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Abusos sexuales y consumo de drogas dentro de ONG de apoyo infantil en México
Abusos sexuales reiterados contra menores de edad, consumo
de alcohol y drogas por parte de directivos e internos, violencia y
faltas al código de conducta y a la política de protección infantil han
sido denunciados por trabajadores de Aldeas Infantiles SOS México, sin
resultado alguno.
Tenemos casos de abusos sexual, violaciones, consumo de alcohol por el director y los dos acompañantes, el ingreso y consumo de mariguana y cocaína por parte de ellos en su horario laboral y consumo de drogas por parte de internos, dice en entrevista la trabajadora social del programa, Yehosabat Chávez Arellano, mientras entrega copias de las actas circunstanciadas de estos hechos.
En el acta del 4 de septiembre del año pasado, la trabajadora social expone el caso de la violación de LGPG, una niña de 12 años, el 30 de agosto, en la Casa 9, por LM, un interno menor de edad.
La menor, con una severa discapacidad y afectación genética del síndrome de Turner, presentaba un retraso de su periodo menstrual: "Ella se encontraba viendo la tele, cuando 'LM' se acercó y la llevo a su cuarto, luego le bajó los pantalones, así como su pantaleta y llevó a cabo el acto de la penetración forzada", señala el documento.
Los hechos fueron notificados al director Jesús Shane Flores y la niña fue llevada a la Unidad Médico Familiar del DIF Huehuetoca, en compañía de Raymundo Arenas, pero en esa institución, que se supone debe supervisar el bienestar de los niños en custodia de Aldeas Infantiles, no fue recibida para la consulta ginecológica porque no tenían cita previa, por lo que procedieron a visitar el Hospital Municipal de la Mujer.
La violación fue certificada por el médico: En compañía del director, la revisión se realizó en mi presencia y la doctora me mostró y explicó las condiciones en las que se encontraba la zona genital de la menor en la cual se observó la presencia de una lesbios chutenea, la irritación en los labios menores y la ausencia del himen, señala la denuncia escrita por la trabajadora social, mientras la niña sólo pudo articular unas palabras: me metió su pene, pero yo no quería.
En entrevista, la trabajadora le dijo al director que los hechos debían ser notificados al DIF, que representa al tutor legal, y al Ministerio Público, para que iniciara la averiguación previa, porque Aldeas no es una autoridad competente para realizar la investigación:
Él notificó los hechos a la oficina nacional, pero omitió ir al Ministerio Público a denunciar. Todo lo manejó por debajo del agua. Al chico agresor no se le dio contención y se quería suicidar, la niña víctima empezó a tener crisis y para el director eran sólo berrinches. En definitiva no se les ofreció apoyo sicológico y todo siguió igual.
Drogas, alcohol y sexo
En una carta fechada el 16 de octubre del año pasado, la trabajadora social explica el problema sobre el consumo de alcohol y drogas que sucede en Aldeas Infantiles: Suceden dentro de la aldea teniendo como punto de reunión la casa que habita el director del programa, siendo que éste mismo no sólo conoce esas conductas, sino que también se encuentra presente y participa en este grupo integrado además por David, Raymundo y Noemí, la facilitadora familiar.
Erika Sánchez, coordinadora de Espacios de Fortalecimiento Familiar, cuenta en entrevista que en una convivencia celebrada el 10 de octubre del año pasado en la casa de Tías de Apoyo observó cómo Raymundo Arenas, el acompañante familiar, extrajo de su cartera un papelito con polvo blanco que reconoció como cocaína y enseguida una tarjeta con lo cual formó dos líneas, enrolló un billete y finalmente lo consumió.
"Yo vi cómo consumió coca. Hay un problema de consumo de drogas por los chicos. Yo no sabía qué tan grande era o la magnitud del problema, sólo me decían que era consumo de inhalantes entre algunos chicos. Cuando empecé a hablar con los vigilantes me di cuenta que el consumo no era aislado, sino recurrente", dice Erika durante una entrevista.
