar su determinación de
mantener una zona montañosa situada en el corazón de los roces entre las
dos potencias asiáticas. La declaración china en este sentido es la más
contundente hasta el momento.Pekín reclama los 34 kilómetros cuadrados de tierra en disputa, en un área donde se encuentran La India y el pequeño reino de Bután. La India no reclama la tierra, pero dice que ha estado actuando en nombre de Bután. El área en disputa es pequeña y remota, pero las apuestas geopolíticas son altas.
La tensión comenzó a crecer en junio, cuando Bután descubrió a trabajadores chinos tendiendo un camino sin pavimentar en la meseta de Doklam, un área tibetana de unos 130 kilómetros cuadrados al oeste de Bután que forma parte del territorio en disputa. Cuando La India envió tropas y equipos para detener las obras, China la acusó de violar su territorio.
En un comunicado difundido en la web del Ministerio chino de Defensa, Pekín condenó a Nueva Delhi por no responder a los llamados a ceder y advirtió de que su paciencia tenía un límite. Dijo además que ningún país debe subestimar la confianza y la capacidad de las fuerzas chinas para salvaguardar la paz ni su voluntad para defender sus intereses en materia de soberanía, seguridad y desarrollo.
Por su parte, Nueva Delhi dice que cualquier construcción tendría graves implicaciones para la seguridad de La India. La ministra de Asuntos Exteriores Sushma Swaraj ha dicho que su país está preocupado por las acciones de Pekín, que afectan el límite fronterizo entre Bután, La India y China.
Según Pekín, Doklam se encuentra en el Tíbet y la disputa fronteriza entre China y Bután no tiene nada que ver con La India. Asegura además que la disputa diplomática podría seguir agravándose, aunque el conflicto armado parece improbable.
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