Truena el pacto
Escrito por Jorge Meléndez Preciado el 24 abril 2013 a las 4:27 pm
La
presentación de unas grabaciones y algunos videos, que en realidad son
una parte de muchas horas, hizo que el honor y la confiabilidad de dos
políticos cercanos a Enrique Peña Nieto se pusieran en entredicho y, lo
más grave, que la defensa apresurada del ejecutivo de una de ellas
trajera un impasse en las reuniones y acuerdos del Pacto por México.
En varias cintas, seguramente
proporcionadas por ese político lodero que es Miguel Ángel Yunes, la
cúpula del PAN (Gustavo Madero, Ernesto Cordero y Luis Alberto
Villareal) presentaron cómo una serie de políticos veracruzanos
utilizaban el programa Cruzada contra el Hambre y Oportunidades para
intentar ganar las elecciones jarochas que próximamente habrá.
Javier
Duarte, ese político mentiroso que trata de engañar únicamente a los
bobos y que es una hechura de Fidel Herrera, debe serle muy simpático a
Enrique Peña Nieto. Ello porque no obstante los malos resultados que le
ha dado al PRI, en términos de votación, y al desprestigio que
acarrea, es visitado por el presidente de la República constantemente;
cuatro veces desde que llegó a Los Pinos Enrique.
Por su parte, Rosario Robles, se sabe,
es vista con molestia por sectores diversos, no únicamente por el asunto
de su relación con Carlos Ahumada, sino porque siempre ha tenido mano
dura y pocos amigos.
El asunto ventilado es muy claro: se
intenta que los padrones del mayor problema que tiene México –junto con
la corrupción–, el hambre, se utilicen para fines político- electorales.
Que eso se hizo durante la docena
trágica (el panismo), ni quien lo discuta. Que se inició mucho antes, en
el sexenio de Carlos Salinas, es muy evidente. Pero que se repita tan
abiertamente cuando un mandatario había dicho que eso no estaba en su
agenda, es sumamente grave. Y lo peor es tratar de defender a la gran
implicada con palabras como las siguientes: “Rosario, no te preocupes,
hay que aguantar”. Y Peña Nieto agregó: “han empezado las críticas a
quienes ocupa y preocupa la política y las elecciones” y no la cruzada
contra el hambre.
Pero recordemos que este mismo político
había dicho en mayo de 2012, en plena campaña electoral, que no
reinstauraría el pasado. Es decir, no hacer lo del salinismo y el
zedillismo. Y en el Pacto, en un apartado denominado Elecciones libres, se había afirmado “como Presidente de la República no tendré intervención alguna en procesos electorales”.
Aunque después que el PAN se negó a
continuar con el Pacto y hacer la presentación de la reforma económica,
la cual pudimos conocer por el diario El Financiero (23 de abril), Peña Nieto rectificó en un acto en Puebla y dijo “no se tolerarán programas sociales para fines electorales” (El Universal, 23 de abril). ¿En qué quedamos?
Estamos, pues, en un momento de
definiciones, no obstante lo que dijo Rosario Robles en su comparecencia
en el Senado. O en realidad se corrigen las anomalías, no sólo en
Veracruz, y se castiga a los responsables, incluyendo a Duarte y
Rosario, o esta etapa donde los medios internacionales elogiaban el
momento que vive nuestro país, se eclipsa.
Y no es que se estén resolviendo los
problemas de fondo. Pero las modificaciones a leyes han posibilitado que
los capitales y algunos inversionistas vean con buenos ojos a nuestro
país. Nación que está haciendo reformas planteadas hace tiempo por la
OCDE.
Antes de que el PAN nos hablara de las mapacherías adelantadas, José Antonio Gurrea había publicado en el periódico El Financiero que
de 23 delegados de Sedesol investigados, todos sin excepción eran
operadores políticos. Incluyendo el coordinador de delegados, Pedro de
León Mojarro. Éste, por cierto, había logrado en Zacatecas una votación
inusual para Enrique en las elecciones presidenciales. Derrotando en el
estado de los Monreal, de fea manera a Andrés Manuel López Obrador.
Saque usted conclusiones al respecto.
Hasta el momento, las aguas siguen muy
turbulentas. Justamente cuando Peña Nieto emprende otro de sus múltiples
viajes. Y no será fácil la resolución de este problema que aqueja a
los pactistas, ya que el arrebato de Enrique molestó a varios de sus
aliados. Y además, el PAN y el PRD tienen graves problemas a su
interior, por lo que las fuerzas opositoras intentarán que se jale la
cuerda lo más posible hasta romperse.
Quienes habían dicho que el ex
gobernador del estado de México perdía muchas batallas por impulsivo, lo
volvieron a constatar. Antes por no medir sus palabras estalló el
movimiento #YoSoy132, que le redujo una ventaja muy amplia de votos.
¿Qué ocurrirá ahora? Lo sabremos muy pronto.
Y en cuestiones de horas, el gobierno
federal echó marcha atrás, no obstante que Peña Nieto insiste en elogiar
a Rosario, algo que les hace mal a los dos y encrespa los ánimos en el
grupo de primer nivel de Enrique.
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