Añade: En una ocasión, el vigilante Ángel y Armando consumieron inhalantes toda la noche. Los vigilantes le pasaron la notificación a la asesora del programa, Yanette Carrillo, pero que no habían hecho nada. Leo se metió en una depresión muy fuerte y salió del problema hasta septiembre, pero volvió a consumir inhalantes y el actual director, Jesús Shane, sabía que estaba consumiendo y no hacía nada, dice al mostrar reportes membretados, escritos por los vigilantes de la empresa International Private Security de México, notificando los hechos.
Comenta que al revisar anteriores libretas que son diarios de campo, pudo conocer los reportes de Judith, facilitadora familiar, que reportó el caso de la violación a la menor Leslie: Había sido violada de manera recurrente por varios chicos internos de la aldea y posteriormente desarrolló el síndrome de Estocolmo, cayó en una depresión y le dio un ataque de esquizofrenia y la internaron en Grunac, un centro de rehabilitación de adicciones, pero que no está especializado en atender su problema de salud mental.
Comenta que según el reglamento, en la aldea sólo se puede quedar a dormir el director, pero se quedaban los acompañantes juveniles David y Raymundo , así como Noemí, facilitadora familiar: Ellos mismos comentaban que tomaban cerveza, alcohol, mariguana y cocaína. Nosotros no estábamos de acuerdo en cómo procedían con los jóvenes, porque no marcaban límites ni ofrecían una figura de autoridad. Entonces hubo una fractura en el equipo, a la trabajadora social y a mí nos empezaron a excluir en temas de trabajo.
Beatriz Mora, responsable de casa y mamá sos, escribió una carta donde denunciaba la situación del caso de la interna Monserrath, a quien la encontraron drogada y reconoció que había consumido mariguana, cristal y piedra, además existía el temor de haber sido abusada sexualmente, aunque el médico dictaminó que no.
"A pesar de no haber sido abusada, el director Jesús le dijo a Raymundo que le diera las dos pastillas del día siguiente, sin mi consentimeinto... la doctora me dijo que podría tener repercusiones en el organismo, como trastornos en su menstruación y el apetito", señala la carta y menciona que recomendó que se le cambiara de aldea por su seguridad, pero nunca se hizo.
Situación generalizada
Las cartas de las cuidadoras, llamadas madres sos, cuyas identidades se reservan para evitar represalias, señalan y narran distintos tipos de irregularidades y abusos.
Tanto Erika como Yehosabat, coinciden en señalar que lo que sucede en Huehuetoca ocurre en otras de las siete aldeas que existen en México, ubicadas en distintas ciudades:
Así
lo afirman trabajadoras de esa organización no gubernamental de la
sección Huehuetoca, estado de México, que aportan cartas de puño y letra
de víctimas y cuidadoras, así como actas circunstanciadas membreteadas
de hechos presuntamente delictivos y de los cuales
La Jornada
tiene una copia, que involucran al director, Jesús Shane Flores
Resentís, y dos acompañantes juveniles, Raymundo Arenas Rodríguez y
David Bonilla.
Las denuncias fueron presentadas a Dirk C. Glas, director nacional
interino de Aldeas Infantiles SOS México -organización que se sostiene
con base en donativos y está certificada por el gobierno federal-, así
como a Diana Rosales de la oficina nacional; Edgar Serralde, asesor de
Programas, y Efraín Guzmán, director de política de protección infantil,
quienes respondieron que se investigarían los hechos denunciados, pero
luego negaron las acusaciones y finalmente despidieron a tres empleadas
denunciantes.
Tenemos casos de abusos sexual, violaciones, consumo de alcohol por el director y los dos acompañantes, el ingreso y consumo de mariguana y cocaína por parte de ellos en su horario laboral y consumo de drogas por parte de internos, dice en entrevista la trabajadora social del programa, Yehosabat Chávez Arellano, mientras entrega copias de las actas circunstanciadas de estos hechos.
En el acta del 4 de septiembre del año pasado, la trabajadora social expone el caso de la violación de LGPG, una niña de 12 años, el 30 de agosto, en la Casa 9, por LM, un interno menor de edad.
La menor, con una severa discapacidad y afectación genética del síndrome de Turner, presentaba un retraso de su periodo menstrual: "Ella se encontraba viendo la tele, cuando 'LM' se acercó y la llevo a su cuarto, luego le bajó los pantalones, así como su pantaleta y llevó a cabo el acto de la penetración forzada", señala el documento.
