Silvina Romano y Amílcar Salas Oroño
CELAG
El Atlántico Sur: del PreSal a Las Malvinas
La mega causa del Lava Jato, que ha puesto en jaque a
Brasil en una aparente “limpieza” anti-corrupción, ha atacado (no
casualmente) a los principales exponentes del Partido de los
Trabajadores, en particular a los ex presidentes Lula da Silva y a Dilma
Rousseff. Se ha escrito bastante ya sobre lo que subyace a este proceso
de lucha contra “la corrupción” (léase: la lucha contra el Estado y lo
público, etc.), en particular, al modo en que se relaciona con los
intereses de petroleras estadounidenses de tener una participación más
protagónica y directa en la explotación de las enormes reservas
submarinas de gas y petróleo en aguas del Atlántico, el yacimiento del
PreSal [1], cuya producción estaba –hasta hace poco– prioritariamente en
manos de la petrolera nacional Petrobras. La importancia de estas
reservas se dimensiona cuando se conocen los operativos de espionaje por
parte de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, focalizados
en Petrobras –hackeando las computadoras de la empresa e interceptando
sus conversaciones telefónicas [2]. A esto se suman probados encuentros
entre el embajador estadounidense en Brasil y CEOs de otras empresas
petroleras, en los que se desliza la necesidad de presionar a favor del
cambio de la legislación en hidrocarburos a los fines de quitarle el
monopolio a Petrobras, datos que están a disposición en los documentos
de wikileaks.
Los mismos documentos muestran que el PreSal –una de las
mayores reservas de petróleo en aguas profundas descubiertas en el
siglo XXI– no es la única reserva preciada en el Atlántico, espacio
considerado por algunos expertos como “una mina de oro” para la
industria petrolera. Recordemos que en el 2011 la Rockhopper encontró
una reserva calculada en 1.4 mil millones de barriles de petróleo en la
cuenca de las Islas Malvinas, bajo control británico (espacio en disputa
histórica con la Argentina, particularmente durante los gobiernos de
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner). Esto aparece también
en los documentos filtrados por wikileaks relativos a Brasil y la
actuación de la empresa Stratfor entre 2004 y 2011 [3] –empresa de
análisis de inteligencia y seguridad internacional “privada”, que en los
hechos está al servicio de varias agencias del gobierno de Estados
Unidos y de otras empresas multinacionales [4]. Uno de los analistas de
Startfor comentaba con asombro el apoyo de Brasil a Argentina en el
contexto de disputa por las Malvinas frente al Reino Unido, además de
recalcar que “Brasil ha mencionado varias veces que el Atlántico del Sur
es un Amazonas azul y que ningún país del Norte debe ocuparlo (…) Desde
que Lula está en el gobierno, ha mostrado signos de apoyo a la postura
de Argentina con respecto a Las Malvinas. No quieren tener al Reino
Unido cerca de las reservas del Pres-Sal” [5]. En otro mail secreto, la
empresa Stratfor advertía a sus investigadores: “Brasil está aumentando
su capacidad militar de cara a la próxima década. De modo que cualquier
cosa que pueda hacerse respecto del desarrollo de doctrina militar o de
industria militar es de interés [6]”. Por ejemplo, lograr que las
empresas de armas de EEUU fueran las proveedoras.
Otro aditivo es que el fundador de Stratfor, George
Friedman, en su libro The Next Decade (2012) advertía que Brasil en sí
mismo no era una amenaza para los EEUU, pero que podría representar un
desafío económico en caso de lograr un mayor desarrollo de su poderío
naval y aéreo, extendiendo así su control sobre el Atlántico Sur, hasta
las costas de África. El “experto” recomendaba al gobierno
estadounidense que procurara un acercamiento a Argentina para
contrabalancear el liderazgo de Brasil, pero incluyéndolo en los
programas a nivel latinoamericano, cuestión que además ayudaría a
contrarrestar a Chávez en Venezuela. Aclaraba que la estrategia “costará
dinero, pero será más barato que enfrentar a Brasil en el 2030 o 2040
por el control del Atlántico Sur” [7]. Esto explica, también, el
acercamiento estadounidense con varios políticos argentinos que,
posteriormente, serán claves en la victoria electoral de Mauricio Macri
en el 2015, como lo explicita propiamente wikileaks.
