miércoles, 28 de diciembre de 2016

El Dalai Lama es un agente a sueldo de la CIA

El Dalai Lama es un agente a sueldo de la CIA

Si unos cualesquiera, como es nuestro caso, afirmamos que el Dalai Lama es un agente de la CIA, como ya hemos dicho en otra entrada, nos desprecian como conspiranoicos. En el mejor de los casos nos piden pruebas o que mostremos cuáles son nuestras fuentes.

Pero si esa misma afirmación la hace un diario como Los Angeles Times, la cosa cambia por completo porque se trata de algo serio y de prestigio, sobre todo si aparece corroborada por la propia CIA, como es el caso. Lo que ocurre es que ese tipo de confirmaciones por parte de la prensa seria llegan cuando ya es muy tarde, cuando están en boca de todos o cuando se han convertido en informaciones políticamente inofensivas.

Por lo tanto, la misma afirmación es conspiranoica o no según de quién proceda y hasta que deja de serlo, hasta que a medios, como Los Angeles Times, no les queda más remedio que reconocer la evidencia o hasta que se abren los archivos.

Según Los Angeles Times “durante una gran parte de los años sesenta la CIA ha suministrado al movimiento tibetano en el exilio 1,7 millones de dólares anuales para emprender operaciones contra China, comprendida una subvención anual de 180.000 dólares para el Dalai Lama, según documentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos recientemente desclasificados”.

El comité gubernamental que aprobó el destino de los fondos de la CIA es el mismo que aprobó la invasión de Bahía Cochinos.

Por lo tanto, el Dalai Lama es un excremento de la Guerra Fría, uno de tantos peleles falsos y corrompidos que ha vivido siempre de secundar los planes del imperialismo. No sólo en la década de los sesenta, como dicen los archivos, sino hasta el mismo día de hoy.

Sin embargo, en la Audiencia Nacional sus seguidores pusieron una denuncia contra China por los supuestos “crímenes contra la humanidad” que China ha cometido en Tibet, posiblemente financiada con el dinero de la CIA.
Fuente: http://articles.latimes.com/1998/sep/15/news/mn-22993

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