Los empleados del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés) -uno de los tres servicios de inteligencia británicos- se pusieron "furiosos" tras la declaración del ministro de Defensa del país, Gavin Williamson, sobre Rusia, informa The Sunday Times con referencia a una fuente militar.
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© AFP 2018/ Ben Birchall
El 26 de enero, el titular británico
aseguró
que las fuerzas rusas presuntamente estudian la infraestructura vital de Reino Unido para tratar de sembrar "pánico y caos", lo que causaría "miles y miles de víctimas".
"La gente en el GCHQ estaba furiosa",
cita
el medio a la fuente militar que comentó estas declaraciones de Williamson.
El interlocutor del diario señaló que el ministro podría haber revelado accidentalmente información clasificada recibida de los aliados.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa británico desmintió la información de que los datos utilizados por Williamson fueran secretos, pero confirmó que un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores se había quejado por el "tono" del ministro.
Otra fuente de inteligencia de defensa calificó a Williamson de "aficionado" por hacer esas afirmaciones extravagantes. Aseguró que esa preocupación la compartían otros jefes de los servicios de inteligencia, ya que "nadie había llegado tan lejos antes al calcular el riesgo potencial para la vida como resultado de un ataque destructivo de Rusia, o de cualquier otra nación hostil, contra la infraestructura británica. No quisiéramos especular ni ser alarmistas".
El Ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, comentó que Williamson "perdió la medida de lo sensato en sus ansias de engrosar el presupuesto militar". El portavoz del organismo ruso, Ígor Konashénkov, ironizó que "las fobias" jefe del departamento militar del Reino Unido son dignas de recogerlas en historietas o en la serie de los 'Monty Python: el circo volador' [una famosa serie humorística británica de los años 1960]".