Como factor fundamental de este panorama geopolítico, no
debe dejarse de lado que desde 2009 se supo que los EEUU estaban
“aumentando su potencial para ataques nucleares y no nucleares en
América Latina y el Caribe, adquiriendo una libertad de acción sin
precedentes en siete nuevas bases militares, navales y aéreas en
Colombia” [8]. A este dato, se agregaba el regreso del “patrullaje” de
la Cuarta Flota (incluyendo los submarinos nucleares militares Polaris).
Este despliegue fue explicado en su momento, no solo por el hecho de
que la mitad del petróleo de EEUU proviene de América Latina, sino que
según las FFAA estadounidenses, avanzar territorialmente en espacios
estratégicos resultaba clave “en una región de nuestro hemisferio donde
la seguridad y la estabilidad está bajo constante amenaza… por parte de
gobiernos anti-EEUU”[9]. Ambas “amenazas” son una preocupación
constante, más allá de la escasa o inusual presencia de América Latina
en la agenda oficial del Departamento de Estado estadounidense.
Defensa y desarrollo tecnológico nacional
El presidente Lula en varias oportunidades advirtió
sobre la necesidad imperiosa de proteger el Amazonas y las reservas de
petróleo en aguas marinas, así como la importancia de aumentar la
proyección diplomática y militar de Brasil a nivel regional [10]. En
esta clave, por ejemplo, se impulsó el desarrollo del sector nuclear,
incluyendo un programa de construcción de submarinos nucleares, el
ProSub (Programa de Desarrollo de Submarinos). En 2008, Brasil firmó un
acuerdo de defensa con el gobierno francés y se embarcó en la compra de
cuatro submarinos diesel-eléctricos y la asistencia en la construcción
de un submarino de propulsión nuclear que sería desarrollado en una
joint venture entre la francesa DCNS y Odebrecht SA (empresa de
construcción e ingeniería brasileña), que comenzaron a trabajar en
conjunto en un astillero de la Marina en Río de Janeiro [11]. Esto, en
un contexto en que Odebrecht SA fue estrechando vínculos con los
gobiernos del PT, participando en diferentes proyectos, incluso en la
expansión realizada por la propia Petrobras.
Desde un inicio, el interés fue adquirir el know-how
para la construcción de los submarinos a nivel nacional, disminuyendo la
dependencia respecto de constructoras extranjeras [12]. El
financiamiento de 3.2 mil millones de dólares, dio cuenta del empuje
real que buscó darse al desarrollo de tecnología nuclear, remitiendo de
algún modo a la experiencia de Embraer y el desarrollo aeronáutico [13].
El desarrollo nuclear brasileño data desde finales de
los ’70 y está fuertemente ligado a la industria militar, pues fue con
el proyecto Aramar que la Marina se encargó de desarrollar (no sin
contratiempos) la energía nuclear desde 1979 [14]. Teniendo en cuenta
ese antecedente, vale aclarar que la estrategia de defensa nacional del
primer gobierno de Lula exponía que los objetivos de la industria
militar estaban orientados a lograr transferencia tecnológica y
desarrollar la industria de manufactura nacional, procurando controlar
el involucramiento de las Fuerzas Armadas en la política nacional.
Los proyectos incluyen la producción de energía
eléctrica, el enriquecimiento de uranio, la construcción de un submarino
nuclear, acondicionar un astillero para submarinos y una base naval
[15]. Estos emprendimientos han implicado no solo desarrollo en ciencia y
tecnología sino un importante desarrollo infraestructural, así como la
creación de fuentes de trabajo. Como declaró el entonces Ministro de
Ciencia, Tecnología e Innovación del gobierno de Lula, Roberto Amaral
“cuando desarrollas submarinos, se desarrolla al mismo tiempo física,
matemática e ingeniería” [16].