Los hechos fueron notificados al director Jesús Shane Flores y la niña fue llevada a la Unidad Médico Familiar del DIF Huehuetoca, en compañía de Raymundo Arenas, pero en esa institución, que se supone debe supervisar el bienestar de los niños en custodia de Aldeas Infantiles, no fue recibida para la consulta ginecológica porque no tenían cita previa, por lo que procedieron a visitar el Hospital Municipal de la Mujer.
La violación fue certificada por el médico: En compañía del director, la revisión se realizó en mi presencia y la doctora me mostró y explicó las condiciones en las que se encontraba la zona genital de la menor en la cual se observó la presencia de una lesbios chutenea, la irritación en los labios menores y la ausencia del himen, señala la denuncia escrita por la trabajadora social, mientras la niña sólo pudo articular unas palabras: me metió su pene, pero yo no quería.
En entrevista, la trabajadora le dijo al director que los hechos debían ser notificados al DIF, que representa al tutor legal, y al Ministerio Público, para que iniciara la averiguación previa, porque Aldeas no es una autoridad competente para realizar la investigación:
Él notificó los hechos a la oficina nacional, pero omitió ir al Ministerio Público a denunciar. Todo lo manejó por debajo del agua. Al chico agresor no se le dio contención y se quería suicidar, la niña víctima empezó a tener crisis y para el director eran sólo berrinches. En definitiva no se les ofreció apoyo sicológico y todo siguió igual.
Drogas, alcohol y sexo
En una carta fechada el 16 de octubre del año pasado, la trabajadora social explica el problema sobre el consumo de alcohol y drogas que sucede en Aldeas Infantiles: Suceden dentro de la aldea teniendo como punto de reunión la casa que habita el director del programa, siendo que éste mismo no sólo conoce esas conductas, sino que también se encuentra presente y participa en este grupo integrado además por David, Raymundo y Noemí, la facilitadora familiar.
Erika Sánchez, coordinadora de Espacios de Fortalecimiento Familiar, cuenta en entrevista que en una convivencia celebrada el 10 de octubre del año pasado en la casa de Tías de Apoyo observó cómo Raymundo Arenas, el acompañante familiar, extrajo de su cartera un papelito con polvo blanco que reconoció como cocaína y enseguida una tarjeta con lo cual formó dos líneas, enrolló un billete y finalmente lo consumió.
"Yo vi cómo consumió coca. Hay un problema de consumo de drogas por los chicos. Yo no sabía qué tan grande era o la magnitud del problema, sólo me decían que era consumo de inhalantes entre algunos chicos. Cuando empecé a hablar con los vigilantes me di cuenta que el consumo no era aislado, sino recurrente", dice Erika durante una entrevista.
Añade: En una ocasión, el vigilante Ángel y Armando consumieron inhalantes toda la noche. Los vigilantes le pasaron la notificación a la asesora del programa, Yanette Carrillo, pero que no habían hecho nada. Leo se metió en una depresión muy fuerte y salió del problema hasta septiembre, pero volvió a consumir inhalantes y el actual director, Jesús Shane, sabía que estaba consumiendo y no hacía nada, dice al mostrar reportes membretados, escritos por los vigilantes de la empresa International Private Security de México, notificando los hechos.
Comenta que al revisar anteriores libretas que son diarios de campo, pudo conocer los reportes de Judith, facilitadora familiar, que reportó el caso de la violación a la menor Leslie: Había sido violada de manera recurrente por varios chicos internos de la aldea y posteriormente desarrolló el síndrome de Estocolmo, cayó en una depresión y le dio un ataque de esquizofrenia y la internaron en Grunac, un centro de rehabilitación de adicciones, pero que no está especializado en atender su problema de salud mental.
Comenta que según el reglamento, en la aldea sólo se puede quedar a dormir el director, pero se quedaban los acompañantes juveniles David y Raymundo , así como Noemí, facilitadora familiar: Ellos mismos comentaban que tomaban cerveza, alcohol, mariguana y cocaína. Nosotros no estábamos de acuerdo en cómo procedían con los jóvenes, porque no marcaban límites ni ofrecían una figura de autoridad. Entonces hubo una fractura en el equipo, a la trabajadora social y a mí nos empezaron a excluir en temas de trabajo.
