jueves, 20 de julio de 2017

MUD llama a "paro cívico" y exige el suicidio de la empresa privada


misionverdad.com

MUD llama a "paro cívico" y exige el suicidio de la empresa privada

 

 


El antichavismo espera jugarse otra carta en su mapa de asedio a la comunidad nacional venezolana focalizando su acción contra el Estado. Quieren usar el viejo, usado, pero peligroso as de convocar a un "paro cívico nacional".
Para este jueves 19 de julio, Freddy Guevara ha anunciado la escalada de "protesta" del antichavismo, convocando a un paro cívico que, proyectan, se ejecutaría por 24 horas. Con la memoria vigente de los años 2002 y 2003, cuando el antichavismo convocó a paralizaciones de 24 horas, que luego se volvieron indefinidas, los señalamientos desde todas las direcciones apenas comienzan.
Una de las cuestiones que debe sopesar la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), instancia que convoca a la paralización, es efectivamente el piso de apoyo que pueda tener esa convocatoria, entendiendo que las circunstancias económicas actuales no dejan mucho espacio de maniobra para aventuras similares a las de los años 2002 y 2003.
Esto infiere que la reedición de nuevos paros patronales y comerciales, que aunque pueda ser conveniente (para la MUD) presentarlo en una narración de acción antichavista modesta de sólo 24 horas, lo cierto es que todos (incluyendo los sectores convocados al paro) desconfiamos de la MUD.
El comercio, expresión que a fin de cuentas sintetiza el entramado del sector privado en la mayoría de las instancias de nuestra economía terciaria, caracterizada por el predominio del sector "bienes y servicios", ciertamente podría sumar nuevas pérdidas en su marco de ganancias ya menguadas por caídas en el consumo, consecuencia de los esquemas de precios fijados a tasa paralela y la vorágine comercial que ha exprimido los bolsillos de la clase trabajadora de manera vertiginosa en los últimos tres años.
"Son sólo 24 horas", dirían algunos. Pero hay más. Los ensayos de "paro cívico" previos a esta convocatoria nacional, ya ocurrieron de manera diferenciada pero con grandes similitudes en varias ciudades del país.
Recordemos el caso de Barinas, Barquisimeto, Maracay, Valencia y San Cristóbal, donde la llamada "resistencia" convocó a paros y se impuso la dictadura del cierre forzoso de comercios, bajo amenazas de saqueos e incendios y se impuso un estado de excepción, cortesía de los desaforados guarimberos.
En esas ciudades, diversos eventos ocurrieron bajo un patrón similar. Apenas una parte del comercio acataba el paro, luego otros comercios que abrían puertas eran atacados y saqueados. Luego, como en un efecto en cascada, se reprodujeron saqueos incluso contra comercios que habían cerrado, generándose un caldo de caos, vandalismo, destrozos y saldos fatales en pérdidas de vidas humanas. ¿Será esta la reedición de esos ensayos pero implementada a escala nacional?
La respuesta es sencilla: si la MUD necesita recrudecer la espiral violenta, podría estar considerando estimularla ejecutando la violencia focalizada, claramente vandálica, para luego presentarla como expresión de "estallido social".
Bien saben que los comerciantes y dueños de negocios en las ciudades mencionadas, en qué terminaron tales llamados a "paro". Ni hablar de las enormes pérdidas que a esta fecha ya han tenido diversos establecimientos y empresas que han tenido que mantener puertas cerradas por estar sitiados en zonas de guarimbas en varias ciudades del país. Muchos de ellos ya tuvieron que cerrar sus puertas y vale decir que no fue por el "castrocomunismo chavista".
La MUD pretende que los factores empresariales y comerciales asuman hoy de manera directa lograr la tarea que la gendarmería antipolítica de la oposición no ha logrado: paralizar al país.
Lo que implica que, para estos sectores, la convocatoria es al suicidio económico, tanto por el llamado al cierre de santamarías, como también por la situación de vulnerabilidad a la que quedarán expuestos, en la que, abran o no, igualmente estarán a riesgo de saqueos.
La MUD está "colocando todo en el asador"

¿Por qué implementar una estrategia con amplio rechazo?

Las grandes mayorías nacionales no ven con buenos ojos los paros, no sólo por las experiencias del pasado sino por los eventos recientes y el contexto económico todo. En la MUD no sopesan ese costo político, porque están como dice la frase: "colocando todo en el asador".
Su apuesta triunfalista que pretende empinar la situación política a nuevos escenarios de desestabilización es absolutamente clara, necesita la proliferación del caos y la presentación de un desmembramiento inducido del tejido social venezolano.
El fraude del plebiscito tiene además una presentación polivalente. Es presentado en el extranjero como un acto transparente y legítimo de democracia y amalgama diversos actores internacionales del antichavismo que siguen reagrupándose para generar embestidas. Pero puertas adentro de Venezuela, crea la ilusión del "aval político".
La MUD "se paga y se da el vuelto" legitimando sus acciones (incluyendo las rechazadas por la población) sobre una supuesta base de respaldo que en cifras está representada en su ilusorio y fraudulento show seudo-electoral. Dicho de otra manera, la MUD encarrila a los sectores que la apoyan a aventuras frenéticas y suicidas, en nombre de ellos y aunque muchos no quieran. Sucederá el jueves cuando una parte de los sectores comerciales y empresariales se vean intimidados y forzados al cierre por la llamada "resistencia".
El principal agente económico del entramado doméstico venezolano, el sector público, no se paralizará. Como tampoco lo hará buena parte de los sectores informales e incluso muchas empresas privadas. Podríamos apostar que incluso hasta la mayoría de los grandes centros comerciales abrirán. No obstante, aunque los resultados del llamado no sean lo bastante satisfactorios para la MUD, a fin de cuentas será irrelevante.
La presentación del "paro cívico" en el extranjero será totalmente distorsionada y se colocará como una jornada absolutamente exitosa, en una narrativa triunfal de caída del chavismo, pudiendo estar además condimentada con sangre, fuego y caos, en la reseña de algunos puntos focales del territorio nacional que puedan ser objeto de la violencia selectiva y articulada.
La convocatoria a "paro cívico" en la llamada "Hora 0" trae otros elementos accesorios. Incluye también la conformación para el próximo viernes de un Tribunal Supremo de Justicia paralelo, que bien sabemos, no tendrá alcance real, pero sí será precedente y expresión de una fragmentación inducida del Estado venezolano y la constitución de instancias paralegales.
Cuestión esta que es fundamental no sólo en la secesión del poder público nacional, también es vital en la estructuración de un contexto pre-bélico no convencional donde no sólo proliferen los factores de la guerra irregular en el terreno, sino también las instancias seudolegales que blindan con ínfulas leguleyas las acciones de factores desobedientes a las fuerzas e instituciones regulares.
Las acciones determinadamente sociópatas del antichavismo, caracterizadas por su total ausencia de empatía hacia las grandes mayorías nacionales donde están incluidos sus propios seguidores, dan un salto frenético a la aventura. Efectivamente apuntan a la destrucción aparentemente desordenada del tejido institucional, económico y social del país, en una especie de modelo de desmontaje, pieza por pieza.
La consolidación de estos hechos en el terreno, su efectividad y alcance, está por verse. Bien sabemos la presentación que tendrán estos hechos en el extranjero. Pero puertas adentro bien podríamos hablar el día viernes de una nueva etapa de escalamiento del conflicto o, de la posibilidad más fiable, otro monumental fracaso, sin efectividad política, sin alcance sobre la determinación del peso de fuerzas y la celebración de un parcial feriado comercial entre semana. Veremos.

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