Se calculó que en el ProSub participarían más de 30
empresas brasileñas, que proveerían de 36 mil productos, incluidos
sistemas complejos. Se estimaba que la construcción y manutención de
bases submarinas generaría 2 mil puestos de trabajo directos y 6 mil
puestos indirectos [17]. Un ejemplo concreto es que en 2013, la Unidad
de Fabricación de Estructuras Metálicas (UFEM) quedó formalmente
implicada en la construcción de cascos metálicos para las plataformas
[18]. Esto debe enmarcarse en un escenario en el que Brasil – siguiendo
una determinada tradición de desarrollo– ha compuesto un complejo
tecnológico/industrial de envergadura en determinados sectores, como por
ejemplo el de la aviación (Embraer), producto de la coordinación de
diferentes ámbitos y esferas estatales, científico-universitarias,
militares, empresariales, etc. Tal avance fue promovido, al mismo
tiempo, gracias a la existencia de ciertos diseños jurídicos que lo han
posibilitado, en donde la esfera estatal tiene un protagonismo clave; el
complejo industrial en torno al ProSub quizás también deba ser
comprendido en esta posibilidad, no necesariamente presente en otros
países del Cono Sur.
Estabilidad política y disputa de soberanía: Brasil y Venezuela.
Unos meses antes del golpe “parlamentario” a Dilma
Rousseff (2016), en un evento sobre petróleo llevado a cabo en un
think-tank estadounidense muy influyente, el Center for Strategic and
International Studies (CSIS), los expertos “predijeron” (o anunciaron)
que Rousseff no llegaría a finalizar su mandato, debido a la crisis
económica y las investigaciones por corrupción que involucraban a
Petrobras y al Partido de los Trabajadores [19]. En el mismo encuentro,
representantes de Medley Global Advisor (NY) exponían con claridad que
lo que “realmente se necesita tanto en Brasil como en Venezuela es la
estabilización política antes de una estabilización económica”. En el
caso de Brasil, se dejaba en claro que el problema era la “incapacidad” e
“ineficiencia” de Petrobras de explotar la cantidad de reservas (sobre
todo las del PreSal), de modo que planteaban la inminencia de “nuevas
leyes” para que el sector privado pudiera intervenir con mayor
protagonismo en el proceso de extracción, transporte, etc. de
hidrocarburos en Brasil (ley que fue enmendada inmediatamente luego del
derrocamiento de Rousseff).
En el caso de Venezuela, se advertía en el encuentro del
CSIS, que si bien Estados Unidos estaba en un momento muy positivo en
la producción de crudo debido al impulso del fracking, eso no debía
ocultar el hecho de que los “300 mil millones de barriles de reserva que
tiene Venezuela no sean atractivos a inversores extranjeros, en un
escenario político más estable” [21].
Aquí vale señalar dos cuestiones. La primera es que,
precisamente, los gobiernos progresistas en Brasil y Venezuela han
experimentado una dura arremetida de la oposición y de las derechas, que
en el caso de Brasil, conllevó al derrocamiento de Rousseff y en el
caso de Venezuela a una escalada en los métodos de desestabilización e
implementación de violencia. La segunda, es la relación entre
estabilización política y presencia de Fuerzas Armadas estadounidenses
en la región.
Con respecto a este último punto, hay que destacar que
en el escenario de debilitamiento y crisis política y económica, se ha
notado un mayor protagonismo de Brasil en los programas del Comando Sur:
en 2015 fue el anfitrión del ejercicio UNITAS y en 2016 Brasil fue el
que subcomandó el PANAMAX 2016–Multi-National Forces-South [22]. En el
segundo mandato de Rousseff hubo mayores acercamientos, y luego del
golpe, los lazos se han estrechado. En marzo de 2017, el Ejército de los
EEUU inauguró un centro de tecnología en São Paulo para “asociarse con
Brasil en proyectos de investigación enfocados en la innovación” y el
Ministerio de Defensa de Brasil y el Departamento de Defensa de los EEUU
firmaron el Convenio para Intercambio de Informaciones en Investigación
y Desarrollo, el MIEA (Master Information Exchange Agreement) [23].