Beatriz Mora, responsable de casa y mamá sos, escribió una carta donde denunciaba la situación del caso de la interna Monserrath, a quien la encontraron drogada y reconoció que había consumido mariguana, cristal y piedra, además existía el temor de haber sido abusada sexualmente, aunque el médico dictaminó que no.
"A pesar de no haber sido abusada, el director Jesús le dijo a Raymundo que le diera las dos pastillas del día siguiente, sin mi consentimeinto... la doctora me dijo que podría tener repercusiones en el organismo, como trastornos en su menstruación y el apetito", señala la carta y menciona que recomendó que se le cambiara de aldea por su seguridad, pero nunca se hizo.
Situación generalizada
Las cartas de las cuidadoras, llamadas madres sos, cuyas identidades se reservan para evitar represalias, señalan y narran distintos tipos de irregularidades y abusos.
Tanto Erika como Yehosabat, coinciden en señalar que lo que sucede en Huehuetoca ocurre en otras de las siete aldeas que existen en México, ubicadas en distintas ciudades:
Recibimos una llamada diciendo que en la Aldea de Tuxtla Gutiérrez un dentista que atendía a los niños había abusado sexualmente de por lo menos seis, con la implicación de un acompañante de jóvenes. Ahí empecé a darme cuente que pasaban cosas que no salían de las aldeas y se quedaban y trataban de resolverlas de manera interna, dice Erika Sánchez.
Comentario:
Vea también:
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- Pedofilia (agresiones sexuales a niños): en la mente del pedófilo
- Maestro holandés abusa de niña de 13 años, la corte lo absuelve de violación porque no hubo cuestión de violencia
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Tras la publicación de este artículo tomado de
La Jornada
,
representantes de Aldeas Infantiles SOS México se han puesto en
contacto con nosotros para pedir su derecho a réplica, les dejamos con
su comunicado:
16 de enero de 2018 PARA COMUNICACIÓN INMEDIATA
Declaración de Aldeas Infantiles SOS México
De acuerdo a la reciente publicación del día 14 de enero en un diario de circulación nacional donde se presumen casos de desprotección infantil en la Aldea Infantil SOS Huehuetoca, Aldeas infantiles SOS México en su responsabilidad de promover el interés superior de cada niño y niña comunica lo siguiente:
Lamentamos y condenamos cualquier tipo de abuso y violencia en contra de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en todos los casos en que identificamos un posible riesgo a los derechos de las niñas y niños dentro de la organización, actuamos apegados al marco legal siempre teniendo como principio focal el cumplimiento efectivo de los derechos humanos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Aldeas Infantiles SOS actúa de acuerdo al interés superior de cada niño y niña y al protocolo internacional de su Política de Protección Infantil, la organización está sumamente comprometida con el cumplimiento de un Código de Conducta, el cual rige a todas las personas que se desempeñan como colaboradores de la organización y que tienen cualquier tipo de interacción con los participantes de los programas.
Es por ello que en cada uno de los casos mencionados se realizaron las valoraciones correspondientes a través de un Equipo Nacional de Protección Infantil y un asesor legal externo, para garantizar el respeto irrestricto a los derechos de las niñas o niños involucrados.
El Código de Conducta de Aldeas Infantiles SOS prohíbe el consumo de alcohol y otras sustancias, a partir de la denuncia, los colaboradores fueron investigados y cesados de manera temporal por el Equipo Nacional de Protección Infantil con el apoyo legal externo y de acuerdo a la investigación no existían datos y pruebas que ampararan una acusación de este tipo. Por dicho motivo el caso fue cerrado, sin embargo se continúa haciendo un seguimiento estricto en la labor y desempeño del Director y Equipo Técnico.
En el caso de abuso entre pares, de manera inmediata se dio atención acompañada de un seguimiento psicológico, ginecológico, jurídico, educativo, así como la debida contención emocional a los adolescentes involucrados, aún se continua trabajando con ellos. Asimismo se les reportó a las autoridades competentes, quienes ejercen la figura de tutor legal, a efecto de que asumieran las gestiones legales pertinentes.
