Un
grupo de mujeres izadíes acusa a la firma francesa Lafarge de ser
cómplice de los terroristas de Daesh que las secuestraron y usaron como
esclavas sexuales.
Las mujeres víctimas que sobrevivieron al secuestro y a la esclavitud sexual a los que las sometieron los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe) en Irak y Siria presentaron el viernes una solicitud para incorporarse a un caso judicial abierto contra dicha compañía por financiar a una organización terrorista.
La gigante Lafarge está siendo investigada en Francia por supuestamente realizar pagos multimillonarios a los terroristas en forma de sobornos para mantener abierta una de sus plantas en el norte de Siria entre 2011 y 2014.
En su solicitud, las víctimas han pedido convertirse en “partes civiles” en el caso penal contra la empresa multinacional y contra varios de sus ejecutivos, acusados de complicidad en los crímenes de lesa humanidad y el genocidio perpetrados por Daesh.
Los jueces de investigación franceses acusaron a Lafarge en junio de 2018 y a ocho de sus ejecutivos en 2017.
Un estudio revela que unos 9900 iraquíes de la minoría kurda izadí fueron asesinados o secuestrados en pocos días en un ataque de miembros de Daesh en 2014. Los terroristas capturaron, asesinaron, esclavizaron sexualmente y torturaron a hombres, mujeres y niños de esta etnia en Siria e Irak.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido que los terroristas de Daesh sean juzgados, sobre todo, por el genocidio cometido contra esta minoría.
Tras liberar las zonas controladas por Daesh, las fuerzas de Siria e Irak hallan frecuentemente fosas comunes con restos de civiles izadíes.
tmv/rba/nii/
Las mujeres víctimas que sobrevivieron al secuestro y a la esclavitud sexual a los que las sometieron los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe) en Irak y Siria presentaron el viernes una solicitud para incorporarse a un caso judicial abierto contra dicha compañía por financiar a una organización terrorista.
La gigante Lafarge está siendo investigada en Francia por supuestamente realizar pagos multimillonarios a los terroristas en forma de sobornos para mantener abierta una de sus plantas en el norte de Siria entre 2011 y 2014.
En su solicitud, las víctimas han pedido convertirse en “partes civiles” en el caso penal contra la empresa multinacional y contra varios de sus ejecutivos, acusados de complicidad en los crímenes de lesa humanidad y el genocidio perpetrados por Daesh.
Esto nos brinda una oportunidad para que EIIL, y todos quienes prestaron su ayuda, sean responsabilizados por sus crímenes y envía un mensaje importante a las corporaciones cómplices en la comisión de crímenes internacionales de que ellas también se enfrentarán a las consecuencias legales de sus actos”, ha afirmado Amal Clooney, representante de las mujeres izadíes que sobrevivieron al secuestro y a la esclavitud sexual a los que las sometieron los terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe) en Irak y Siria.“Esto nos brinda una oportunidad para que el EIIL y todos los que les prestaron su ayuda sean responsabilizados por sus crímenes y envía un mensaje importante a las corporaciones cómplices en la comisión de crímenes internacionales de que ellas también se enfrentarán a las consecuencias legales de sus actos”, afirma la representante de las víctimas, Amal Clooney.
Los jueces de investigación franceses acusaron a Lafarge en junio de 2018 y a ocho de sus ejecutivos en 2017.
Un estudio revela que unos 9900 iraquíes de la minoría kurda izadí fueron asesinados o secuestrados en pocos días en un ataque de miembros de Daesh en 2014. Los terroristas capturaron, asesinaron, esclavizaron sexualmente y torturaron a hombres, mujeres y niños de esta etnia en Siria e Irak.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido que los terroristas de Daesh sean juzgados, sobre todo, por el genocidio cometido contra esta minoría.
Tras liberar las zonas controladas por Daesh, las fuerzas de Siria e Irak hallan frecuentemente fosas comunes con restos de civiles izadíes.
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