Por otra parte, las Fuerzas Armadas brasileñas invitaron
a tropas de los EEUU para participar de un ejercicio militar “inédito”
en la triple frontera entre Brasil, Perú y Colombia (para octubre 2017)
en un escenario de escalada de la violencia en Venezuela, agravado por
información que da cuenta que desde hace varios años, el Comando Sur
maneja diversas alternativas para una posible intervención en Venezuela
[24]. Esto, a su vez, opera en un contexto en el que las FFAA de EEUU
mantienen programas de entrenamiento a lo largo y ancho de la región: a
inicios de junio en el marco del programa Trade Winds 2017 del Comando
Sur, se iniciaron ejercicios conjuntos nada más y nada menos que en la
Cuenca del Caribe (junto a Venezuela), con 2500 militares de diferentes
países de la Cuenca, así como personal de países Europeos y
Norteamericanos, con el objetivo de “aumentar la cooperación
multinacional compleja en operativos de seguridad, asistencia
humanitaria y operaciones en respuesta a desastres”. La última fase de
los ejercicios conjuntos consiste un “Seminario de liderazgo” con el
Comando Sur en Miami [25], que presumiblemente tendrá un alto contenido
político-ideológico camuflado en objetivos de “seguridad hemisférica”.
Si bien los ejercicios militares conjuntos, o la
“cooperación internacional” en estas áreas viene operando desde hace
varias décadas, se trata de una “red” que parece estar en una fase de
expansión y consolidación (mientras que en otras etapas estuvo más
latente), materializada en la presencia -más o menos permanente- de las
FFAA estadounidenses en territorios del Cono Sur. Esta “red” se
actualiza últimamente también, por ejemplo, mediante las “cooperaciones”
en materia judicial-investigativa, que desde el Departamento de
Justicia de EEUU (en triangulación con agencias vinculadas, como NSA,
FBI o CIA) interfieren sobre la jurisdiccionalidad estatal brasileña.
La desarticulación de la economía nacional
Las numerosas afirmaciones (infundadas) sobre la
ineficiencia de Petrobras para hacerse cargo de la explotación del
PreSal y la presión de empresas (junto y a través de sectores opositores
al gobierno del PT) parecen haber encontrado (¿inducido?) un escenario
propicio en la crisis generada por la Investigación Lava Jato, una mega
causa judicial en buena medida organizada y auditada por el Departamento
de Justicia de EEUU. Por ejemplo, el desarrollo del ProSub quedó en
aparente suspenso luego de que “El Padre del desarrollo nuclear
brasileño”, el Almirante Othon Luiz Piheiro da Silva, fuera condenado a
43 años de cárcel (una cantidad de tiempo ciertamente llamativa,
considerando que empresarios implicados en esa misma causa lograron
reducir sus penas gracias al sistema de “delación premiada” a 6 años, y
el menos favorecido estará 20 años preso) [26] por estar implicado en
actos de corrupción durante la construcción de la usina nuclear Angra 3
[27]; la principal contratista del programa era Odebrecht SA [28]. Una
circunstancia enmarcada en la que Petrobras –que fue en algún momento
“el orgullo brasileño”–[29] pasó a influir sobre el debilitamiento de la
economía brasileña que, como se ha planteado, afecta profundamente
diversos planos a la vez, y en términos estratégicos, el propio
desarrollo en ciencia y tecnología, muy vinculado a los rubros de
petroquímica, ingeniería y construcción.
La cantidad de funcionarios procesados, el impeachment a
Dilma Rousseff y las acusaciones realizadas al mismo Michel Temer,
llevaron a un escenario de inestabilidad casi permanente –que se
refuerza con el reciente fallo de la Corte Electoral a favor de que
Temer conserve su cargo, mostrando de paso la escasa “imparcialidad” de
la justicia [30]. Lo preocupante es que en medio de las turbulencias, en
lo que va de este interinato de M. Temer, queda claro un nuevo
panorama: los sectores estratégicos de la economía nacional brasileña
(petróleo, ingeniería, construcción y, ahora, proteína animal) están en
metamorfosis estructurales vertiginosas, con secuelas para la soberanía
del país.
