Angst!". El diario sensacionalista Bild sacó en la portada de este miércoles sus letras más grandes para proclamar el estado de ánimo tras el ataque a un mercadillo navideño en Berlín el lunes: "Miedo!". Aparte de la lógica conmoción que siempre causan los atentados terroristas -no se sabe aún si el de la capital puede calificarse como tal-, algunos medios de comunicación y algunos políticos tienen la mala costumbre de agitar los miedos con el fin de obtener más ventas y más votos respectivamente. Así, por ejemplo, en las seis páginas -de las grandes- que el Bild dedica al tema se retrata un panorama bastante inquietante para el lector.

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Miedo
"¿Cuántos terroristas más están entre nosotros?", pregunta uno de los grandes titulares. Al lado hay una entrevista con el ministro del Interior, Thomas de Maizière, que hace una llamada a la calma y la normalidad dentro de lo posible. Son las preguntas del periodista las que dan intencionalidad al artículo. "¿Después del atentado, usted permite todavía a sus hijos ir al mercadillo de Navidad?". Por supuesto, contesta el ministro.

Otro intento. "Trenes regionales, festivales musicales, mercadillos de Navidad... ¿Cuánta seguridad habrá en la fiesta de Nochevieja?". Y, finalmente, la pregunta política: "¿Tenemos que convivir ahora con el terrorismo como consecuencia de la crisis de los refugiados?". De Maizière recuerda que "ya antes de estas cifras grandes de refugiados había un peligro terrorista considerable en nuestro país

Sin embargo, para otros políticos la llegada de cientos de miles de refugiados, que huyen de las guerras en Siria, Iraq, Afganistán y otros países, está inseparablemente conectada con el terrorismo. Está creciendo el rechazo a la política de asilo de la canciller Angela Merkel. "Estos son los muertos de Merkel", comentó en su cuenta de Twitter Markus Pretzell, un dirigente regional de Alternativa Para Alemania (AfD), el partido de ultraderecha que se está fortaleciendo con el discurso anti-inmigrantes.

Pero no son sólo los neo fascistas los que relacionan atentados con refugiados. El presidente de Baviera y de la CSU, el partido hermanado de la CDU de Merkel, Horst Seehofer exigió "una revisión completa de nuestra política de seguridad y de inmigración".

Los partidos de centro izquierda se hallan en la situación difícil de optar entre sus valores, que dictan una política abierta con la inmigración y respetuosa con las diferencias por un lado, y los miedos reales de buena parte de su electorado. Este dilema, a veces, produce iniciativas lamentables como la propuesta reciente del presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y vicecanciller Sigmar Gabriel, de reducir las subvenciones por hijos a los trabajadores extranjeros si los menores viven en su país de origen. Esta medida, que choca con el derecho comunitario, pretende demostrar dureza contra los forasteros, fomentando el prejuicio de que sólo vienen a Alemania a usurpar trabajos y ayudas sociales.

La idea de Gabriel es más sutil que los titulares de Bild y, por supuesto, el asqueroso tuit de Pretzell. Pero tampoco ayuda a generar más tolerancia en la opinión pública.