En referencia al caso por adicción y un probable abuso sexual hacia una adolescente, Aldeas Infantiles SOS brindó de forma inmediata seguimiento psicológico, ginecológico, farmacológico, jurídico, educativo y contención emocional, preocupándose siempre por la salud y protección de la menor. Asimismo, brindó acompañamiento a la adolescente ante el Ministerio Público para iniciar la investigación respectiva, obedeciendo en todo momento los protocolos de atención para una posible víctima de delito sexual para rendir su declaración, de modo que ella sintiera el respaldo y apoyo de la organización.
En el presunto caso de abuso sexual reiterado hacia una adolescente, no existieron casos de desprotección que hubieran hecho necesaria la intervención del Equipo de Protección Infantil de la organización. Su tránsito hacia otra organización se realizó hace dos años a otra institución, únicamente por una necesidad de atención de naturaleza psiquiátrica (esquizofrenia), esto atendió principalmente a mejorar su calidad de vida y a su interés superior, pues la organización no se especializa en atender dichas condiciones psiquiátricas.
Finalmente en referencia al caso sobre un lamentable abuso sexual sucedido hace más de diez años en Chiapas, desde que la organización tuvo conocimiento del mismo, se realizaron todas las gestiones necesarias para esclarecerlo, a tal grado de lograr que el agresor se encuentre aún hoy recluido por tales hechos, por medio del acompañamiento y seguimiento que la organización realizó en su momento, promoviendo, respetando y garantizando el derecho de la víctima.
Cabe mencionar que los trabajadores sociales, facilitadores familiares, psicólogos externos y personal administrativo, que colaboran en la organización, en todo momento apoyaron y facilitaron las acciones correspondientes para que los niños, niñas y adolescentes que vivieron los casos de desprotección mencionados recibieran el acompañamiento psicoemocional adecuado.
Es importante destacar que en esta publicación emitida existen declaraciones inconsistentes, este tipo de notas tergiversa la información y la presenta a la opinión pública de manera sesgada y tendenciosa, las ex colaboradoras denunciantes renunciaron por decisión propia o fueron desvinculadas por motivos de desempeño. Asimismo, cualquier colaborador que se demuestre o se descubra incumpliendo los lineamientos del Código de Conducta y Política de Protección Infantil, como lo sería cualquier caso de desprotección infantil, es desvinculado, procediendo a la denuncia correspondiente según sea el caso.
Estuvimos y continuamos en comunicación y total colaboración con las autoridades correspondientes, facilitando toda la información que se requiera para asegurar el bienestar de los niños que están bajo nuestro cuidado.
Desde Aldeas Infantiles SOS tenemos la fuerte convicción de estar implementando las acciones necesarias para defender y promover los derechos de los niños, niñas y adolescentes participantes de nuestros programas, brindándoles el entorno de seguridad y protección que les corresponde. Por ello, con la seriedad y transparencia que caracteriza a la organización, seguiremos trabajando para garantizar sus derechos, porque estamos convencidos que lo más importante es y será el interés superior de cada niño y niña.
Aldeas Infantiles SOS:
Desde hace 60 años Aldeas Infantiles SOS ha marcado una diferencia en las vidas de muchos niños y niñas mexicanos. Como organización de desarrollo social, independiente y sin fines de lucro, nos dedicamos a la etapa más importante en la vida del ser humano: la niñez. En el año 1949, Hermann Gmeiner fundó la primera Aldea Infantil en Imst, una pequeña ciudad de Austria. niños y niñas desamparados encontraron allí un nuevo hogar en un entorno familiar. Hoy en día Aldeas Infantiles SOS trabaja en 135 países. Es la organización de ayuda a la niñez más grande del mundo y se ha convertido en un movimiento que actúa para defender el derecho de cada niño y niña a vivir en familia.
Para mayor información por favor comuníquese con:
Dirección de Recaudación de Fondos y Comunicación de Aldeas Infantiles SOS México
Diana Rosales
diana.rosales@aldeasinfantiles.org.mx Departamento de Comunicación y Medios de Aldeas Infantiles SOS México
Tania Moctezuma
tania.moctezuma@aldeasinfantiles.org.mx
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