Si bien algunas fuentes afirman que “a pesar de la
crisis política, la Marina brasileña continúa con el proyecto de
construcción de submarinos” [31], en caso de que así sea, se abre el
interrogante de cuánto de este desarrollo se dará en el marco de la
ciencia y tecnología a nivel nacional, ahora que se ha quitado el
monopolio a Petrobras (en un camino hacia su eventual privatización) y
Odebrecht está prácticamente fuera de juego. ¿De dónde saldrán los
contratistas?
Notas:
[1] http://www.celag.org/estados-unidos-y-brasil-lo-que-oculta-el-lava-jato/
[2] http://www.huffingtonpost.com/nikolas-kozloff/snowden-fallout-us-wary-o_b_3997540.html
[3] https://wikileaks.org/gifiles/docs/20/2027433_re-insight-brazilian-nuclear-submarine-.html
[4]http://www.bbc.com/mundo/noticias/2012/02/120227_eeuu_stratfor_wikileaks_servicio_inteligencia_wbm.shtml
[5] http://www.huffingtonpost.com/nikolas-kozloff/snowden-fallout-us-wary-o_b_3997540.html
[6] http://www.huffingtonpost.com/nikolas-kozloff/snowden-fallout-us-wary-o_b_3997540.html
[7] http://www.huffingtonpost.com/nikolas-kozloff/wikileaks-brazils-militar_b_823124.html
[8] http://www.independent.co.uk/news/world/americas/us-builds-up-its-bases-in-oil-rich-south-america-1825398.html
[9] http://www.independent.co.uk/news/world/americas/us-builds-up-its-bases-in-oil-rich-south-america-1825398.html
[10] http://www.nti.org/analysis/articles/brazils-new-defense-strategy/
[11] http://www.reuters.com/article/us-brazil-petrobras-submarines-idUSKCN0Q31YB20150729
[12] http://cimsec.org/status-brazils-grand-prosub-program/29505
[13] http://carnegieendowment.org/2015/10/29/turbulent-times-for-brazil-s-nuclear-projects-pub-61800 )
[14] http://www.nti.org/analysis/articles/brazils-new-defense-strategy/
[15] http://carnegieendowment.org/2015/10/29/turbulent-times-for-brazil-s-nuclear-projects-pub-61800
[16] https://www.wsws.org/en/articles/2017/05/03/brsc-m03.html
[17] http://www.nti.org/analysis/articles/brazils-new-defense-strategy/
[18] http://cimsec.org/status-brazils-grand-prosub-program/29505
[19] http://www.ogj.com/articles/2016/04/brazil-venezuela-in-turmoil-amid-low-oil-prices-csis-forum-told.html
[20] http://www.viomundo.com.br/denuncias/petrobras-2.html
[21] http://www.ogj.com/articles/2016/04/brazil-venezuela-in-turmoil-amid-low-oil-prices-csis-forum-told.html
[22] http://cimsec.org/status-brazils-grand-prosub-program/29505
[23] http://www.celag.org/estados-unidos-y-brasil-lo-que-oculta-el-lava-jato/
[24] http://www.celag.org/el-comando-sur-en-america-latina-y-la-inestabilidad-en-venezuela-por-silvina-romano/
[25] (http://www.southcom.mil/MEDIA/NEWS-ARTICLES/Article/1205164/tradewinds-2017-kicks-off-in-barbados/)
[26]
http://politica.estadao.com.br/noticias/geral,justica-condena-ex-presidente-da-eletronuclear-a-43-anos-de-prisao,10000066863
[27] https://www.wiseinternational.org/nuclear-monitor/835/brazils-nuclear-power-program-undone-corruption
[28] http://carnegieendowment.org/2015/10/29/turbulent-times-for-brazil-s-nuclear-projects-pub-61800
[29]
https://www.nytimes.com/2015/08/09/business/international/effects-of-petrobras-scandal-leave-brazilians-lamenting-a-lost-dream.html?_r=0
[30] http://www.nodal.am/2017/06/brasil-el-tribunal-electoral-absuelve-a-temer-que-se-mantiene-en-la-presidencia/
[31] http://cimsec.org/status-brazils-grand-prosub-program/29505
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