Sombras y luces del periodismo

Sombras y luces del periodismo Otto Granados

En las sociedades mediocráticas, como la nuestra, es poco usual que los medios (y quienes participamos en ellos) se miren en el espejo. Demasiado ocupados en enjuiciar y condenar a los demás, no queda tiempo para ver en ese espejo miserias y arrogancias propias. Quizá por ello vale la pena recordar algo de lo que Michael Ignatieff, el gran historiador, académico y por unos años político, dijo el año pasado al recibir un premio de periodismo en Europa. He aquí algunas perlas que no tienen desperdicio: * Hoy en día el periodismo continúa tal y como nació, mezclando publicidad y escándalo, asesinato y mercancía, chismes y rumores con la aguda y dolorosa verdad. * El periodismo a veces se da aires de grandeza y se hace llamar profesión, pero en realidad es comercio. Las barreras de entrada son bajas. Cualquiera con un poco de cara e ingenio puede dedicarse a ello. * La mejor cura para las pretensiones es simplemente recordar cuán efímero es el periodismo, que las columnas de hoy, mañana servirán para envolver pescado. * La eterna provocación de la gente de los periódicos, la razón por la cual hacen enfurecer, es que siempre han tenido poder sin responsabilidad. * Aquellos que tienen poder y dinero necesitan ser sometidos al escrutinio de quienes son demasiado irresponsables como para ser complacientes. * Los mejores periodistas son los que saben atemorizar a los poderosos. Me refiero a los mejores, por supuesto. * La buena conciencia del periodismo es la que habla con sinceridad al poder. * El periodismo se llama a sí mismo el cuarto poder, pero no está para ser árbitro del juego democrático. Es un negocio. Persigue la cuota de mercado más que la verdad. Tiene dueños. Sirve a intereses. Recibe tantos puñetazos como asesta. Agrede a los que están caídos y adula a los que suben. * Al periodismo le gusta pensar que revela los secretos de los poderosos, pero también se encarga de proveer obedientemente lo que los poderosos quieren que reciban los crédulos. * El periodismo hace dinero a base de convertir información en poder, y el poder que quiere incrementar es el suyo propio. Hace que los poderosos rindan cuentas, pero no quiere rendir cuentas a nadie. * El periodismo negocia con la libertad humana, y la libertad existe para que se use y se abuse de ella, se ningunee, y se ponga al servicio de causas nobles e innobles. No puede ser de otra manera. La libertad es una virtud rebelde. * Un periodismo demasiado arrogante como para truncar carreras sin un fin justificado, encontrará que su propia existencia es una miseria. * Los periodistas no están para decidir a quién absolver en un mundo fallido ni para guiarnos hacia una manera de vivir mejor. Existen para contarnos quiénes somos y cómo vivimos. * Confío en los periodistas que piensan que los hechos son tozudos, en quienes cambian de opinión cuando cambian los hechos, en los periodistas que escuchan más que hablan. og1956@gmail.com