Todos
los estamentos de la sociedad estadounidense se pronunciaron
condenando, lo que para muchos es el verdadero rostro del presidente
Donald Trump.
Trump demostró su lealtad a grupos como el Ku Klux
Klan. Líderes extremistas anunciaron nuevas marchas en al menos siete
ciudades.EE.UU. está viviendo un momento crucial que podría determinar el futuro de la Administración Trump, tras sus comentarios de apoyo a sectores fascistas de odio racial.
Nadie en EE.UU. esperaba que un presidente se ponga, abiertamente del lado del fascismo y defienda a los grupos de odio racial que provocaron violencia en la ciudad de Charlottesville.
Pero no todo fue condena. Líderes de los grupos Ku Klux Klan y de Supremacía Blanca celebraron al presidente. Su exlíder David Duke a través de twitter dijo: “Gracias presidente Trump por su honestidad y coraje y condenar a los terroristas de izquierda”. Similares Mensajes enviaron otros líderes fascistas de supremacía blanca que se identifican con Donald Trump.
Según analistas, el resurgimiento del fascismo de la extrema derecha y el nacionalismo de supremacía blanca, no solo es producto de Donald Trump, también se responsabiliza a su círculo inmediato de asesores en la Casa Blanca.
Algunas ciudades removieron monumentos de líderes confederados vinculados al racismo y esclavismo; para evitar hechos similares a Charlottesville. Algunos manifestantes en Durham, Carolina del Norte, lo hicieron con sus propias manos.
Alfredo Miranda, Washington
akm/msf
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